Game of Thrones: Reseña Episodio 32

¡El Rey ha muerto! ¡Qué arda en los Siete Infiernos! "The Lion and the Rose" es posiblemente el episodio más gratificante hasta el momento para millones de fanáticos de "Game of Thrones" alrededor del mundo. Durante más de 30 episodios de esta gran serie nos tocó soportar la crueldad y sadismo de Joffrey Baratheon, mientras el mimado de la Corona hacía sufrir de forma implacable a todo personaje con algo de moral y decencia que se le ponía en el camino. Pero ya esos días terminaron. El monarca más odiado de la televisión encontró su final de una manera cruel que sacó aplausos en todos los televidentes que celebraron el fin de este miserable tirano. George RR Martin nos regala así la "Boda Púrpura" como compensación emocional por los traumas de la "Boda Roja"... y nos confirma de paso que organizar una boda estilo Poniente no es una buena idea.

Pero el inicio del capítulo 32 de la serie nos llevó a encontrarnos con otro sádico miserable. Ya en los créditos del episodio anterior había aparecido Fuerte Terror, el bastión en el Norte de la Casa Bolton. Pero no fue sino hasta este capítulo cuando por fin nos reunimos con la familia que tiene al hombre desollado como escudo. Ramsay Nieve salió a cazar chicas junto a su nuevo mejor amigo Hediondo. ¿Se acuerdan de Theon Greyjoy? Pues Hediondo es lo que queda de él. La desafortunada presa del día es una sirvienta de nombre Tansy, quien se ganó los celos de Myranda, la igualmente sádica amiguita de Ramsay. Después que Myranda le clava una flecha en la pierna, el bastardo da la orden a sus perros para que la devoren viva. Más adelante vemos la llegada de Lord Roose Bolton a su fortaleza, en compañía de su nueva esposa Walda Frey y Locke, el hombre que le cortó la mano al Matarreyes. ¿Y adivinen qué? ¡Locke y Ramsay son amiguísimos! ¡Par de psicópatas! Lord Bolton no se mostró nada feliz con el estado en que su bastardo ha dejado al hijo de Balon Greyjoy, pues para él, Theon era un prisionero valioso para lograr que los Hombres de Hierro abandonen el Norte. Para demostrarle que Hediondo es más útil ahora porque les es leal, Ramsay se juega su propio cuello al darle a Theon una navaja afilada y pedir que lo afeite. El nivel de servilismo y voluntad quebrantada en quien una vez se hizo llamar orgullosamente Príncipe de Invernalia es bastante impactante de ver. Incluso el dolor contenido cuando se entera de la muerte de Robb Stark a manos de Lord Bolton. Al final, Roose Bolton envía a Locke hacia el Castillo Negro para cazar a Bran y Rickon, mientras que Ramsay y Hediondo son enviados a Foso Cailin para expulsar a los Hombres de Hierro y liberar el paso hacia el Norte.

Más allá del Muro, Bran Stark comienza a preocupar a sus compañeros, pues pasa más tiempo dentro de la mente de Verano que en su propio cuerpo, Meera y Jojen le advierten de no olvidar quién es y no perderse dentro de su huargo. Algo que a Bran le es difícil debido al hambre y el cansancio que el grupo está sufriendo en el territorio salvaje. En medio del camino Bran lográ ver un Árbol Corazón y le pide a Hodor que lo lleve hasta su tronco. Al tocarlo, el Cuervo de Tres Ojos se comunica con él, mientras se suceden una serie de visiones sobre el pasado, presente y... ¿futuro? Dos de las visiones llaman poderosamente la atención: la sombra de dragones volando sobre Desembarco del Rey, que no queda claro si es el pasado o el futuro lo que se está vislumbrando; y el salón del Trono de Hierro destruido y cubierto de nieve, que es la misma visión que los Hechiceros le mostraron a Daenerys en la Casa de los Eternos de Qarth. Al dejar de tocar el tronco, Bran le dice a sus compañeros que ya sabe hacia dónde tiene que ir.

En Rocadragón, Stannis Baratheon y Melisandre pasan el tiempo quemando gente. Y entre los sacrificados se encuentra Ser Axell Florent, el hermano de la Reina Selyse, acusado de herejía al negarse a quemar las imágenes de los Siete. ¿Y qué dijo la esposa de Stannis al respecto? La muy loca y fanática estaba feliz de que su hermano fuera purificado de todo pecado mediante las llamas del Señor de la Luz. Incluso el propio Stannis y por supuesto Ser Davos se mostraron más incómodos al respecto. Y la incomodidad fue aún más durante la cena, cuando Selyse mencionó la necesidad de diciplinar a su hija Shireen, por quien parece no tener mucho cariño. Pero Stannis (quien sí ama a su hija) se lo prohíbe. Para no dejarse derrotar, Selyse recomienda que Lady Melisandre hable con la princesa. Cuando la Mujer Roja se encuentra con la niña, se nota que esta no tiene mucho aprecio por la sacerdotisa. Y menos ahora que ha quemado a su tío favorito. Aquí nos enteramos que la niña ha leído "La Estrella de Siete Puntas", el libro sagrado de los Siete, y de allí su reticencia a aceptar la nueva fe del Señor de la Luz. A pesar de este detalle, parece que Melisandre le tiene más cariño que su propia madre.

Momento de ir a Desembarco del Rey, donde se concentraron la mayoría de los eventos de este capítulo. Por fin tuvimos en pantalla el esperado reencuentro entre Ser Jaime Lannister y su hermano Tyrion. Una escena que nos sirvió para recordar que el Matarreyes es quizás el único Lannister que tiene cariño por el Gnomo. Jaime le confiesa a su hermano menor su inutilidad tras perder la mano de la espada, pero este le anima a entrenar con la izquierda. Y no solo le anima, sino que también le recomienda con quién puede practicar de manera discreta: el siempre eficiente Bronn. Estos dos entrenando es un momento que muchos hemos querido ver, sobretodo porque no sucede en los libros. El papel que asume aquí Bronn era de Ser Ilyn Payne. Pero tras la salida de la serie del actor Wilko Johnson debido al diagnóstico de un cáncer terminal, existían rumores de que los productores variarían la historia para no tener que hacer un casting nuevo del personaje y así honrar a Wilko. Un cambio que además soluciona qué hacer con Bronn, pues su historia secundaria en los libros no existe en la serie y es un personaje bastante popular. Bien jugado por parte de la producción.

La relación entre Tyrion y Shae llega a su punto de quiebre después que Lord Varys alerta al Gnomo que la identidad de Shae ya es de conocimiento de la Reina Cersei y que lo más seguro es que pronto llegue a oídos de Lord Tywin Lannister. Recordando las amenazas de su padre sobre colgar a la siguiente ramera con la que se acostara, Tyrion toma la muy difícil decisión de deshacerse de Shae. Algo que por cierto hace de una pésima manera, pues en lugar de decirle la verdad, el Gnomo está tan convencido de la terquedad de ella que prefiere destrozarle el corazón diciéndole que ya no la ama, que ella es solo una prostituta y que no puede estar con una prostituta. De inmediato le ordena a Bronn que se lleve a la desdichada Shae a un barco que parte hacia Pentos. Ciertamente Shae siempre ha sido muy terca, pero el método elegido por Tyrion para protegerla fue bastante cruel. Y es muy posible que esto vaya a tener consecuencias. Después de todo, Shae es tan apasionada como vengativa.

El gran evento del episodio fue la boda real entre Margaery Tyrell y Joffrey Baratheon, una ocasión que nos permitió conocer a un nuevo personaje en la serie: el inútil (según palabras de su madre) Lord Mace Tyrell, Señor de Altojardín, Protector del Sur y padre de Margaery y Ser Loras. El primer momento en que lo vemos es durante el desayuno en honor al novio, durante el cual Mace Tyrell le regala un fino cáliz de oro enjoyado. El siguiente regalo para el monarca es de parte de Tyrion, quien le da a su despreciable sobrino una copia de una historia sobre la vida y obra de cuatro grandes monarcas Targaryen. Para el asombro de todos, Joffrey se muestra agradecido por el obsequio... aunque la máscara se le cae pronto. Cuando su abuelo le regala la segunda espada de Acero Valyrio hecha a partir de Hielo, lo primero que hace el desgraciado Joffrey es probar su filo destrozando el regalo que le acaba de dar Tyrion. Ese sí es el Joffrey que conocemos.

Tras la boda, todos los invitados se reúnen para la gran fiesta, aunque parece que nadie está cómodo y las chispas y la tensión invaden el aire. En medio del esplendor y el derroche, George RR Martin (quien hizo el guión de este capítulo) aprovecha para recordarnos los fuertes conflictos y poco cariño existentes entre los principales habitantes en Desembarco del Rey. Desde las sutiles luchas verbales entre Lady Olenna Tyrell y Lord Tywin Lannister, hasta las insinuaciones cortantes y amenazas directas de Cersei contra Brienne o el Maestre Pycelle. Incluso Jaime se pone a la altura de la ocasión al amenazar a Ser Loras Tyrell debido a su compromiso con Cersei. Amenaza que Ser Loras logra devolverle a modo de comentario ácido al decirle que si bien puede que él no llegue a casarse con la Reina Regente, tampoco lo hará Ser Jaime. ¡Eso dolió! Otra buena amenaza velada se da entre Oberyn Martell y Ellaria Arena contra Lord Tywin y Cersei. No sólo la Víbora Roja deja en claro que los Martell aún recuerdan la muerte de la princesa Elia y sus pequeños hijos por orden de los Lannister, sino que les recuerda que la princesa Myrcella está en posesión de ellos en Dorne.

¿Y el novio? Joffrey Baratheon aunque inicialmente trató de comportarse como se debe, pronto dejó salir su verdadero ser, tirándole monedas a unos músicos para que se callaran o haciendo que los invitados le lanzaran comida a su bufón Ser Dontos sólo porque lo estaba aburriendo. Pero su momento de gloria llegó cuando se las ingenió para ofender a la mitad de los invitados haciendo que unos enanos disfrazados recrearan la Guerra de los Cinco Reyes. Tres fueron los principales insultados: Sansa Stark, quien tuvo que sufrir una cruel representación burlona de la decapitación de su hermano; los Tyrell, a quienes no les pareció nada gracioso que la montura de un lascivo Renly Baratheon se pareciera tanto a Ser Loras; y Tyrion Lannister, quien vio cómo su sobrino hacía mofa de él por ser enano. La única que no hacía ningún intento por ocultar su diversión era la Reina Regente. Incluso Lord Tywin miraba el espectáculo con un gesto que daba a entender que su nieto se estaba pasando de la raya.

Tras la representación, la burla de Joffrey hacia su tío fue en aumento cuando lo "invitó" a unirse a los actores. La tolerancia de Tyrion llegó a su límite y de manera muy diplomática se negó, al mismo tiempo que cuestionó la valentía y virilidad de su sobrino. Este, furioso, le derramó el vino de su copa sobre la cabeza y le ordenó que fuese su copero y le sirviera más vino. Las burlas fueron a más al lanzar la copa al piso y ordenarle a Tyrion que se arrodillara al servirle. Margaery, tratando de relajar la situación, distrajo la atención de Joffrey con la llegada del pastel. Pero cuando Tyrion y Sansa quisieron marcharse discretamente, Joffrey volvió a las andadas y les ordenó quedarse... Y fue aquí cuando comenzó el gran momento. Al principio parecía una simple tos, pero pronto quedó claro que el vil monarca se estaba ahogando con el bocado de pastel en la boca. Ser Jaime y Cersei corrieron en su auxilio mientras el pánico aumentaba entre los invitados. Fuera de la atención de todos, Ser Dontos se acercó a Sansa y le dijo que había llegado el momento para huir. Mientras, el rostro de Joffrey se ponía morado y la sangre emanaba de su nariz y boca, dejando claro que el rey había sido envenenado. Sus últimos esfuerzos fueron para señalar su copa, en ese momento en manos de un desconcertado Tyrion. Y así, aterrado, en brazos de su madre y de una manera terrible, murió uno de los reyes más crueles que han visto los Siete Reinos.

Claro que toda celebración por parte de los fans se vio un tanto opacada por el hecho de que Cersei de inmediato ordenara el arresto de Tyrion, responsabilizándolo directamente por el magnicidio. Muy malas noticias para el Gnomo.

"The Lion and the Rose" tal vez deja un cierto sinsabor porque no tuvimos aparición ni de Daenerys ni de Arya, dos de los personajes favoritos del público. Pero a ellas las veremos nuevamente en el siguiente capítulo, titulado "Breaker of Chains". He aquí el adelanto:

https://www.youtube.com/watch?v=vwGkL7Trjk8