Reseña Doctor Who: Flatline

Clara Oswald ha sido un personaje que ha tenido que luchar bastante para ganarse el afecto de los whovians. Compañera de viajes del Doctor tras la muy querida Amy Pond, aún hay un grupo importante de fanáticos que no la ven con buenos ojos. Pues bien, el noveno episodio de esta octava temporada de "Doctor Who" posiblemente no sea el favorito de ese grupo de fanáticos anti-Clara.


Con el título de "Flatline", la historia abrió con un hombre aterrado llamando a la policía. Él dice que sabe quién es el responsable de algo que está sucediendo, pero que "ellos" están en todos lados. Antes que la policía le pueda sacar más información, el hombre desaparece con un grito. Con un movimiento de cámara que recorre la habitación vacía, llegamos hasta una extraña mancha en la pared. Pero cuando la cámara se sigue moviendo hasta lograr el ángulo adecuado, descubrimos que la mancha es en realidad el rostro del hombre desaparecido.

Tras los créditos iniciales la acción pasa a la TARDIS, donde Clara se alista para ir a una cita con Danny y el Doctor la está llevando de vuelta a Londres. Pero cuando la TARDIS se detiene, el Señor del Tiempo nota algo extraño en los cálculos de aterrizaje. Más extraño aún es lo que descubre Clara al mirar hacia la puerta: esta se ha encogido. Agachándose para poder pasar, el Doctor y Clara salen al exterior donde descubren que la TARDIS mide más o menos la mitad del tamaño que debería tener. Ellos están bien, pero el fallo dimensional externo fascina al Doctor. Clara más que sorprendida, está frustrada, pues descubre que no están en Londres, sino en Bristol. El Doctor le dice que no cree que sea seguro entrar en la TARDIS por el momento, pero que él debe buscar algunas cosas que pueden necesitar para investigar las razones de la interferencia dimensional.


Mientras tanto, Clara decide dar una vuelta por las cercanías. Cerca de un túnel peatonal encuentra una cuadrilla de servicio comunitario que está eliminando varios graffitis. En el túnel hay un memorial improvisado cerca de pinturas de tamaño real de varias personas de espaldas realizadas por un artista desconocido. Rigsy, un joven graffitero local que está cumpliendo condena con la cuadrilla de servicio comunitario, le explica que las pinturas representan a varias personas que han desaparecido sin dejar rastro en los últimos días.

Con esta nueva información, Clara regresa a la TARDIS, pero descubre que su exterior se ha encogido aún más, dejando al Doctor atrapado adentro. Este le dice a la Chica Imposible que para llegar al fondo del misterio, ella deberá actuar como él. Luego le pasa el Destornillador Sónico, el Papel Psíquico y un auricular con el que "hackea" el nervio óptico de Clara, lo que le permite ver en pantalla lo que ella ve. Ella toma la TARDIS y la mete en su bolso. Bien equipada, Clara regresa al túnel donde se encuentra nuevamente con Rigsy, quien le pregunta quién es ella. Para irritación del Doctor, ella se presenta como la Doctora, aunque todos le dicen Clara. Al darse cuenta que ella está investigando las desapariciones, el graffitero se ofrece a ayudar llevándola al lugar donde se dio la última.


Ambos entran a un apartamento donde todo parece estar en orden. Lo único llamativo es un mural de lo que parece un terreno desértico en una de las paredes. Aunque inicialmente el Doctor le pide a Clara que se deshaga del chico para que no estorbe, pronto descubre que Rigsy les puede ser de gran ayuda debido a su conocimiento de la comunidad. Pero cuando Clara comienza a hablar consigo misma de la posibilidad de que todo se trate de un rayo que encoge a la gente, el graffitero se asusta y decide irse. Para evitarlo, Clara convence al Doctor de que abra las puertas de la TARDIS para que el chico pueda conocerlo. Al hacerlo, las alarmas se disparan pues algo está drenando la energía de la nave. El Doctor vuelve a cerrar las puertas y le ordena a Clara y Rigsy que salgan de allí pues no es seguro.

Luego van a la escena de la primera desaparición. Allí se encuentran con la oficial Forrest, quien está custodiando el lugar. Clara usa el Papel Psíquico para convencerla que ella es una agente del gobierno que investiga las desapariciones. Mientras tanto, el Doctor llega a la conclusión que las víctimas deben aún encontrarse dentro de las habitaciones. La opción más lógica es pensar que están dentro de las paredes, por lo que le pasa un mazo a Clara para que lo averigüe. En ese momento la agente Forrest recibe una llamada de sus superiores y se marcha a otra habitación para poder hablar. Pero algo se mueve en la pared atrayendo su atención. De pronto comienza a ser absorbida por el suelo. Sus gritos atraen a Rigsy y Clara, quienes encuentran la habitación vacía, solo el teléfono y la linterna de la oficial en el piso. El Doctor se fija en un mural de lo que parece un bosque en la pared y descubre que en realidad se trata de un sistema nervioso: han encontrado lo que queda de la oficial Forrest. Y el mural del desierto en la otra escena en realidad es una vista ampliada de piel humana. Los atacantes son criaturas bidimensionales que se mueven a través de las paredes y el piso y están diseccionando a sus víctimas. Cuando Clara y Rigsy tratan de escapar, las criaturas "aplanan" el pomo de la puerta y los muebles. Valiéndose de una hamaca, Clara y Rigsy atraviesan la ventana hacia el exterior, pero el golpe daña el auricular de Clara y asusta a Danny, quien en ese preciso momento la había llamado por teléfono.


Gracias a la conversación con Danny, el Doctor se da cuenta que Clara le ha estado mintiendo: el ex-soldado no sabe que ella sigue viajando en la TARDIS. Mientras discuten, regresan al túnel, donde descubren que la cuadrilla de servicio comunitario está por pintar el mural de los desaparecidos. El Doctor de pronto se da cuenta que esas podrían ser en realidad las víctimas atrapadas y le pide a Clara que lo impida. Ella trata de utilizar el Papel Psíquico con el amargado jefe de cuadrilla, Fenton, pero la ausencia de imaginación en este hace que solo vea un papel en blanco. En ese momento uno de los miembros de la cuadrilla es absorbido por el mural y las pinturas comienzan a moverse. El Doctor descubre su error: no son las víctimas, sino las criaturas disfrazadas como las víctimas. Ante la amenaza, todo el grupo corre a esconderse en uno de los talleres del patio de trenes cercano.


El Doctor le dice a Clara que ella debe imponerse como líder para poder mantener el control del grupo, algo que ella hace enfrentándose a Fenton. El Señor del Tiempo cree que las criaturas podrían no saber que le están haciendo daño a los humanos y que podrían solo tener curiosidad sobre la tercera dimensión. Para estar seguros decide comunicarse con las criaturas utilizando interpretaciones sonoras de números. Las criaturas responden con el número estampado en la camisa del trabajador de la cuadrilla que fue absorbido en el túnel. Luego dan un número que corresponde a otro de los trabajadores. Fenton furioso señala que las criaturas están marcando a su próximo blanco. En ese momento Clara descubre que efectivamente otro de los trabajadores ha sido absorbido por la pared. El grupo vuelve a escapar por una ruta que conoce Rigsy a través de los túneles del metro.

Pero una vez dentro se dan cuenta que las criaturas han "aplanado" las manivelas de las puertas. El Doctor le pasa a Clara un nuevo aparato que ha fabricado: el 2Dis, diseñado para restaurar las tres dimensiones en pequeña escala. Un primer intento de utilizarlo falla y el Doctor debe corregirlo. En ese momento, y de alguna manera que el Doctor no comprende, las criaturas se las ingenian para drenar más energía de la TARDIS. Mientras deciden qué hacer ahora, Al, otro de los miembros de la cuadrilla, es atrapado por una mano gigante que parece estar hecha con los ladrillos del túnel. Las criaturas han dominado las tres dimensiones y comienzan a aparecer como extrañas versiones bizarras de las víctimas. Clara vuelve a usar el 2Dis para restaurar la manivela de la puerta, esta vez con éxito, con lo que pueden continuar su escape. Y aunque intentan aplanar la manivela para detenerlos, las criaturas han aprendido también a restaurar las tres dimensiones.


El Doctor le dice a Clara que ha descubierto la manera de regresar a las criaturas a su propia dimensión, pero la TARDIS no tiene suficiente energía para hacerlo. En ese momento Fenton forcejea con Clara para quitarle la TARDIS pensando que es algún tipo de máquina que puede salvarlo. Pero la nave se escapa de sus manos y cae a un nivel inferior, directo sobre las vías del tren. Y un tren se aproxima. Sin energía para poder mover la TARDIS ni forma de escapar de ella, el Doctor le dice a Clara que haga todo lo que esté a su alcance por salvar a tantos como pueda. Pero Clara no está dispuesta a dejar morir al Doctor y le dice que haga como Dedos en "Los Locos Adams" para escapar. En una escena bastante divertida, el Doctor saca la mano por la pequeña puerta y logra quitar la TARDIS de los rieles moviéndose como si fuera un cangrejo ermitaño. Sin embargo, mientras celebra, la TARDIS se resbala y vuelve a caer sobre los rieles. Al Doctor solo le da tiempo de lanzarse sobre la consola y accionar una palanca. Clara trata de comunicarse con él pero sólo recibe estática.

Tras bajar al nivel de los rieles, el grupo descubre que las criaturas están en la salida del túnel, por lo que están atrapados. La llegada de otro tren le da una idea a Clara. Usando el Destornillador Sónico hace que el tren se detenga. En él solo viaja el conductor, pues iba de regreso a los patios. Clara se presenta como agente del gobierno y le pide usar el tren para embestir un derrumbe que bloquea el paso. Pero en ese momento el tren comienza a moverse operado por Rigsy, quien está decidido a sacrificarse para salvar a los demás. Clara aborda el tren y le hace ver al graffitero que su sacrificio, aunque loable, es un desperdicio, pues el tren puede avanzar sin conductor si ella amarra la palanca de velocidad. Ambos saltan del tren pero las criaturas lo aplanan como una pintura en el muro del túnel y avanzan contra ellos. Mientras escapan, Clara encuentra un cubo con caracteres de Gallifrey que ella reconoce como la TARDIS.


Clara lleva al grupo hasta un cuarto de servicio donde solo encuentran papel y pintura. Al preguntarse qué haría el Doctor, ella se da cuenta que la pregunta correcta es qué va a hacer ella. Rápidamente genera un plan y le pide a Rigsy que comience a pintar. Dentro de la TARDIS, el Doctor le dice a Clara que la nave está en modo asedio, pero que se ha quedado completamente sin energía al accionarlo. Los sistemas de soporte vital están fallando y es poco probable que él vaya a sobrevivir. Pero antes de morir desea que Clara sepa que como "Doctora" ha hecho un trabajo decente.

Clara coloca la TARDIS sobre una caja eléctrica en una pared y espera escondida junto al resto del grupo. Las criaturas aparecen y se dirigen hacia una puerta que tiene la manivela aplanada, descargando toda su energía para restaurar sus tres dimensiones nuevamente. Pero no lo logran, ya que la puerta es en realidad una pintura de Rigsy y no se le puede restaurar las tres dimensiones a algo que nunca las ha tenido. La energía de las criaturas atraviesa la pared hacia la TARDIS que está al otro lado. Con su nave nuevamente en funcionamiento, el Doctor la hace recuperar su tamaño y forma habitual y confronta a las criaturas, a quienes les hace ver que ha tratado de dialogar con ellas y ha tratado de entenderlas. Pero está claro que ellas saben bien lo que están haciendo. Son monstruos y él es quien se encarga de detener a los monstruos. No sabe si alguna logre sobrevivir el viaje de vuelta a su propia dimensión, pero sí es así, el Doctor quiere que lleven un mensaje: este plano está protegido por él. En el momento en que las desintegra, también les da nombre: los Deshuesados.


Tras su victoria, el Doctor lleva a todos de vuelta a la superficie. Tras despedirse de los demás, Clara le hace ver que ella oyó sus palabras y que sabe que lo ha hecho bien como Doctora. Pero el Doctor se ve extrañamente serio y parece no querer admitirlo. Esto irrita a Clara que no entiende por qué él no quiere darle el mérito que se merece. Tras presionarlo, el Doctor admite que ella fue una Doctora excepcional, pero que la bondad no tuvo nada que ver con ello. Clara queda abrumada ante estas últimas palabras. Es en ese momento que descubrimos que toda la escena está siendo vista por Missy, quien acaricia el rostro de Clara en una pantalla mientras lanza unas palabras misteriosas: "¡Clara! ¡Mi Clara! ¡He elegido bien!" ¡¿Qué se supone que significa eso?!

En definitiva, "Flatline" es un episodio muy bien logrado, que pasa del suspenso del misterio al terror de un grupo de personas tratando de sobrevivir de una terrible amenaza. Ciertamente el crecimiento del personaje de Clara es intenso. Si hace tan solo dos episodios no lograba comprender las acciones del Doctor, aquí las adopta de una manera perfecta, atreviéndose a hacer esas elecciones imposibles sin dejarse agobiar cuando alguien muere, a sabiendas que la vida de los que quedan depende de ella. Pero a la vez, este reconocimiento de lo frío que se debe ser para ser el Doctor parece abrumarlo a él. Quizás el ver a alguien dulce como Clara convirtiéndose en su propio reflejo no es nada agradable para el Señor del Tiempo. ¿Será que comienza a reconocer que quizás su influencia sobre la Chica Imposible ha sido negativa? Estamos a pocos capítulos del final de temporada donde (quizás) se resuelvan estas incógnitas. Mientras tanto, aquí está el avance del siguiente capítulo, titulado "In the Forest of the Night":

https://www.youtube.com/watch?v=KoGzozaBsUo

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