Game of Thrones: Reseña Episodio 25
Después del épico final del episodio "And Now His Watch is Ended" era de esperar que el capítulo 25 de "Game of Thrones", titulado "Kissed by Fire", no fuera tan bueno. Pero por dicha, sí lo fue. Este fue un episodio lleno de historia, bien balanceado, que permitió el avance de varias de las tramas y además nos dio una dosis de acción al inicio y un final para deleitarse. Una nueva ciudad apareció en los créditos iniciales: Yunkai, la segunda ciudad de la Bahía de los Esclavos (aunque Daenerys aún está en camino hacia ella). Y por segunda ocasión en esta temporada, los créditos de cierre fueron acompañados por una canción sacada de los propios libros de George RR Martin. En este caso fue la canción del bufón Caramanchada, que en la serie es cantada por Shireen Baratheon, la pequeña hija de Stannis. Así es, la familia del Rey en el Mar Angosto por fin aparece en escena. Y ya que estamos con ellos, iniciemos nuestra reseña en Rocadragón.
Aquejado por un sentimiento de culpa y sin Melisandre cerca, el correcto Stannis decide hacerle una visita a su esposa, Selyse Florent, para confesarle su infidelidad. La Reina permanece enclaustrada en una torre de Rocadragón (según supimos por Stannis y Melisandre desde la temporada anterior). Allí pasa horas rezando al Señor de la Luz, pues ella se muestra mucha más fanática que Stannis con respecto a la nueva religión. Y para que no nos quede ninguna duda de ello, la propia Selyse le dice a su esposo que ya conocía su infidelidad por boca de la propia Melisandre, pero puesto que aquello es para hacer la obra del dios, no puede ser pecado. Incluso confiesa su felicidad al saber que la Mujer Roja le ha dado un hijo a Stannis, algo que ella no ha podido hacer. ¿Será que nadie le ha contado que ese hijo era una sombra asesina? Y para hacer más perturbadora la escena, Selyse dice todo esto mientras contempla los fetos de sus hijos no natos que conserva en frascos de vidrio. Es fácil entender por qué Stannis no visita mucho a su mujer. Pero a quien desea ver Stannis es a su hija Shireen. La pequeña es una dulce niña de buen corazón pero con el rostro marcado por la terrible enfermedad de la psoriagrís. Contenta de ver a su padre, le pregunta por su amigo, el Caballero de la Cebolla. Y por primera vez en la serie vemos a un Stannis al que le cuesta hablar con franqueza, pues la tristeza se apodera de Shireen cuando se da cuenta que Davos está en una celda, pudriéndose por traidor. Pero la pequeña princesa se las ingenia para visitar a su amigo llevándole algunos libros. El caballero le confiesa que no sabe leer y ella insiste en enseñarle. ¿Cómo esta dulce niña es hija del seco Stannis y la loca Selyse? Ese es uno de los grandes misterios del Poniente.
El libro que Shireen le lleva a Davos es sobre Aegon Targaryen y su conquista del Poniente, y esto permite un excelente salto hacia otro de los personajes principales. Daenerys comanda la marcha de su ejército de Inmaculados entre las ciudades de Astapor y Yunkai. Durante una de las pausas aprovecha para reunirse con los oficiales para escoger a un general. El cargo cae en manos de un Inmaculado de nombre Gusano Gris. Missandei le explica a Dany que los nombres de los Inmaculados les fueron puestos para recordarles que no eran más que alimañas. Horrorizada, Daenerys les pide que escojan nuevos nombres, pero Gusano Gris insiste en mantener el suyo, pues es el nombre que tenía cuando fue liberado por Daenerys de la Tormenta. A la khaleesi casi se le salen las lágrimas al comprender lo que ella significa para estos hombres. Mientras tanto, sus dos consejeros comienzan a tener roces. Ser Barristan Selmy y Ser Jorah Mormont pasan de una amistosa conversación sobre batallas pasadas a cuestionamientos sobre lealtad y honor. Y eso en el mundo del Poniente es como hablar de política, fútbol y religión al mismo tiempo. El conflicto se avecina entre los dos caballeros de Daenerys.
Más allá del Muro, Jon Nieve tiene una tensa conversación con Tormund Matagigantes y Orell cuando se ve obligado a dar información sobre la Guardia de la Noche y la defensa del Muro. Por suerte para él, Ygritte sale en su auxilio nuevamente. Pero claro, la salvaje ya le ha salvado el pellejo a Lord Nieve en varias ocasiones y decide que es tiempo de cobrárselo. Tras quitarle su espada, lo conduce hasta una caverna donde se desnuda y le dice a Jon que ha llegado la hora en que él rompa los votos de la Guardia con ella. Y para sorpresa de Ygritte, parece que Jon Nieve sí sabe un par de cosas después de todo. Tomando en cuenta lo que pasó en el episodio anterior con la Guardia de la Noche, al bastardo de Stark le iría mejor quedándose entre los brazos de su pelirroja salvaje.
En la Tierra de los Ríos fuimos testigos del Juicio por Combate entre Beric Dondarrion y Sandor El Perro Clegane. Y en esta secuencia se manifestó el poder de Thoros de Myr como sacerdote rojo. Clegane no es ningún novato en el combate, pero cuando Beric se cortó la mano y prendió su espada en llamas con su sangre, el antiguo miembro de la Guardia Real se puso pálido. Recuerden que a Sandor si hay algo que lo aterra, es el fuego. La espada llameante de Dondarrion se encontró una y otra vez con el acero de un desesperado Perro que pronto tuvo su propio brazo en llamas. Y aunque muchos pensaban que este era el final para Clegane, con un golpe desesperado logró cortar a su contrincante desde el hombro hasta el pecho. Desesperada, Arya se lanzó armada con una daga dispuesta a hacer su lista nocturna más corta, pero fue detenida por Gendry. Toda esta escena se vio paralizada por la propia voz de Beric, de pie al lado de Thoros, como si nada le hubiese pasado. Más adelante Beric le revela a Arya que aquella es la sexta vez que muere y que el sacerdote rojo lo devuelve a la vida. El Perro es liberado (aunque sin su oro) y Arya debe verlo marcharse, llena de odio e impotencia. Pero la joven Stark debe hacer frente a otra despedida cuando Gendry le confiesa que piensa quedarse como herrero de la Hermandad Sin Estandartes. El único consuelo de la niña es saber que Dondarrion piensa llevarla hasta Aguasdulces donde pedirá rescate por ella a su hermano Robb.
Y ya que estamos hablando del Rey en el Norte (o deberíamos decir, El Rey que Perdió el Norte), las cosas se complican para la causa norteña cuando Lord Karstark decide cumplir su venganza y mata a los jóvenes escuderos Lannister que estaban bajo la custodia de Robb. El Joven Lobo se ve entre la espada y la pared al tener que juzgar por traición a su abanderado más importante. Apesar de los consejos de Talisa, Edmund Tully y su propia madre, Robb hace lo que el honor demanda, igual que hubiese hecho su padre (y olvidando lo que le costó a su padre actuar con tanto honor). Al final, Lord Karstark pierde la cabeza y Robb Stark pierde la mitad de su ejército. La última alternativa que le queda es atacar Roca Casterly, bastión de la familia Lannister, el cual no se encuentra bien defendido. Pero para lograr esto, ocupa los hombres de Walder Frey, el Señor del Cruce al que ofendió al casarse con Talisa y no con una de sus hijas.
En Harrenhal, Jaime Lannister y Brienne son llevados por Locke ante Roose Bolton. Este no se muestra nada complacido por la mutilación del Matarreyes y ordena que tanto a él como a Brienne se les dé unos aposentos dignos de su noble cuna. Además, envía a Jaime para que sea tratado por Qyburn (¿Lo recuerdan? ¿El maestre que Robb y Talisa encontraron malherido cuando entraron en Harrenhal?). La escena siguiente es bastante dolorosa para el Matarreyes, mientras Qyburn controla la infección y descubrimos además que en realidad ya no es un Maestre, pues la Ciudadela le quitó su cadena debido a lo "osado" de ciertos experimentos que realizó. Pero la escena más importante en Harrenhal se da entre Jaime y Brienne, cuando ambos coinciden en los baños. Jaime se las ingenia para irritar a Brienne al meterse en la misma tina que ella y lanzar un par de comentarios de burla sobre Renly. La mirada de desprecio de Brienne despiertan recuerdos desagradables en Jaime y este comienza a hablar del pasado de una manera sincera como no le habíamos visto antes. Así nos enteramos que su decisión de matar al Rey Loco fue para salvar a los habitantes de Desembarco del Rey, pues Aerys había ocultado alijos de Fuego Valyrio por toda la ciudad y pretendía incendiarla con sus habitantes y sus enemigos adentro. Brienne se ve estremecida ante tal confesión, comprendiendo el acto heroico que realizó Jaime. Pero al cuestionar por qué nunca dijo lo que pasó, amargamente Jaime le responde que nadie hubiera oído su versión, pues fue condenado apenas el honorable Ned Stark lo vio con la espada ensangrentada, sentado en el Trono de Hierro y con el cuerpo del rey al que había jurado proteger a sus pies. Al terminar, Jaime se desmaya y Brienne acude en su ayuda llamando a los guardias para que auxilien al Matarreyes. Con sus últimas fuerzas, este le insiste en que su nombre es Jaime. Magnífica escena que le da un giro total a un personaje que hasta hace poco veíamos como otro malo de la historia.
¿Qué pasa mientras tanto con los demás Lannister? Tyrion se reúne con la Reina de Espinas para discutir los elevados costos de una boda que está resultando demasiado extravagante. Al final, Lady Olenna accede a que la Casa Tyrell pague la mitad de los gastos, no sin antes recordarle a Tyrion la gran contribución del Dominio en favor de la guerra y de la estabilidad del reinado de Joffrey. Pero sin duda el mejor diálogo es cuando ella le confiesa su decepción, pues pensaba que iba a reunirse con el libertino borracho y mujeriego del que tanto había oído hablar, pero lo único que encontró fue un contador miedoso. ¡Eso de fijo dolió en el orgullo de Tyrion! Principalmente porque es cierto. ¿Dónde está ese Tyrion osado de las primeras dos temporadas, siempre con un sarcasmo brillante para enfrentar los peligros y los enemigos? Él mismo debe estárselo preguntando.
Mientras tanto, Cersei aprovecha los recursos de Meñique para descubrir las intenciones de los Tyrell de casar a Ser Loras con Sansa Stark. De inmediato le hace llegar la información a su padre, Lord Tywin, a quien evidentemente no le hace nada de gracia. En reunión con Tyrion y Cersei expresa su intensión de ganarle la partida a los Tyrell casando primero a Sansa con Tyrion. El Gnomo se queda estupefacto, alegando que hacerle eso a la pobre Sansa es demasiado cruel incluso para su padre. Pero Tywin ya ha dado su última palabra. El deleite en el rostro de Cersei es enorme... pero no por mucho tiempo. Tywin también ordena a su hija casarse con Ser Loras para asegurar el control del Dominio. La reacción de Cersei hubiese sido la misma si le hubiesen ordenado besarle el trasero a un burro. Y para terminar la escena, el Señor de Roca Casterly les dice a sus amados hijos que ambos han deshonrado el nombre de los Lannister por demasiado tiempo. En resumen, a Cersei le salió el tiro por la culata y Lord Tywin la colocó junto a Tyrion y los abofeteó a ambos de un solo golpe. "Escucha mi rugido".
Llegamos a la mitad de esta temporada y quedan otros 5 capítulos por delante. El más próximo: "The Climb". He aquí el adelanto:
http://www.youtube.com/watch?v=ItUyT9FpLXw
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