Game of Thrones: Reseña Episodio 35

Como su título nos permitía adivinar, "First of His Name" nos llevó a la mitad de esta cuarta temporada de "Game of Thrones" con la coronación de un nuevo monarca de los Siete Reinos. Pero mientras un nuevo ocupante se sienta en el Trono de Hierro, en el norte se hace justicia, cruzando el Mar Angosto una Khaleesi sopesa sus opciones y en el Valle de Arryn por fin se descubre al verdadero maestro detrás de este peligroso juego de tronos.

El capítulo inició nuevamente en Meereen, donde las noticias de la muerte del despreciable Joffrey Baratheon por fin han llegado a oídos de Daenerys Targaryen. En una reunión con sus más confiables consejeros, la idea de conquistar el Poniente vuelve a la mente de la Madre de Dragones, quien desde los primeros episodios de la temporada anterior no tocaba el tema, ocupada como estaba en su campaña de liberación en la Bahía de los Esclavos. Tanto Ser Barristan Selmy como Daario Naharis se muestran favorables en lanzarse a navegar junto a su ejército de Inmaculados, los Segundos Hijos y la flota de Meereen que Naharis conquistó para ella (aparentemente sin su permiso). Pero Ser Jorah Mormont tiene algunas noticias que a la Khaleesi le caen como un balde de agua fría. Yunkai ha vuelto a las viejas costumbres del tráfico de esclavos, mientras que en Astapor el consejo gobernante que ella estableció ha sido derrocado por un tal Cleon que se ha coronado como "rey imperial". Es aquí cuando Dany toma una decisión muy importante: quedarse en la Bahía de los Esclavos y no navegar aún hacia el Poniente, pues, como ella misma le hace ver a Ser Jorah, cómo puede gobernar sobre Siete Reinos si no logra aún controlar unas simples ciudades. Quienes aún tenían esperanzas de ver a los dragones volando sobre Desembarco del Rey en esta temporada, tendrán que esperar aún más.


Y hablando de Desembarco del Rey, toda la corte acudió a la ceremonia de coronación de Tommen Baratheon como sucesor de su asesinado hermano mayor en el Trono de Hierro. Ocasión que Margaery Tyrell aprovechó para lanzarle dulces miraditas al nuevo joven monarca, quien le respondió con una tímida sonrisa. Juego que no pasó desapercibido para la Reina Regente. De inmediato Cersei Lannister se dirigió a donde estaba la joven Tyrell, quien por su gesto se notaba que, al igual que todos los espectadores, estaba esperando la actitud agria de la reina. Pero para sorpresa de todos no fue así. Incluso llegó a conversar con Margaery sobre sus planes a futuro y le insistió en la conveniencia de que ella desposara a su segundo hijo cuanto antes, dando el tiempo prudencial para llorar la trágica muerte del primero. ¿A qué se debe este extraño cambio de actitud de la Reina Regente?


La explicación podría estar en los intereses de la Casa Lannister, a los cuales parece estarse doblegando por fin Cersei, como descubrimos en una escena entre ella y Lord Tywin. La reina le habla a su padre de la conveniencia de la pronta boda entre Margaery y Tommen, algo que parece complacer a la Mano del Rey. Pero Cersei sí se muestra inquisitiva de por qué es tan necesaria la alianza con Altojardín. Lord Tywin revela entonces la verdadera y precaria situación de la familia: las minas de oro de Roca Casterly se han agotado y la Guerra de los Cinco Reyes significó un duro golpe tanto para las arcas de los Lannister como para las de la Corona (ya de por sí agotadas por el pésimo reinado de Robert Baratheon). Aún peor, la Corona le debe una gran cantidad de dinero al Banco de Hierro de Braavos, una institución antigua que nunca le ha dejado de cobrar sus deudas a nadie, por más poderoso que sea. Así es: si hay algo a lo que le teme el más duro de los generales es a un banquero reclamando su dinero.


Cersei Lennister fue uno de los personajes en los que se concentró este episodio, algo que permitió ver la situación de su familia en varios asuntos. El más personal para ella fue su reunión en los jardines del palacio con Oberyn Martell, la Víbora Roja de Dorne, a quien encontró escribiéndole poesía a una de sus ocho hijas. Esto permitió una conversación en donde descubrimos que una de ellas se llama Elia, en honor a la hermana de Oberyn muerta a manos de la Montaña Clegane durante el Saqueo de Desembarco del Rey al final de la Rebelión de Robert. Para Cersei esta es la ironía del poder: ni el Príncipe Oberyn con toda su destreza en combate pudo salvar a su hermana, como tampoco pudo ella salvar a su primogénito a pesar de ser la Reina Regente de los Siete Reinos. Pronto la conversación cae en la verdadera razón por la cual Cersei ha buscado a Oberyn: noticias de que su hija Myrcella se encuentra sana y salva en Lanza del Sol, la capital de Dorne, y la promesa de Oberyn de llevarle un barco como obsequio de su madre por el Día del Nombre de la niña. Con su hijo menor sentado en el peligroso Trono de Hierro que le costó la vida a su otro hijo, Cersei se nos muestra ahora como esa madre desesperada que añora el regreso de la hija que le fue enviada lejos. Otra de las muchas razones por la cual odia a Tyrion.


Fuera de la capital y en medio de los caminos, tuvimos una entretenida secuencia entre Brienne de Tarth y su flamante escudero, Podrick Payne. Para la doncella guerrera es un tanto exasperante viajar con Pod, sobretodo cuando el muchacho demuestra muy poca habilidad para cabalgar, hacer una fogata y mucho menos cocinar un conejo sin hacer que se incendie. Pero claro, en defensa de Podrick, Tyrion siempre tuvo sirvientes que se encargaban de dichas tareas. Para Brienne lo mejor es que Pod abandone la misión y la deje ir sola. Pero para él fracasar como escudero no es una opción. Esta lealtad del muchacho y la historia de cómo le salvó la vida a Tyrion durante la Batalla del Aguasnegras, hace que la doncella guerrera quite un poco de sus reparos y le permita a Pod ayudarle con la armadura y otras tareas propias de un buen escudero.


Otra pareja con quienes nos volvemos a encontrar en el camino es Arya Stark y el Perro Clegane. La relación entre ambos se ha enfriado a niveles previos al inicio de temporada. Tal parece que todo el incidente con el robo al viejo campesino le ha recordado a Arya la clase de hombre que es El Perro. No es de extrañar que su nombre haya vuelto a la lista nocturna de gente por matar. Curioso escuchar entre la lista nombres como el de la Mujer Roja, Thoros de Myr y Beric Dondarrion, quienes no son mencionados por Arya en los libros. Y claro, la cara de Sandor al escuchar su nombre al final fue genial. A la mañana siguiente El Perro se despertó para descubrir que Arya no estaba en el campamento. Al buscarla, la encuentra practicando con "Aguja" la Danza del Agua que le enseñó Syrio Forel. Las burlas de Sandor Clegane fueron demasiado para la niña, principalmente después que el duro guerrero cuestionó las habilidades de su difunto maestro al enterarse que murió a manos de Ser Meryn Trant. Furiosa, Arya le lanza al Perro una estocada directo al vientre. Pero "Aguja" es inútil contra la cota de Clegane, quien deja a la niña en el suelo de una bofetada mientras le da una nueva lección dura de la vida: Ser Meryn no derrotó a su maestro porque fuese mejor, sino porque tenía armadura y una espada más grande. Punto.


La otra hermana Stark tampoco la está pasando muy bien a pesar de su "rescate" de Desembarco del Rey. Junto a Petyr Baelish llega hasta el Valle de Arryn, donde cruzan la Puerta de la Sangre y entran al Nido de Águilas. Allí los espera, Lysa Arryn, la tía materna de Sansa y madre del pequeño Señor del Valle, Robin Arryn. ¿Se acuerdan de ella? ¿La loca que aún le daba pecho a su hijo ya un tanto crecidito y que quiso lanzar a Tyrion al vacío a través de la Puerta de la Luna? Al principio el recibimiento es bastante ameno, con la presentación entre los primos, los cariños de la tía y la advertencia de que Sansa debe adoptar la identidad de Alayne, la sobrina de Meñique, para así no levantar alguna sospecha que llegue a oídos de los Lannister. Pero cuando Sansa y Robin dejan la habitación, la apasionada Lady Arryn cae sobre Meñique, revelándonos en su charla varios secretos impactantes: que ella y Lord Baelish han sido amantes desde la juventud, que fue ella quien envenenó a Jon Arryn por orden de Meñique, y que la carta que recibió Catelyn Stark donde ella acusaba a los Lannister del homicidio de su esposo fue una gran mentira dirigida por Meñique. Así es: el hombre detrás de todo este gran juego de tronos que nos ha tenido pegados al televisor durante estos años no es otro sino Petyr Baelish, el calculador consejero real con una sed ilimitada por poder. Pero claro que siempre hay que pagar un precio por todo, como le recuerda Lady Lysa al emboscarlo con septón y todo para que se casen de inmediato. Lord Baelish no tiene más remedio que aceptar. Mala noche para Sansa que tuvo que aguantar los gemidos y gritos de placer de su tía que resonaron por el todo castillo.


Pero el encuentro de Sansa con Lysa dio un giro inesperado cuando su tía tuvo un ataque de celos donde la acusó de acostarse con Meñique. Un arranque tan violento e iracundo que dejó a la pobre joven Stark llorando mientras le juraba a su tía que aún era virgen. La respuesta de su tía: abrazarla y ofrecerle pasteles de limón. ¡Toda una verdadera loca! Y lo peor de todo es que Sansa ahora se da cuenta que la única razón por la cual la tienen allí es para casarla con el pequeño Robin, quien parece estar igual de loco que su madre.

El final del episodio nos llevó hasta el Torreón de Craster, a donde llegó la misión de la Guardia de la Noche liderada por Jon Nieve. El siempre calculador Locke se ofreció de voluntario para explorar, con lo que consiguió descubrir la cabaña en la que estaba prisionero Bran junto a sus amigos. Claro que esto no es lo que le informó a Jon, sino más bien que allí tenían varios perros y lo mejor era mantenerse alejados de la cabaña para evitar que sus ladridos alertaran a los desertores. Mientras el ataque se prepara, Karl llega decidido a disfrutar violando a Meera Reed. Pero Jojen se encarga de arruinarle el humor al confesarle que es verdevidente y que vio que esa misma noche el cuerpo del asesino ardería en llamas. Antes que Karl pueda castigar al muchacho por su insolencia, la Guardia de la Noche cae sobre el torreón e inicia la batalla. En medio del alboroto, Locke logra escabullirse hasta la cabaña, toma prisionero a Bran y trata de huir por el bosque. Pero el joven Stark utiliza su poder de cambiapieles para tomar nuevamente el control de Hodor, liberándose de sus cadenas y alcanzando a Locke, a quien levanta como si fuera un muñeco de trapo y le quiebra el cuello. Una escena impactante al ver toda la fuerza del semi-gigante, seguido del terror en su inocente mirada al descubrir lo que ha hecho una vez que Bran libera su mente. El joven Stark logra calmarlo y lo envía a rescatar a Meera y Jojen. Pero aunque desea llamar a su hermano a quien ve en combate, los Reed le advierten que si lo hace, Jon nunca le permitirá seguir su viaje en busca del Cuervo de Tres Ojos. Es así como se vuelve a cumplir la fatídica regla de "Game of Thrones" de que los Stark están destinados a no reencontrarse.


Y sin saber que su hermano menor estuvo tan cerca de él, Jon Nieve entra dentro del torreón donde combate contra Karl, quien no solo es muy bueno con las dagas, sino que también demuestra cuánta razón tiene Bronn cuando le decía a Jaime Lannister que un peleador lleno de mañas siempre le gana a uno que sigue las reglas. Por suerte para el bastardo, una de las hijas-esposas de Craster aprovecha la oportunidad para atacar a Karl por la espalda. Y cuando este se vuelve para matarla, Jon rápidamente le clava a "Garra", dejando que su hoja le salga por la boca. Al hacer el recuento de la batalla, los "Cuervos" encuentran el cuerpo de Locke, aunque no logran comprender qué lo mató. También descubren que el único desertor que parece haber escapado es Rast, lo que pronto deja de ser un problema cuando Fantasma aparece con el hocico manchado de sangre. Un alegre reencuentro para Jon y su huargo, la justicia que se cumple para el Lord Comandante Mormont, y un buen final para este desvío que había tomado la serie con respecto a los libros. Aunque Jon le ofrece a las mujeres de Craster refugio en el Castillo Negro, estas lo rechazan y deciden quedarse en el lado salvaje del Muro, sin temor a lo que pueda venir. Su último deseo es quemar todo aquel lugar, con lo que se cumple así la visión de Jojen.


Las emociones prometen ir en aumento en el siguiente capítulo, titulado "The Laws of Gods and Men", con el esperado enfrentamiento entre los Bolton y los Hombres de Hierro, la visita de Ser Davos al Banco de Hierro de Braavos y el inicio del juicio de Tyrion Lannister por el homicidio del Rey Joffrey. Aquí está el adelanto:

https://www.youtube.com/watch?v=hEb5pEMC7fw

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