El Alto Precio de Ser Spider-Man

En 1973 un arco narrativo en los números 121 y 122 de "The Amazing Spider-Man" transformó el cómic. Lo que sucedió en aquella historia conmovió tan profundamente a lectores e incluso editores, que muchos consideran este como el evento que marcó el final de la llamada Edad de Plata y el inicio de la menos inocente Edad de Bronce del cómic estadounidense. Cuando Gwen Stacy se convirtió en el personaje femenino principal de la película "The Amazing Spider-Man" en el 2012, muchos de inmediato pensamos en aquel evento y si los productores se atreverían a llevarlo a la pantalla. La respuesta se nos revela en "The Amazing Spider-Man 2", la esperada secuela que nos llega de la mano del mismo director de la anterior entrega, Marc Webb. Una película que en lo personal me tenía un tanto nervioso, ya que las primeras críticas que aparecieron en la red no fueron muy favorables. Y sin embargo, lo que vi en pantalla me gustó bastante. Ciertamente algunos elementos de la trama no llegan a funcionar tan bien como la película plantea, pero aún así, salí satisfecho y con ganas de ver una tercera parte.

La película inicia de manera similar a la anterior, durante la infancia de Peter Parker (Andrew Garfield), narrándonos las circunstancias de la muerte del científico Richard Parker (Campbell Scott) y de su esposa Mary Parker (Embeth Davidtz), con la diferencia de que en esta ocasión la historia se da desde el punto de vista de ellos. El doctor Richard huye de OsCorp tras destruir gran parte de su investigación con arañas. Tras grabar un video donde explica sus razones para huir, la entrada de alguien en su oficina lo lleva a decidir dejar al pequeño Peter con su Tía May (Sally Field). Tras abordar un jet para huir a Europa, Richard trata de descargar la información de su computadora hacia una instalación secreta sólo nombrada como Roosevelt. En ese momento son atacados por un asesino vestido como el copiloto, lo que lleva a la muerte de Mary al recibir un disparo y la caída en picada del jet que termina también con la vida de Richard.


Ya en la actualidad, Peter Parker disfruta de ser Spider-Man, el superhéroe de Nueva York, una ciudad que se divide entre la admiración hacia su vigilante arácnido y la condena por operar por sobre la ley. El día de su graduación de secundaria, Spider-Man debe enfrentarse a una banda fuertemente armada de mafiosos rusos liderada por Aleksei Sytsevich (Paul Giamatti), quienes han robado un camión con plutonio radiactivo de OsCorp. Durante la persecución, Spider-Man salva a varios transeúntes, entre quienes está Max Dillon (Jamie Foxx), un inseguro y tímido técnico de OsCorp quien siempre se ha considerado un don nadie. Pero el hecho de ser salvado por Spider-Man genera una gratitud obsesiva de Max con Spidey. Spider-Man logra detener a los malhechores y llega a tiempo para recibir su título durante la graduación. Allí su novia Gwen Stacy (Emma Stone) lo invita a cenar con su familia. Pero la imagen del fallecido Capitán George Stacy (Denis Leary) lo atormenta, hasta el punto que Peter le insiste nuevamente a Gwen que él no puede traicionar de esa manera la promesa que él le hizo a su padre antes de morir de alejarse de ella para protegerla. Gwen ya está cansada de estos fantasmas que persiguen a Peter y les impiden ser felices juntos, por lo que decide ser ella quien termine la relación.


En otra parte de Nueva York, Harry Osborne (Dane DeHaan) regresa llamado por su moribundo padre, Norman Osborne (Chris Cooper). En su lecho de muerte, Norman le revela a su hijo que su enfermedad degenerativa es hereditaria y que por tanto también llevará a la tumba a Harry. Como último legado para su hijo, le deja todo OsCorp junto con las investigaciones genéticas que se venían desarrollando, las cuales tenían como único objetivo encontrar una cura para su enfermedad. Tras la muerte de su padre, Harry recibe la visita de su viejo amigo de infancia, Peter Parker, con quien reanuda una vieja amistad.

Y mientras todo esto ocurre, el inseguro Max Dillon sufre un terrible accidente industrial en OsCorp al resbalar por culpa de una carga eléctrica y caer dentro de un tanque lleno de anguilas eléctricas genéticamente alteradas. Como resultado, a Dillon se le da por muerto. Pero en realidad se ha transformado en un ser capaz de manipular la electricidad y alimentarse de la misma. Ha nacido Electro.


El resto del elenco de esta película lo conforman: Colm Feore como el inescrupuloso miembro de la junta directiva de OsCorp, Donald Menken; Felicity Jones como Felicia, la asistente personal del difunto Norman Osborne; Marton Csokas como el doctor Ashley Kafka, jefe del Instituto Ravencroft; y B.J. Novak como Alistair Smythe, el jefe inmediato de Max Dillon. Por supuesto que al ser esta una película de las franquicias de Marvel, también se da el popular cameo de Stan Lee.


Esta película tiene cuatro grandes ejes argumentales: el misterio detrás de la muerte de Richard Parker, del cual Peter descubre más al descubrir las instalaciones secretas de su padre; los problemas sentimentales entre Peter y Gwen provocados por el temor de él a que ella salga lastimada por causa de ser Spider-Man; la búsqueda desesperada de Harry Osborne de una cura para su enfermedad; y el accidente sufrido por Max Dillon que lo transforma en Electro.

Esta última es la que parecería la trama principal si nos atenemos al mercadeo alrededor de la película. Pero lo cierto es que Electro es en gran parte solo un peón que, tras una espectacular primera batalla contra el héroe arácnido en Time Square, pasa a un segundo plano hasta que es liberado por Harry Osborne para poder retomar el control de OsCorp y tener acceso a los proyectos secretos. Y es que el verdadero adversario es Harry, quien en su desesperación por curar su enfermedad entra en conflicto directo no solo con Peter, sino también con el propio Spider-Man, algo que lo llevará a transformarse en el Green Goblin, el terrible y gran antagonista de Spidey en las viñetas. Incluso ya "derrotado", Harry será el responsable de la aparición de Rhino, quien en realidad tiene un papel menor que no pasa de ser casi un cameo.


Por otra parte, el misterio de la muerte de los padres de Peter se resuelve en esta película de una manera menos espectacular de la que uno hubiese esperado, tomando en cuenta cuán esencial fue para Peter la búsqueda de la verdad durante la primera cinta. Claro está que bien se puede interpretar esta debilidad como una consecuencia directa del aislamiento de esta franquicia con respecto a todo el basto universo de Marvel. Por ejemplo, la referencia que se hace a la venta de secretos científicos por parte de OsCorp a "fuerzas militares extranjeras" hubiese sonado mejor si hubieran podido utilizar el nombre de HYDRA, como sucede en varias versiones de los cómics. Más aún, a pesar de las respuestas que se dan en "The Amazing Spider-Man 2", estas siguen siendo incompletas. Sí, ahora sabemos que Norman Osborne le tendió una trampa a Richard Parker y lo hizo quedar como un traidor. Sabemos que la investigación principal con respecto a las arañas se debía a la búsqueda de la regeneración rápida de lesiones. Sabemos que Richard Parker utilizó su propio ADN en las investigaciones y que por eso la picadura de la araña tuvo la reacción que tuvo en Peter. Pero el resto de alcances de la investigación y sobretodo la información que tanto esfuerzo se tomó Richard por descargar en Roosevelt aún siguen siendo un misterio.


La trama que obtiene más tiempo en pantalla es el conflicto sentimental entre Peter y Gwen. Bastante justificable cuando tomamos en cuenta hacia dónde se dirigía la película. La química entre Andrew Garfield y Emma Stone es bastante buena, lo que ha hecho que esta pareja consiga darnos escenas emocionalmente muy intensas y creíbles. El romance entre ambos personajes es poderoso, llegando a niveles a los que no logró llegar el romance de Peter y Mary Jane en la trilogía anterior de Spider-Man...


Y es aquí cuando hay que hablar de esa escena icónica del cómic llevada a la pantalla en esta película. Creo que todos los comiqueros en la sala de cine contuvimos la respiración cuando escuchamos la risa del Green Goblin acercándose por los aires hacia donde se encontraban Spider-Man y Gwen Stacy. En lo personal nunca he leído la viñeta original, pero sí la excelente interpretación del evento que hicieron Busiek y Ross en el cuarto capítulo de "Marvels" en 1994. En esta película se cambia el escenario, trasladando los hechos desde el Puente de Brooklyn a una torre de reloj. Pero la acción es similar y el trágico resultado es el mismo. El manejo del dolor del héroe que ha pagado el máximo precio es bastante adecuado. Ese tiempo que se toma Parker rehusándose a ser Spider-Man mientras la ciudad se sume en el caos provocado por una ola criminal alentada por el propio Harry Osborne, y ese momento definitorio donde las palabras de Tía May y el discurso de graduación de Gwen Stacy hacen volver al héroe, hacen ecos con aquella conocida frase que muchos relacionan con Spider-Man, "un gran poder conlleva una gran responsabilidad". Puntos extra para la producción que decidió postergar la entrada del personaje de Mary Jane Watson hasta la próxima película.


Los efectos especiales de la película son impecables, dándonos secuencia de acción tras secuencia de acción, con una visión fluida del superhéroe arácnido y todas sus acrobacias, incluyendo muchas de las poses más famosas del personaje. Uno de los grandes logros de estas secuencias es el uso del tiempo congelado para transmitirnos ese complejo poder del "sentido arácnido" mediante el cual Spider-Man es capaz de percibir y evaluar una situación en milésimas de segundo para reaccionar de manera adecuada. Si a eso se le suma ese humor propio de Spider-Man que incluye el ringtone de su celular con la pieza de la serie animada clásica, tenemos una película que en definitiva está hecha para el deleite de los fanáticos.


La aparición final de Rhino, la existencia ahora de Green Goblin, y los equipos tecnológicos que vemos en OsCorp que nos adelantan la aparición de Vulture y Doctor Octopus, nos ponen a soñar con un excelente aprovechamiento de esa magnífica galería de villanos que posee Spider-Man. Además, ¡allí está también Felicia! ¿Será que pronto nos deleitaremos con una Black Cat en la gran pantalla?

¿Desperdicio del personaje de Electro? ¿Trama aburrida y superficial? ¿Más de lo mismo? Yo la verdad no entiendo a qué se refieren estas críticas. Para mí "The Amazing Spider-Man 2" sigue el buen camino trazado por su predecesora y nos da a muchos fanáticos ese Spider-Man que todos necesitábamos para superar el desastre del cierre de la trilogía anterior. Para mí, este sí es el Spider-Man que vale la pena ver.

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