¡¡¡Khaaaaaannnnnn!!!

Así es. Para los que aún no se habían dado cuenta, el gran enemigo al que el capitán James Tiberius Kirk y la tripulación del USS Enterprise deben enfrentarse en esta segunda entrega dirigida por JJ Abrams de la saga de "Star Trek" es el único e inigualable Khan Noonien Singh. Una vez más se demuestra la gran capacidad de Abrams de tomar una historia que algunos consideraban demasiado gastada, y revitalizarla para una nueva generación, contándola desde el inicio sin borrar todo el canon establecido a lo largo de casi 50 años de historia. Y es que "Star Trek: Into Darkness" es la décimo segunda película de la popular franquicia, la cual cuenta además con 5 series de televisión y 1 serie animada, así como novelas, cómics, videojuegos, etc.

Como muchos esperábamos, "Into Darkness" sigue explorando la nueva línea espacio temporal generada por los cambios en los acontecimientos históricos que generó el viaje hacia el pasado del romulano Nero y su nave Narada. Al mando de la USS Enterprise, Jim Kirk (Chris Pine) demuestra ser un capitán osado, capaz incluso de saltarse algunas reglas para hacer lo correcto. Sin embargo, sus acciones van demasiado lejos en el planeta Nibiru, donde permite que la población indígena vea la nave en un intento por rescatar a su primer oficial Spock (Zachary Quinto) de un volcán en erupción. El Alto Mando lo acusa de violar la Directiva Primaria de la Flota Estelar al haber interferido en la evolución tecnológica de una civilización primitiva y lo remueve de su cargo. El suceso amenaza con quebrar la amistad entre Kirk y Spock, pues irónicamente fue un informe de este último lo que delató al capitán. Aunque Kirk reconoce que la naturaleza vulcana de Spock es lo que le impide mentir, se siente frustrado pues este no hace uso de su lado humano. Conflicto similar emerge entre Spock y Nyota Uhura (Zoe Saldana), pues ella siente que Spock usa su lógica vulcana como una barrera en la relación sentimental entre ambos. Por intervención del almirante Christopher Pike (Bruce Greenwood), quien está nuevamente al mando del Enterprise, Kirk es nombrado su primer oficial.


Mientras, en Londres, un archivo de la Flota Estelar es destruido en un ataque terrorista perpetrado por un misterioso oficial de nombre John Harrison (Bennedict Cumberbatch). El Alto Mando se reúne de emergencia con los capitanes y primeros oficiales de las naves cercanas a la Tierra, pero la reunión también es blanco de Harrison, causando la muerte de varios almirantes, entre ellos Pike. Lleno de ira y dolor ante la muerte de su mentor, Kirk solicita al almirante Alexander Marcus (Peter Weller) que lo restituya como capitán del Enterprise, para así dar persecución al fugitivo Harrison, quien logró escapar utilizando la fórmula trans-warp para teletransportarse a Kronos, el planeta de los klingons, con quienes la Federación de Planetas está al borde de la guerra. Para evitar que la acción desencadene el conflicto, el Enterprise deberá hacer su incursión de manera sigilosa y lanzar varios torpedos contra la superficie, para liquidar así a Harrison. Tal acción, muy contraria a las normas de la Federación, encuentra oposición en varios miembros de la tripulación, entre los que se cuentan el doctor Leonard McCoy (Karl Urban), el oficial técnico Scotty (Simon Pegg) y el propio Spock. Pero esta misión a Kronos pondrá a la tripulación del Enterprise en el mayor de los peligros al revelarse la identidad de Harrison como el super hombre Khan Noonien Singh y descubrirse ante ellos el lado más oscuro de la Flota Estelar. Algo que les hará preguntarse quién es realmente el enemigo.


El resto del reparto lo componen Anton Yelchin como Pavel Checov, John Cho como Hikaru Sulu y Alice Eve como la doctora Carol Marcus. Para los fanáticos de la serie también hay un cameo del Spock original, Leonard Nimoy, quien había tenido un papel importante en la película anterior y que aquí sale brevemente en un diálogo con Zachary Quinto donde recuerda sus propios encuentros con Khan en su línea de tiempo (que corresponden al episodio "Space Seed" de la serie original y la excelente segunda película de la franquicia "The Wrath of Khan", de 1982, considerada por muchos como la mejor película de "Star Trek").


JJ Abrams nos ofrece una película hecha para un público amplio pero con los fanáticos trekkers como eje fundamental. Es por ello que esta historia es rica en referencialidades a todo el universo de "Star Trek". Desde elementos como la aparición de los peludos tribbles, hasta la mención de la enfermera Chapel o el hecho de que a Hikaru Sulu se le dé el mando de la nave, pues él llegó a ser capitán del USS Excelsior en "Star Trek VI: The Undiscovered Country". Pero es también lo que no se cuenta lo que nos permite notar que Abrams parte en su narrativa desde la premisa de que el público ya tiene un cierto nivel de conocimiento de las historias previas. Es por ello que el origen de los super hombres y las Guerras Eugenésicas del siglo XX no llegan a explicarse a profundidad, sintiéndose en los diálogos entre Kirk y Khan que aquellos hechos son historia bien conocida por ambos y que por ello no deben detenerse a dar explicaciones. Incluso las palabras del Spock de Nimoy a su contraparte más joven son solo menciones que no llegan a explicarse más ampliamente. Puede que esto genere algunas interrogantes en el público no tan fanático, pero no al grado de impedirles disfrutar la historia.


Evidentemente algunas de las referencias más importantes de "Star Trek: Into Darkness" son con respecto a "Star Trek II: The Wrath of Khan". Las películas no solo comparten a Khan como villano principal, sino también al personaje de Carol Marcus. En la cinta de 1982 la conocimos como una científica entrada en años, gestora del proyecto de terraformación Genesis y madre de David Marcus, hijo de Kirk. En esta ocasión presenciamos el primer encuentro entre ambos, aún jóvenes y en circunstancias muy diferentes, gracias a la alteración temporal de la Narada y a las acciones del almirante Marcus, padre de Carol. Aunque su presencia dentro del Enterprise se da gracias a la falsificación de su identidad, la joven oficial científica se convierte en una aliada importante para la tripulación de la nave. Un personaje fuerte y prometedor que, sin embargo, no llega a explotar todo su potencial en esta entrega. Para suerte de los fanáticos, la historia ha cambiado y Carol Marcus se vuelve miembro de la tripulación de la nave para su legendario viaje de 5 años.


Y a todo esto, alguien se preguntará qué tal Khan. Utilizar a un personaje tan icónico para los fanáticos (que además originalmente fue interpretado por un grande de la actuación como lo fue Ricardo Montalbán) fue el gran reto para Abrams, quien recientemente ha confesado en entrevistas que el asunto le quitó el sueño, pues sabía que si no lo hacía bien los trekkers lo destrozarían vivo. Pero el director tuvo un gran ojo al escoger a Benedict Cumberbatch para el papel. Este aclamado actor inglés ganó notoriedad por su magnífica interpretación del detective Sherlock Holmes en la miniserie de BBC. A través de él, Khan se vuelve un ser más frío, calculador y despiadado, motivado ya no solo por su ideal de perfeccionamiento de la raza humana y control mundial, sino también por su sed de venganza personal contra la Federación de Planetas. Este es un Khan más peligroso, más combativo. Verlo recibir una paliza de Kirk sin inmutarse es realmente escalofriante. Un oponente que estando solo llega a hacerle más daño a la Federación que toda una súper nave futurista llena de romulanos.


En cuanto a la tripulación del Enterprise, la trama permite ver contribuciones importantes por parte de personajes como Bones, Sulu, Chekov o Uhura. Pero es Scotty quien tiene su mayor protagonismo. Nada mal si tomamos en cuenta que el Enterprise se fue de la Tierra sin él. Evidentemente la mayor intensidad dramática se da entre Kirk y Spock, quienes tras los problemas del inicio de la película tendrán que demostrarse mutuamente el verdadero sentido de la amistad y la lealtad. Algo que llega a su punto máximo en una escena que es espejo de dos de los momentos más emblemáticos de "Star Trek".


Un villano poderoso, la aparición de la oscura Sección 31, klingons en combate con espadas bat'leth, un Enterprise destrozado cayendo en picada... ¿Qué más puede pedir un fanático? JJ Abrams lo vuelve a hacer y nos presenta una película emocionante que se disfruta desde el inicio hasta el final. Muchos podrán criticar que en dos películas el USS Enterprise aún está en las cercanías de la Tierra y no "donde ningún hombre ha llegado jamás". Pero la misión de 5 años apenas inicia. Y si toda esta acción y aventura les ha sucedido en la vecindad del planeta, ¿qué no encontrarán en la frontera final? Ojalá la mano de Abrams no abandone del todo esta saga ahora que se ha comprometido en una galaxia muy lejana. Y ojalá una tercera entrega de "Star Trek" de la misma calidad llegue a los cines a velocidad warp.

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