Lo que Pasa Cuando se Despierta al Dragón

Aunque el título pueda confundir, esta entrada no trata de un regreso desde la tumba del personaje de "Game of Thrones", Viserys Targaryen, sino de la reseña de la segunda parte de la aventura de Bilbo Bolsón y los enanos de Thorin Escudo de Roble en su empresa por derrotar al dragón Smaug y recuperar el reino enano de Erebor en la Montaña Solitaria. Dirigida por el gran cineasta de Tierra Media (alias Nueva Zelanda) Peter Jackson, y basada en el libro "El Hobbit" de JRR Tolkien, esta segunda entrega es una historia intensa, llena de emoción y peripecias para el grupo de enanos y su pobre saqueador hobbit. pero también se desarrolla otra interesante línea argumental extraída directamente de los Apéndices de "El Señor de los Anillos", donde se cuenta qué pasó con el mago Gandalf después que se separa de los enanos en los lindes del Bosque Negro. Pero empecemos en orden.


Peter Jackson nos ha acostumbrado a que cada una de sus películas sobre Tierra Media inicia con una secuencia previa al título específico de la entrega, mediante la cual se nos presentan eventos que nos ayudan a entender más a profundidad ese mundo fantástico creado por Tolkien y los sucesos que ocurren en él. En la trilogía de "The Lord of the Rings" estas secuencias nos presentaron la Batalla de la Última Alianza, el combate entre Gandalf y el Balrog mientras caían en las profundidades de Moria, y la forma cómo Smeágol encontró el Anillo que lo transformó en Gollum. En la primera entrega de "The Hobbit", la secuencia sirvió para mostrarnos la caída de Erebor. Y en esta segunda parte, nos centramos en un episodio que se narra en los Apéndices de "El Señor de los Anillos": el encuentro en Bree entre Thorin y Gandalf que pondrá en marcha la expedición de la cual Bilbo termina siendo parte. Esta secuencia es hermosa porque nos lleva a un lugar familiar, la Posada del Pony Pisador, donde muchos elementos son demasiado similares a los que se encontraron tiempo después Frodo y sus amigos cuando salieron de La Comarca. Por cierto que Jackson aparece en su acostumbrado cameo haciendo exactamente lo mismo que hizo en el cameo en "The Fellowship of the Ring". Es a través del diálogo entre Gandalf y Thorin que nos enteramos del verdadero fin de la expedición hacia Erebor: recuperar la joya conocida como Piedra del Arca, la cual le permitirá a Thorin reclamar el trono del Pueblo de Dúrin y reunir a los ejércitos enanos de las Siete Familias para liberar realmente Erebor. Este es el verdadero motivo por el cual Bilbo se encuentra en el aprieto en que se encuentra.


Y es justamente con un salto hacia adelante, hacia el pobre Bilbo, que iniciamos propiamente la historia, con la acción justamente donde la dejamos en la película anterior. Tras escapar de Azog gracias a la intervención de las águilas, el grupo tiene que apresurarse para evadir la persecución de orcos y wargos. Pero Bilbo descubre que hay un enorme oso merodeando cerca. Al informarle a Gandalf, el mago decide que lo mejor es correr para lograr llegar a una casa de un misterioso anfitrión que se encuentra en las proximidades. Los enanos y el hobbit apenas logran cerrar las puertas con el oso persiguiéndolos, cuando Gandalf les informa que esa bestia es justamente su anfitrión. Se trata de Beorn, un cambia-formas de las montañas que tiene muy poco aprecio hacia los enanos, pero que odia aún más a los orcos. Es por ello que decide ayudar al grupo de Thorin, brindándoles ponys para que puedan llegar hasta el Bosque Negro.


Aquí, la historia se separa en dos, pues Gandalf descubre la marca del ojo en llamas de Sauron y presiente que algo terrible se está gestando en Dol Guldur, la siniestra torre al sur del bosque donde se oculta el Nigromante. Tras despedirse del hobbit y los enanos, marcha hacia las montañas en busca de respuestas. Mientras tanto, Bilbo, Thorin y los demás continúan su viaje al este, cruzando el Bosque Negro, luchando contra arañas gigantes, cayendo prisioneros de los elfos del bosque, escapando hacia la Ciudad del Lago y llegando por fin a Erebor donde enfrentan su último gran obstáculo: el magnífico y terrible Smaug.

El elenco de esta cinta está compuesto por: Martin Freeman como el hobbit Bilbo Bolsón; Ian McKellen como el mago Gandalf el Gris; Richard Armitage como Thorin Escudo de Roble; Benedict Cumberbatch como Smaug (voz y captura de movimiento) y la voz del Nigromante; Orlando Bloom regresando con su personaje del elfo Legolas, príncipe del Reino del Bosque; Evangeline Lilly como la jefa de la Guardia del Bosque, Tauriel; Luke Evans como Bardo el Arquero; Lee Pace como el Rey Elfo del Bosque, Thranduil (padre de Legolas); Stephen Fry como el corrupto gobernador de la Ciudad del Lago; Graham McTavish como Dwalin; Ken Stott como Balin; Aidan Turner como Kili; Dean O´Gorman como Fili; Mark Hadlow como Dori; Jed Brophy como Nori; Adam Brown como Ori; John Callen como Óin; Peter Hambleton como Glóin; William Kircher como Bifur; James Nesbitt como Bofur; Stephen Hunter como Bombur; Cate Blanchett en un breve cameo como Lady Galadriel; Mikael Persbrandt como el cambia-pieles Beorn; Sylvester McCoy como el mago Radagast el Pardo; Craig Hall como el elfo mayordomo del Reino del Bosque, Galion; Ryan Gage como el inescrupuloso lacayo del gobernador, Alfrid; John Bell como Bain, el hijo de Bardo; Mark Mitchingson como Braga, el capitán de la guardia de la Ciudad del Lago; Manu Bennett como el orco Azog; Lawrence Makoare (veterano de las películas de "The Lord of the Rings") como Bolgo, hijo de Azog; y las hijas del actor James Nesbitt, Peggy y Mary, como las hijas de Bardo, Tilda y Sigrid.


Se podría decir que la acción de la película nos lleva por un recorrido por los grandes Pueblos Libres de la Tierra Media. Los Elfos Silvanos del Bosque Negro nos permiten ver uno de los mayores reinos élficos existentes para el final de la Tercera Edad. Pero mientras en Rivendell y Lothlórien pudimos ver unos elfos más dispuestos a ayudar a otros, en el bosque Thranduil gobierna bajo un principio de aislamiento para alejar todo peligro de su gente. Por ello, el paso de Thorin y los enanos no es nada agradable, pues en lugar de ser tratados como invitados, son llevados a calabozos como prisioneros. Jackson logra darnos una visión compleja de la sociedad élfica más allá de la magia y la belleza. La diferencia de clases expresada en la negativa del rey de aceptar una relación entre su hijo Legolas con una silvana común como Tauriel es evidencia de ello. Pero claro, el Rey del Bosque guarda un secreto del pasado que es un giro inesperado para los que hemos leído los libros de Tolkien. La terrible cicatriz que oculta mediante encantamiento no es algo que esté en las novelas y será bastante interesante descubrir su origen para poder entender la forma dura de ser de este monarca.


Por otro lado, el mundo de los hombres se nos retrata a través de una ciudad comercial en decadencia, que ha visto su riqueza menguar por culpa de la presencia de Smaug en la Montaña Solitaria. El poder se concentra en un corrupto gobernador que, como buena caricatura de los políticos modernos, utiliza el hambre y la necesidad de su pueblo para sacar provecho. Su lacayo Alfrid no deja de recordarnos a aquel miserable Gríma Lengua de Serpiente que tanto daño hizo en Rohan en "The Lord of the Rings". En contraste, Bardo es el héroe que aún no ha asumido su papel entre el pueblo. Descendiente de Girion, último Señor de Valle, sobre sus hombros descansa una vergüenza familiar debido a la incapacidad de Girion de acertar una flecha negra para acabar con Smaug cuando este llegó a la Montaña Solitaria. Bardo, sin embargo, insiste en que Girion sí dio en el blanco, provocando que una escama en la armadura del dragón cayera y generando así un punto débil en su formidable defensa. Claro que la mayoría de la gente no cree esta historia y hacen burla de él, quien además debe velar por la seguridad de sus tres hijos. Algo difícil al tener la enemistad del gobernador, quien lo ve como un alborotador y busca cualquier pretexto para meterlo en prisión.


Finalmente, el mundo de los enanos se nos muestra como un eco del pasado en la magnificencia de Erebor: un reino en ruinas pero majestuoso. La escena en las forjas es especialmente maravillosa para poder hacernos una visión de lo que alguna vez fue la Montaña Solitaria.

Esta película nos muestra a un Bilbo con más valor, el cual (y ante la ausencia de Gandalf) debe asumir su papel de verdadero saqueador, siendo responsable de rescatar a los enanos en muchas ocasiones y encontrándose por primera vez con Smaug completamente solo. Además, la influencia negativa del Anillo Único ya comienza a sentirse en el buen hobbit, quien miente a Gandalf para ocultarle el descubrimiento del Anillo y ataca con fiereza a un bicho del Bosque Negro al creer que deseaba quitarle su "tesoro".


En cuanto a la aventura y la acción, "The Desolation of Smaug" nos brinda una dosis mucho más alta que "An Unexpected Journey", logrando esta segunda parte mantenernos al borde de la butaca de inicio a fin. Secuencias como la del escape en barriles por el río, o la confrontación contra el dragón dentro de Erebor tuvieron un equilibrio muy bien logrado entre emoción y risas. La secuencia con las arañas gigantes también logra tener estos condimentos, aunque de todos los momentos de la cinta, este fue el que en lo personal me produjo más tensión (claro que esto fácilmente se puede explicar por mi aracnofobia).


A nivel de efectos y fotografía uno siempre espera grandes cosas de las películas de Peter Jackson en Tierra Media. Y ciertamente "The Desolation of Smaug" no defrauda. El palacio del Reino del Bosque transmite esa belleza élfica que recordamos de otro gran reino silvano: Lothlórien. Lo que hace notorio este logro es que este palacio está dentro de una cueva, cuyas columnas, puentes y plataformas están talladas en piedra para darnos esa sensación de estar dentro de un bosque. La Ciudad del Lago por su parte, tiene mucho del sabor cultural que percibimos con Edoras, aunque aquí el elemento de los caballos es transformado en uno totalmente lacustre.

En cuanto a efectos especiales digitales, Smaug se roba definitivamente la pantalla. La excelente realización de Weta y la profunda y temible caracterización de Cumberbatch nos regala a un dragón como siempre lo habíamos imaginado: poderoso, astuto, terrible, mezquino y vengativo. Es imposible no emocionarse al verlo en pantalla. Un personaje digital tan perfectamente realizado capaz de rivalizar con lo que significó en su momento Gollum.


Muchos puristas de los libros posiblemente criticarán las licencias que tomó Jackson con respecto al material original. Aunque me parece que no son más de las que usó en "The Two Towers" y que para mí es una grandiosa película en concordancia con toda la trilogía de "The Lord of the Rings". El punto que más me preocupaba era la incorporación a la trama del personaje de Tauriel, creado específicamente para las películas. Pero la actuación de Evangeline Lilly se complementa muy bien con la de Orlando Bloom, regalándonos secuencias magníficas de ambos elfos en combate. Además, el idilio romántico que tiene Fili con ella le da un ingrediente interesante y diferente a la trama. Y para quien diga que algo así está jalado del pelo, sólo tiene que recordar el enamoramiento de Gimli con Galadriel.


¿Puntos débiles para esta cinta? Posiblemente el poco tiempo en pantalla para un personaje tan memorable en el libro como es Beorn. Además, el cruce del Bosque Negro se siente muy apresurado en comparación con el libro. Esperemos que en la versión extendida podamos ver más de estas escenas.

En resumen, "The Hobbit: The Desolation of Smaug" es una magnífica película, mucho mejor que la primera parte, lo cual nos pone a esperar mucho de la entrega final que nos reserva mucha acción, como todos los que hemos leído el libro podemos asegurar. Otra vuelta a la Tierra Media que me deja como un tolkiendili bastante satisfecho. Ahora, a esperar todo un año para "There and Back Again".

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