Salander a los Ojos de Fincher

Se dice que no es de buena educación comparar. Pero en ocasiones es inevitable. La más reciente adaptación de la novela "Los Hombres que no Amaban a las Mujeres" de Stieg Larsson, que llega a las salas de cine con el título "The Girl with the Dragon Tattoo", es uno de estos casos. Hace poco reseñamos la versión sueca del 2009 de esta historia, dirigida por Niels Arden Oplev. Hoy le toca a la más flamante versión norteamericana, dirigida por David Fincher y protagonizada por Daniel Craig como Mikael Blomkvist y Rooney Mara como Lisbeth Salander.

La historia ya la hemos referido antes por acá: el periodista económico sueco Mikael Blomkvist se ve con su reputación afectada tras perder un juicio por injurias y calumnias interpuesto por el poderoso empresario Hans-Erik Wennerström. Mientras espera cumplir su sentencia es contactado por otro poderoso empresario, Henrik Vanger, quien le pide que investigue la extraña desaparición de su sobrina-nieta Harriet, ocurrida hace casi 40 años. Henrik está seguro de que ella fue asesinada por alguien de su propia familia como una manera de debilitar su poder sobre las Industrias Vanger. Mientras Mikael investiga el caso, va descubriendo los sombríos y terribles secretos detrás de la familia Vanger, y sigue las huellas de un sádico asesino múltiple de mujeres que atacó en Suecia durante dos décadas. La gran aliada de Mikael es la escepcional hacker Lisbeth Salander, una chica agresiva, con una inteligencia extraordinaria y un secreto pasado.


Desde que David Fincher tomó bajo su cargo este proyecto fílmico, dejó muy en claro que su adaptación respetaría al máximo el contenido del libro de Larsson. Esto quedó demostrado cuando se rehusó a trasladar la acción de la cinta a suelo estadounidense. Además, llegó a criticar omisiones y elementos de la versión escandinava que sentía que le habían restado calidad con respecto al libro. Fue entonces cuando muchos se preguntaron si Fincher era capaz de hacer una mejor película sueca que los propios suecos. Claro que ante un director como David Fincher hay que comprender que se está ante un detallista para quien la escencia misma de la historia es la prioridad creativa. Así lo ha demostrado con películas como "Seven", "Fight Club" o "The Social Network".


Al sentarse uno en la butaca y apagarse las luces de la sala, inicia la magia de Fincher, con una escena en la cual Henrik Vanger recibe una flor enmarcada el día de su cumpleaños. De inmediato llama al detective retirado Morell para hacerlo partícipe del nuevo obsequio: uno más de una cadena de presentes similares que el anciano Vanger ha recibido durante los últimos 40 años, presuntamente del homicida de Harriet. Esta escena es tan similar a las primeras páginas de la obra de Larsson que el espectador reconoce de inmediato que Fincher ha mantenido su promesa: lo que se despliega en la pantalla durante las siguientes dos horas y media es una muestra de gran respeto y maestría para mantener la riqueza de la creación literaria de la cual se alimenta la cinta. Y ciertamente el cineasta logra incluir elementos que uno había extrañado en la versión escandinava: la importancia del juicio Wennerström y el desquite de Mikael y Salander contra el corrupto industrial; la presencia del personaje de Holger Palmgren y el efecto de su quebranto de salud en Lisbeth; las fricciones en la interacción entre Mikael y el protector Armanskij; la operación de vigilancia en Londres con ayuda de Plague y Trinity; la amplia investigación de Lisbeth de los casos de asesinato por toda Suecia; el papel de la hija adolescente de Mikael en dar la clave de interpretación de las misteriosas citas en el diario de Harriet... Incluso elementos como la sensación de gran frío que logra transmitir la fotografía de la película o la aparición de la gata que acompaña a Mikael en la cabaña de Hedestad.


Las actuaciones están a la altura de un elenco escogido detenidamente por Fincher, con el veterano Daniel Craig como Mikael Blomkvist y la joven Rooney Mara como Lisbeth Salander a la cabeza del mismo. Esta dupla actoral logra una química perfecta en pantalla. Incluso podríamos hablar de una actuación por parte de Craig que supera la de Michael Nyqvist, quien encarnó al personaje en el 2009. Y si bien Rooney Mara no supera a Noomi Rapace, tampoco queda atrás con su actuación, siendo francamente imposible escoger entre una u otra como la mejor Salander. Ambas actrices encarnan a Lisbeth de manera sincera, metiéndose bien profundo en su piel. Ventaja física para Mara, quien con su edad y su delgadez se asemeja más a la complexión de "chico aneoréxico" que nos refiere Larsson.


El resto del elenco está integrado por el reciente ganador del Oscar Christopher Plummer como Henrik Vanger, Stellan Skarsgard como Martin Vanger, Robin Wright como Erika Berger, Steven Berkoff como Dirch Frode, Geraldine James como Cecilia Vanger, Yorick van Wageningen como el desgraciado Nils Bjurman, Joely Richardson como Harriet Vanger, Goran Visnjic como Dragan Armanskij, Donald Sumpter como MorellTony Way como Plague.

Cabe también reconocer la desición del director de no evitar el erotismo que manejan las novelas de Larsson, ni tampoco la crudeza con que aborda el tema de la violencia de género. En particular, la escena de violación del abogado Bjurman contra Lisbeth es estremecedora y llega a sacarle las lágrimas al espectador. De allí que en nuestro país esta película haya sido catalogada para mayores de 18 años (aunque esto parece no haber impedido que algunos espectadores sospechosamente jóvenes lograran ingresar a ciertas salas; algo que las empresas de cine deberían vigilar mejor en futuras ocasiones).


Uno de los grandes logros de la cinta de David Fincher es su impecable ritmo narrativo, que logra atrapar al espectador desde el inicio de la película hasta su final. Bien merecido el Oscar que en esta categoría obtuvo en la pasada premiación.

Su principal desacierto en cambio, son los créditos iniciales, diseñados sospechosamente similares a los de las películas de James Bond. Y esto huele maliciosamente a truco barato de mercadeo, tomando en cuenta que quien ostenta actualmente el papel del 007 es justamente Daniel Craig. En lo personal considero que esta estrategia le restó identidad a la cinta.


¿Es esta una mejor versión de la obra de Larsson que la sueca del 2009? Es una versión más apegada a los libros desde mi punto de vista, y esto para mí la hace más disfrutable para quienes elogiamos las historias de este autor. Sin embargo, no tuvo una recepción tan favorable en la taquilla estadounidense. Aún así, Columbia Pictures anunció que seguirá adelante con la producción de sus dos secuelas, las cuales se filmarán al mismo tiempo. David Fincher no ha sido confirmado como director de estas películas, a pesar de que él mismo ha mostrado su interés en seguir al mando del proyecto. Y siendo su visión la que nos ha ofrecido una excelente "The Girl with the Dragon Tattoo", ojalá pronto se le confirme como director de sus secuelas. Estoy seguro que así lo querría Lisbeth Salander.

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