Game of Thrones: Reseña Episodio 16
Con el
episodio 16 de “Game of Thrones”, titulado “The Old Gods and the New”, hemos
entrado en una competencia entre el Rey Joffrey y Theon Greyjoy para demostrar
cuál de los dos puede llegar a ser el más miserable. Este capítulo nos ha dado
suficientes motivos para odiar a ambos personajes, y con ganas.
Tan sólo
iniciando el episodio nos topamos con que Theon está replanteando aquello de
robarle un dulce a un bebé: en esta ocasión le quita la fortaleza a un niño
lisiado. ¡Se podrá ser más mezquino! Uno no sabe qué es lo más despreciable: el
traicionar a la familia que prácticamente lo crió o el que trate de convencer a
todos que la toma de Invernalia ha sido una gran hazaña militar. Evidentemente
el odio de los súbditos de los Stark aumenta cuando el heredero de los Greyjoy
insiste en compararse con Ned Stark. Y cuando ya parecía ser suficientemente
despreciable, aún toma otra decisión equivocada al decapitar al leal Ser Rodrik
para demostrar su "valor" ante sus propios hombres, a pesar del llanto de Bran y
los ruegos del Maestre Luwin. Y ni para una ejecución limpia sirvió el
miserable Theon, quien provocó tal desastre que sólo aumentó nuestra
indignación ante la forma tan ingrata en que murió el viejo caballero. “Los
dioses te ayuden, Theon Greyjoy. Ahora estás verdaderamente perdido”. Si en
algún momento llegamos a sentir simpatía por la terrible encrucijada en que lo
ponía su padre, ahora lo único que deseamos es que Theon encuentre la terrible
muerte que se merece por traidor.
Las
noticias de lo acontecido en Invernalia llegan pronto a Robb y Catelyn en el
campo de batalla. Ante la posible pérdida de sus hijos más pequeños, una
afligida Cat le recrimina amargamente a su primogénito el haber confiado en
Theon a pesar de sus advertencias. Y aunque Robb lo que más desea es regresar
al Norte para poner la cabeza de su mejor amigo en una estaca, es disuadido de
ello por Roose Bolton, quien se compromete a enviar órdenes a Fuerte Terror
para que su hijo bastardo se encargue de Greyjoy. Pero para Theon los problemas
se vendrán antes de tener a sus enemigos a las puertas de Invernalia. La
salvaje Osha se encarga de engatusarlo para darle por donde más le duele. O más
bien por donde más le gusta, para después darle por donde le duele. Tras
convencerlo de hacerla su concubina, ella sirve de instrumento para el escape
de Bran y Rickon Stark, con quienes huye a mitad de la noche en compañía de
Hodor, Peludo y Verano. A Theon no le va a gustar nada cuando se despierte.
Y hablando
de salvajes, Jon Nieve continua su aventura con el grupo de Qhorin Mediamano.
Tras atacar a unos vigías de Mance Rayder, el bastardo de Ned Stark debe tomar
una difícil decisión cuando se ve obligado a ejecutar a una joven salvaje de
nombre Ygritte. Todos sabemos que el buen Jon es más noble de lo que le conviene,
y el pobre simplemente no puede quitarle la vida así porque así. ¿El resultado?
Ygritte se escapa, Jon corre tras ella y los dos se pierden en la fría
desolación. Estoy seguro que mientras ambos estaban acostados juntos, tratando
de sobrevivir al frío, e Ygritte insistía en restregar sus caderas contra Jon
sólo para fastidiarlo, el noble bastardo debe haber pensado: “¿Por qué no le
rebané el cuello cuando pude?”
Mientras
tanto, en Harrenhal, Arya Stark nos sigue deleitando con sus excelentes diálogos
con Tywin Lannister. Estos dos
personajes han desarrollado una interacción fascinante, gracias a la cual
podemos adentrarnos más en el alma del Señor de Roca Casterly y en los
sentimientos hacia su problemática familia. Pero esta semana le ha tocado a
Arya darse un par de buenos sustos. El primero con la llegada de Meñique para
entrevistarse con Lord Tywin con motivo de lograr un acuerdo entre los
Lannister y los Tyrell en contra de Stannis Baratheon. Evidentemente Meñique
conoció a Arya en Desembarco del Rey, por lo que ella tuvo que hacer un sinfín
de cabriolas para servir de copera a su señor al mismo tiempo que evitaba que
Lord Baelish le mirara el rostro. El segundo susto se lo llevó cuando Amory
Lorch la descubrió robando unas órdenes de combate a Lord Tywin. La pequeña
estuvo a punto de ser delatada, pero para su suerte Jaqen H`ghar estaba cerca.
Así, nuestra zozobra dio paso a la carcajada cuando Lorch abrió la puerta de la
recámara de Lord Tywin para de inmediato caer muerto con un dardo en el cuello.
Y aunque al principio pensé que Arya desperdició el segundo nombre de su lista
mortal, de inmediato recordé que Lorch fue el miserable que mató a Yoren, y los
Siete Reinos estarán mucho mejor sin él. Eso sí, a Arya sólo le queda un nombre
para susurrarle a Jaqen: será mejor que lo aproveche bien.
Sansa Stark
también fue protagonista esta semana, aunque nuevamente le tocó pasar un muy
mal rato gracias al imbécil de Joffrey. Los acontecimientos en Desembarco del
Rey iniciaron con la despedida de la princesa Myrcella, a quien Tyrion envía a
Dorne para casarse a cambio del apoyo militar de los Martell. Cersei aprovecha
para lanzar una amenaza contra su hermano, pero todo esto se ve eclipsado
cuando la comitiva real regresa a la Fortaleza Roja atravesando las calles de
la ciudad, llena de hambrientos y disconformes. Es entonces cuando Joffrey
recibe un poco de boñiga en la cara, y su inteligente respuesta es ordenar que
se ejecute a los responsables. En cuestión de segundos se desata el caos y una
turba furiosa cae sobre nobles y soldados. Los Lannister logran llegar a duras
penas a resguardo no sin antes contemplar cómo el Septón Supremo era
despedazado vivo por la chusma. La cara de pánico de Joffrey ante la revuelta
no tiene precio, y más aún después de la bofetada que su sulfúrico tío le lanza
por ser tan idiota. Pero la pobre Sansa se ve aislada de la comitiva y está a
punto de pagar los platos rotos cuando es atrapada por un grupo de alborotadores que desea violarla. Solo la heroica intervención de El Perro la salva,
demostrando una vez más que a pesar de todo, Sandor Clegane es quizás uno de
los pocos que, dentro de sus propios parámetros, tiene algo de honor en esa
corte.
Finalmente,
al otro lado del Mar Angosto, Daenerys Targaryen continúa buscando el apoyo de
los ricos mercaderes de Qarth para regresar al Poniente y reclamar el Trono de
Hierro. Pero no sólo topa con negativas, sino incluso con burlas y desprecio. Ni siquiera su discurso de “Yo soy Daenerys de
la Tormenta” le ayuda a conseguir algún barco sin que tenga que regalar uno de
sus dragones o acostarse con alguien. Frustrada, regresa a la mansión de Xaro
Xhoan Daxos sólo para encontrarse con los guardias muertos al igual que Irri, y
con las jaulas de sus pequeños dragones vacías. ¿Quién es el responsable de
haberse robado a los hijitos de Dany? Eso es algo que ella tendrá que resolver
en el próximo episodio, pues sin ellos, la Madre de Dragones no es más que una
chiquilla desamparada y temerosa. ¿Soy sólo yo o alguien más sentía que
quedarse en Qarth era una pésima idea? ¿Y dónde está Ser Jorah cuando más se le
necesita?
He aquí el
resumen en video del capítulo 16 de “Game of Thrones”:
Y un
adelanto de lo que se viene en el episodio 17:
http://www.youtube.com/watch?v=RaVcUyzc-dA&feature=g-user-u
http://www.youtube.com/watch?v=RaVcUyzc-dA&feature=g-user-u
Comentarios