Game of Thrones: Reseña Episodio 24
Una antigua orden se resquebraja en el Norte mientras un nuevo poder asciende en el Oriente. ¡Vaya episodio resultó "And Now His Watch is Ended", el capítulo 24 de "Game of Thrones"! Sin duda alguna quienes más lo disfrutaron fueron los seguidores de Daenerys Targaryen. ¡Dracarys! En varios sitios web se menciona a este como el mejor episodio de la actual temporada, y en gran medida esto fue gracias a los últimos minutos del capítulo. Pero a eso llegaremos más adelante. Primero veamos qué aconteció con los diferentes personajes desperdigados por el Poniente.
Al cierre del capítulo anterior el Matarreyes perdió su mano derecha, su mano de la espada. Bueno, no la perdió: los hombres de Bolton se encargaron de amarrársela al cuello para que no se le extravíe. Con el dolor de la pérdida de la mano y la fiebre por la herida, Jaime Lannister cae literalmente al lodo. Si en el pasado este fue un personaje que el público detestaba por ser otro Lannister miserable, verlo allí, siendo el objeto de burlas, agresiones y humillaciones, hace que uno como espectador comience a sentir simpatía por él. Y esto también pasa con Brienne, quien trata de interceder para ayudarlo. Pero los reclamos de la doncella guerrera no hacen merma de las burlas de Locke, quien llega a ofrecerle a Jaime un poco de agua que resulta ser orina de caballo. Esto es más de lo que él está dispuesto a soportar y rápidamente logra quitarle una espada a uno de sus captores. Pero esto solo sirve para demostrar qué tan inútil es Jaime con la izquierda. Más que un combate, lo que se da es un juego cruel entre los hombres de Locke que termina con el Matarreyes nuevamente en el barro. Excelente el diálogo posterior de Brienne que increpa a Jaime cuando ve que este no desea comer. Duras palabras de la doncella que tilda al Matarreyes de cobarde por dejarse destruir solo porque ha probado un poco de la miseria que muchos viven a diario en el Poniente. Claro que la regañada va acompañada del agradecimiento, pues ella sabe muy bien lo que hizo Jaime para salvar su honra.
También en algún punto de la Tierra de los Ríos, Arya, Gendry y El Perro Clegane son llevados por la Hermandad Sin Estandartes hasta una cueva que les sirve de refugio. Allí conocen al verdadero líder de la Hermandad: Beric Dondarrion, aquel caballero enviado por Ned Stark durante el sexto episodio de la serie ("A Golden Crown") para encargarse de Ser Gregor Clegane. Claro que aquel Beric es muy diferente al que ahora comanda la Hermandad. Tuerto y con múltiples cicatrices, este es un guerrero curtido que ha escapado de la muerte en varias ocasiones. Pero además, ha encontrado la religión. Ni más ni menos que la del Señor de la Luz pues, al igual que Melisandre, Thoros de Myr resulta ser un sacerdote rojo y ha logrado convertir a la nueva fe a los miembros de la Hermandad: porquerizos, granjeros, masones, gente del pueblo, víctimas de la guerra, que están dispuestos a defenderse de Lobos, Leones y Ciervos por igual para hacer justicia. Y justicia es lo que buscan cuando increpan a Clegane por los crímenes de su hermano bajo órdenes de los Lannister. Aunque El Perro refuta cada cargo afirmando que él no tuvo nada que ver, hay un crimen del que no logra escapar: Arya es la encargada de sacar a relucir el asesinato de Mycah, el hijo del carnicero. Y debido a este cargo, El Perro es sentenciado a un Juicio por Combate contra el propio Beric Dondarrion. La hora de la justicia parece llegarle a Sandor Clegane.
Mientras, en el Norte, Bran sueña con el Cuervo de Tres Ojos, su madre y una caída. Todo bajo la atenta mirada de Jojen Reed. Pero la historia más fascinante la protagoniza Theon Greyjoy. El último hijo vivo de Balon Greyjoy es llevado por su misterioso salvador hacia Bosquespeso, donde supuestamente lo espera su hermana Yara. En el camino, Theon se desahoga, revelando cómo nunca se sintió parte de la familia Stark y cómo quiso complacer a su padre siendo un verdadero Hijo del Hierro y pagando el precio en hierro por Invernalia. Aquí vemos al personaje en su punto más vulnerable, confesando que ahora comprende que su verdadero padre siempre fue Ned Stark y que cometió un terrible error. En el punto más fuerte de su confesión, le explica a su salvador que los dos niños que asesinó no eran ni Bran ni Rickon. Y es aquí cuando la historia da un giro cruel para Theon, pues su salvador lo lleva directamente a la cámara de tortura de donde lo había liberado. El terror de Greyjoy es mayor cuando oye que su acompañante lo acusa de matar a los otros perseguidores y ordena que lo aten nuevamente. Todo fue parte de un juego siniestro y sádico por parte de este misterioso personaje. Quienes leímos los libros sabemos quién es, pero no voy a decir nada para no hacer spoiler.
En Desembarco del Rey el gran protagonista fue Lord Varys. Primero con una conversación con Tyrion sobre las influencias, la paciencia y la venganza, durante la cual le cuenta cómo fue castrado por un hechicero que utilizó sus partes para invocar una voz que respondió desde las llamas azules de un bracero. Tras explicar que de este suceso viene su odio hacia la magia, termina de abrir una caja donde está encerrado aquel hechicero, atado y con la boca cocida. Luego vemos a Varys con Ross, descubriendo el plan de Petyr Baelish de llevarse a Sansa Stark con él. Para evitar que Meñique se quede con Sansa y con la llave para controlar el Norte en caso de que fracase Robb Stark, Varys se encuentra con Lady Olenna, en una escena vibrante por los astutos diálogos entre estos dos calculadores personajes. El plan de ambos se revela cuando Margaery Tyrell busca a Sansa y le ofrece enviarla a Altojardín y casarla con su hermano Ser Loras una vez que ella sea reina. Por primera vez en mucho tiempo vemos auténtica alegría en el rostro de Sansa. La probrecilla no se da cuenta que lo único que todos desean es su derecho sobre el Norte.
Pero la joven Tyrell también se mantiene ocupada en este episodio, ganando más control sobre el Rey Joffrey y socavando la influencia de Cersei Lannister. Mientras la Reina Regente discute preparativos de la boda real con la Reina de Espinas (diálogos tensos y donde salen chispas con cada palabra), Margaery convence a Joffrey de salir del Gran Septo de Baelor para saludar a la multitud. Movimiento temerario y a la vez ágil de Margaery, pues la multitud la aclama e incluso olvidan las acciones pasadas de Joffrey, llegándolo a aclamar también. La mirada de Margaery hacia Cersei antes de salir y el rostro posterior de Cersei demuestran la guerra velada que ambas mujeres están librando por el control de Joffrey. Furiosa, Cersei acude a su padre. Pero lo que obtiene de Lord Tywin es su fría recriminación por ser incapaz de controlar a su hijo. Y para coronar la escena, le dice que él no la subestima a ella por ser mujer, sino porque Cersei se cree más inteligente de lo que realmente es. ¡Eso debió doler!
El significado del título del episodio lo encontramos más allá del Muro, en el Torreón de Craster, donde los sobrevivientes de la Guardia de la Noche están cada vez más desesperados ante el hambre, el miedo y el odio contra su mezquino anfitrión. La situación llega a su punto máximo tras la muerte de otro de los heridos y las insinuaciones de Craster de que maten a los demás heridos para que puedan largarse. Rast y otros increpan a Craster acusándolo de ocultarles la comida y querer matarlos de hambre. El Comandante Mormont trata de intervenir, pero es demasiado tarde. Uno de los Cuervos insulta a Craster llamándolo bastardo, se da un enfrentamiento y Craster es degollado. Cuando Mormont saca su espada, Rast lo apuñala por la espalda. En este punto el infierno se desata. Los miembros de la Guardia luchan entre sí en medio de los alaridos de las esposas-hijas de Craster. Rast se lanza contra el malherido Mormont y lo apuñalada hasta matarlo. Así acaba Jeor Mormont, Lord Comandante de la una vez honorable Guardia de la Noche: apuñalado por sus propios hombres. Sam Tarly logra escapar llevándose a Gilly y al hijo recién nacido de ella, mientras Rast le grita que lo va a encontrar y que también lo va a matar.
Y así llegamos a la secuencia final del episodio 24, en la ciudad de Astapor. Daenerys Targaryen llega junto a Missandei, Ser Jorah y Ser Barristan a reclamar el ejercito de 8.000 Inmaculados que la Madre de Dragones compró a cambio de uno de sus hijos. Dany saca de una litera a Drogon, que está atado a una cadena, y se lo da al Amo Kraznys, que a su vez le entrega a ella el Látigo de la Arpía, símbolo de la posesión de los Inmaculados. Pero es aquí que se revela el gran plan de la Khaleesi. Ante las quejas de Kraznys por la ferocidad de Drogon, ella le explica en valyrio que un dragón no es un esclavo. El rostro de Kraznys al descubrir que Dany habla valyrio y que por tanto ha entendido cada uno de sus insultos, no tiene precio. Pero como ella bien le recuerda, ella es Daenerys Targaryen, de la Antigua Valyria, y el valyrio es su lengua de nacimiento. Con una orden suya, los Inmaculados masacran a todos los esclavistas y sus soldados, liberando a los esclavos y conquistando Astapor. Todo esto mientras Drogon convierte a Kraznys en barbacoa. Una vez conquistada la ciudad, Dany libera a los Inmaculados, pero les pide que luchen junto a ella como hombres libres. Ocho mil soldados hacen sonar sus lanzas en señal de lealtad. Ocho mil soldados marchan desde Astapor guiados por Daenerys de la Tormenta, mientras sus tres dragones surcan los aires. Aquella niña temerosa de su hermano que conocimos al inicio de la serie ya no existe. Daenerys es ahora una verdadera conquistadora, digna descendiente de la Sangre del Dragón.
Y con ese épico final, quedamos a la espera del próximo domingo para ver el capítulo 25 de la serie: "Kissed by Fire". Mientras tanto, he aquí el adelanto:
http://www.youtube.com/watch?v=SoemaxLkgRQ
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