No Se Puede Confiar en Nadie
El Universo Cinemático de Marvel nunca volverá a ser el mismo. Si durante su primera fase, Marvel consolidó a sus personajes como grandes héroes listos para unirse y salvar al mundo en "The Avengers", durante esta segunda fase lo que hemos visto es un debilitamiento de estas poderosas figuras. Pero en esta segunda entrega de Captain America, dicho debilitamiento ha llegado a un nuevo nivel. Antes de continuar debo advertir que debido a la manera en que se manejó la trama de esta película, es casi inevitable lanzar spoilers para reseñarla. Por ello, si no han visto aún "Captain America: The Winter Soldier", lo mejor es dejar de leer en este preciso momento. Quedan avisados.
"Captain America: The Winter Soldier" es hasta el momento la película más profunda y con consecuencias más intensas de todas las producidas por la productora de la editorial comiquera estadounidense. Dirigida de manera magistral por los hermanos Anthony y Joe Russo, es un cambio total en cuanto a la manera de trabajar al personaje con respecto a "Captain America: The First Avenger". Mientras en aquella cinta la historia del superhéroe se nos presentó como una emocionante película de guerra ambientada durante la Segunda Guerra Mundial, para esta segunda parte la narración se fundamentó en una excelente intriga política y de espionaje, en la cual se borraron las líneas que separaban a héroes de villanos y el Capi se enfrentó a un mundo demasiado complejo que cuestionó todas sus creencias patrióticas.
La película inicia mostrándonos cómo Steve Rogers (Chris Evans) trata de adaptarse a la vida moderna después de los acontecimientos en "The Avengers". Visto como un héroe por las nuevas generaciones, su vida personal aún no logra adaptarse del todo, siendo una persona un tanto solitaria pues ya todos los amigos están muertos o ancianos. Justamente en esta primera escena, en la cual se ejercita corriendo por Washington, hace amistad con Sam Wilson (Anthony Mackie), un paracaidista de rescate veterano que trata de adaptarse a la vida civil después de perder a su compañero en el frente de batalla. La otra gran amistad de Rogers es la Agente Natasha Romanoff (Scarlett Johansson) mejor conocida como Black Widow.
Junto a ella, es llamado por S.H.I.E.L.D. para una operación secreta de rescate cuando el barco de la agencia, el Lemurian Star, es secuestrado por el mercenario Batroc (Georges St-Pierre). Entre los tripulantes del carguero se encuentra el Agente Sitwell (Maximiliano Hernández), lo que llama la atención de Black Widow. La operación es respaldada por un comando S.T.R.I.K.E. liderado por Brock Rumlow (Frank Grillo). Aunque la operación es un éxito, Captain America descubre que Black Widow robó información de la computadora del buque como parte de una misión secreta que le encargó el propio director Nick Fury (Samuel L. Jackson). Cuando Rogers le reclama a Fury por no confiar en él, este decide que ha llegado la hora para que el Capi se entere del Proyecto Insight: bajo la base de Triskelion, se prepara el lanzamiento de 3 helicarriers de alta tecnología y gran poder de fuego que le permitirá a S.H.I.E.L.D. mantener un ojo sobre el mundo y neutralizar cualquier amenaza terrorista antes que se presente. Para Steve Rogers algo así va en contra de la libertad de las personas y se muestra en contra de ello.
Cuando Fury revisa la información que le trajo Black Widow, se da cuenta que alguien dentro de S.H.I.E.L.D. ha alterado el Proyecto Insight. Preocupado de que S.H.I.E.L.D. haya sido infiltrado, recurre a Alexander Pierce (Robert Redfort), su viejo amigo y miembro del Consejo Mundial de Seguridad. Este de inmediato pone en pausa el proyecto mientras Fury investiga. Pero antes que pueda comenzar, el director es atacado en la calle por un comando altamente armado liderado por el letal Winter Soldier (Sebastian Stan). Gravemente herido, Fury logra huir y se refugia en el apartamento de Rogers. Allí lo encuentra el Capi, a quien el director le revela la infiltración que ha sufrido la agencia mientras le da una llave con la información del Lemurian Star y le advierte que no debe confiar en nadie. Antes que pueda decirle nada más, recibe varios impactos de bala desde la ventana. Rogers se enfrenta al tirador quien resulta ser Winter Soldier. En el hospital, Fury es declarado muerto. Rogers es llamado por Pierce para que le explique por qué Nick Fury estaba en su apartamento cuando murió. Recordando las palabras del director, Rogers se niega a responder. Pero cuando trata de salir de Triskelion, es atacado por Rumlow y los S.T.R.I.K.E. Convertido en fugitivo de S.H.I.E.L.D., Captain America solo podrá confiar en Black Widow y Sam Wilson (quien toma el nombre de Falcon) para descubrir qué es lo que está ocurriendo dentro de S.H.I.E.L.D. y para quién trabaja Winter Soldier.
El elenco de la cinta es completado por: Cobie Smulders como la Agente Maria Hill; Emily VanCamp como la Agente 13 Sharon Carter; Toby Jones como el científico de HYDRA Arnim Zola; Hayley Atwell como una Peggy Carter ya anciana; y Garry Shandling regresando a su papel del Senador Stern. Además, durante la película se da el ya tradicional cameo de Stan Lee. Una de las dos escenas después de créditos sirve para presentar a tres personajes que tendrán un papel importante en la próxima película de Avengers: el Baron Wolfgang von Strucker (Thomas Kretschmann), Scarlet Witch (Elizabeth Olsen) y Quicksilver (Aaron Taylor-Johnson).
Uno de los grandes aciertos de "Captain America: The Winter Soldier", es atreverse a hacer un comentario político en una película comiquera. Después de todo, muchos cómics de Marvel han reflejado los debates y los sucesos políticos que se dan en Estados Unidos. Basta con recordar por ejemplo el contexto en el que se dio "Civil War" y la muerte de Captain America. En esta película, el gran conflicto entre Rogers y S.H.I.E.L.D. es un debate que ya tiene su rato: ¿Es válido sacrificar libertades civiles bajo el pretexto de la seguridad nacional? Para Rogers, quien luchó en la guerra en contra del totalitarismo, la respuesta es un no rotundo. Pero también está la óptica de Nick Fury, quien insiste en que el mundo que debe vigilar S.H.I.E.L.D. no es uno idealizado como en el que cree Rogers. Por el contrario, es un mundo lleno de amenazas y peligros. Pero esta visión fácilmente nos lleva a la paranoia y al caos, como ocurre en la historia, donde pronto ya no es sencillo reconocer a los amigos de los enemigos. Y esa es quizás una de las virtudes de esta película: demostrarnos cómo la desconfianza y el temor solo parecen llevar a un estado en el cual las personas están dispuestas a entregar su libertad voluntariamente. Un paraíso para el fascismo.
La incorporación de una gran figura del cine como Robert Redfort sin duda alguna potencia esta capacidad de discurso, pues el veterano actor es bien conocido por participar en producciones que tienden a poner el dedo en la llaga cuando se trata del debate político en Estados Unidos. Aquí, nos da a un personaje que representa justamente esa visión ideológica que está dispuesta a ver en los demás a un enemigo. Su poder de manipulación lo hace uno de los adversarios más poderosos para Captain America, principalmente porque es parte del sistema que el héroe ha prometido defender.
La principal aliada de Rogers es un personaje que no puede ser más distinto a Captain America. Black Widow es una espía que no tiene reparos en hacer lo que sea necesario. Aunque tiene un código moral, este no es tan estricto como el de Rogers, lo que le permite siempre moverse en esas zonas grises que para el Capi es difícil ver. Es gracias a ella que Captain America no zozobra en una maraña de mentiras y traiciones para las cuales el supersoldado no está tan preparado. Pero a su vez, el firme idealismo de Rogers hace que Natasha vaya dejando su manera cínica de moverse por el mundo que le hemos conocido desde "Iron Man 2". Para el final de la cinta, ella está dispuesta a destruir su preciado anonimato para salvar un ideal de libertad y detener así a los villanos.
Aunque el Capi tiene a otros aliados en esta lucha, es una lástima que no hayan tenido un mayor protagonismo. Falcon no pasa de ser un sidekick relegado a un tercer plano para darle espacio a la excelente dupla Captain America / Black Widow. La idea de generar a este superhéroe a partir de tecnología de vuelo militar de punta, le da un potencial que apenas se ha explotado. Por su parte, la aparición de la Agente 13 lo deja a uno con ganas de más. Ciertamente ella tiene su buena dosis de acción y queda claro hacia dónde está su lealtad, pero su interacción en pantalla con Steve Rogers es mínima. Uno incluso llega a salir del cine sin percatarse del parentesco entre Sharon Carter y Peggy Carter. Sería una buena idea poder ver más de ella en un One Shot tal y como hicieron con Peggy.
Opuesto a Captain America está Winter Soldier, un eficaz asesino aparentemente creado por los soviéticos que, según le narra Black Widow a Rogers, para muchos no es más que una leyenda. Pero ella bien sabe que no es así, pues en su cuerpo tiene una herida de bala producto de interponerse en una ocasión entre el asesino y su víctima. Winter Soldier es un supersoldado igual que el Capi, lo que lo hace un rival digno y peligroso. Pero más allá de su armamento, su brazo robótico, su fuerza y su destreza, lo que hace tan peligroso a este oponente es su identidad, pues no es otro más que Bucky Barnes, el gran amigo de infancia de Rogers, caído en acción como el único de los Comandos Aulladores que dio su vida en el campo de batalla. O al menos eso es lo que todos pensamos cuando lo vimos caer de aquel tren en "The First Avenger". Aquí descubrimos que fue encontrado por Arnim Zola, quien decidió terminar su experimentación en él. Proyecto que después pasó a manos de los soviéticos al finalizar la guerra. Sin memoria de quién fue, se le preparó como el asesino máximo, obediente, imparable y letal. ¿Cómo derrotar a alguien a quien alguna vez se quiso como a un hermano? Este es el gran dilema al que se enfrenta Captain America para poder detener a Winter Soldier.
A este gran villano hay que añadirle un par más sacados directamente de los cómics. Batroc es un personaje interesante, pues como mercenario sus habilidades se alquilan al mejor postor, tal y como se ve en esta cinta. Experto en savate, en las viñetas se las ha arreglado para darle una buena paliza a algunos héroes. Otro mercenario también sacado de los cómics es Rumlow, a quien quizás los fanáticos no reconozcan por ese nombre, pero sí por su alias de Crossbones. Y dado el final que tiene Rumlow en esta cinta, no es de extrañar que pronto lo veamos usando dicho alias en las películas de Marvel.
Es poco lo que se puede decir más sin provocar un mayor spoiler hacia la revelación que le da un giro completo a las películas de Marvel. Basta decir que esta historia ve el resurgimiento de HYDRA, el gran enemigo de S.H.I.E.L.D., que había permanecido latente en la oscuridad esperando su momento para actuar. Sí, quizás los héroes logran detener los planes de HYDRA una vez más. Pero, ¿a qué precio? Además, ¿realmente los detuvieron? Dado cómo terminan las cosas para S.H.I.E.L.D. y la escena posterior a los créditos donde descubrimos que aún hay células de HYDRA funcionando como si nada, cabe preguntarse de quién fue realmente la victoria.
El Universo Cinemático de Marvel nunca volverá a ser el mismo...
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