Agents of S.H.I.E.L.D: Reseña Episodio 23

"Agents of S.H.I.E.L.D." volvió a la pantalla chica después de una larga espera para los fanáticos (más larga aún por la decisión del Canal Sony Latinoamérica de estrenar esta segunda temporada un mes después de su estreno en Estados Unidos). El regreso a la acción  con el capítulo titulado "Shadows" ha servido para recordarnos cuánto ha cambiado el universo cinemático ce Marvel desde el impactante final de la primera temporada. Ha sido un largo invierno para los chicos de Coulson, quienes han tenido que adaptarse a la clandestinidad, haciendo nuevos amigos y preparándose para ser ahora ellos quienes son perseguidos por los gobiernos del mundo y por los remanentes de HYDRA... que quizás no ha quedado tan desarticulada como muchos militares afirman.


Y qué mejor manera de iniciar que con un flashback que nos lleva a Austria en 1945, al puro final de la Segunda Guerra Mundial. En una de las últimas bases de HYDRA, un oficial que responde al nombre de Reinhardt (Reed Diamond) da la orden para empacar todos los equipos y artefactos de investigación tras la muerte de Red Skull. Entre los artefactos que están empacando está un extraño objeto de procedencia aparentemente alienígena que Reinhardt llama el Obelisco. Un objeto tan poderoso que no se le puede tocar directamente con las manos, como atestiguan los cuerpos de varios soldados. Pero antes que el convoy pueda salir hacia un destino secreto, la base es atacada por los comandos de la Reserva Científica Estratégica (predecesora de S.H.I.E.L.D.), liderados ni más ni menos que por la agente Peggy Carter (Hayley Atwell) y los Comandos Aulladores Dum Dum Dugan (Neal McDonough) y Jim Morita (Kenneth Choi), viejos camaradas de Captain America. Reinhardt y sus hombres son arrestados mientras todos los objetos son confiscados y clasificados. Sobre la tapa de la caja que contiene el Obelisco, Morita pinta el código del objeto: 084.

Ya en el presente, Melinda May, Triplett y Skye vigilan una venta ilegal de información por parte del ex-agente Roger Browning (Matthew Glave) a un grupo de mercenarios liderados por Izzy Hartley, interpretada por la favorita del fandom Lucy Lawless (así es, Xena la Princesa Guerrera como invitada en este primer episodio de la segunda temporada). Browning ofrece venderles información sobre varios artefactos que ahora están en poder del ejército tras haber sido incautados de las bodegas de S.H.I.E.L.D. Entre ellos una misteriosa caja que es la única clasificada como de Nivel 10. Pero la transacción se ve interrumpida por la aparición de un tipo enorme que parece inmune a las balas. Tras matar a Browning y robar sus documentos, el sujeto salta por una ventana a más de siete metros de altura. La intervención de May, Triplett y Skye deja claro que en realidad Hartley y sus mercenarios trabajan para S.H.I.E.L.D., aunque no están contentos de que no se les informara que un equipo de respaldo los iba a estar vigilando. Ante la llegada de la policía, Coulson da la orden para regresar a la base.


En el "Patio de Juegos", los equipos son recibidos por los agentes Alphonso "Mac" Mackenzie (Henry Simmons) y Billy Koenig (Patton Oswalt). Este último le indica a May que Coulson está en la base y desea reunirse con ella. Cuando Hartley y sus dos mercenarios, Lance Hunter (Nick Blood) y Idaho (Wilmer Calderon), siguen a May, Koenig les dice que por el momento el Director Coulson solo va a reunirse con Melinda. Mientras, Skye le lleva a Fitz un fragmento de metal que al parecer cayó del cuerpo del atacante de Browning para que lo analice en busca de pistas. La reunión entre Coulson y May nos permite saber que el nuevo director de S.H.I.E.L.D. no ha estado ocioso, pues ha recorrido el mundo en busca de aliados y agentes escondidos que aún son leales a S.H.I.E.L.D. Una tarea bastante ardua debido a la gran cantidad de traidores y a la persecución del ejército de Estados Unidos a cargo del ahora general, Glenn Talbot. Cuando May le pasa las fotos que lograron obtener, Coulson menciona impresionado que el artefacto cuya información estaba vendiendo el ex-agente es mencionado en los archivos clasificados de Nick Fury como el primer 084 descubierto por S.H.I.E.L.D. cuando apenas era la Reserva Científica Estratégica. Un artículo muy poderoso que si llega a caer en manos de HYDRA, le permitirá a la organización terrorista no tener que ocultarse.


May baja de la reunión y le avisa a Hartley que Coulson desea hablar con ella y sus hombres. Luego va en busca de Fitz para saber qué ha averiguado. Leo Fitz es un personaje que ha cambiado bastante tras el accidente que sufrió al final de la temporada pasada. La lesión cerebral hace que le cueste concentrarse, olvidando las palabras e irritándose con facilidad. Jemma Simmons se mantiene a su lado, animándole a seguir adelante y no darse por vencido. Pero Fitz se siente frustrado pues no logra terminar un dispositivo de ocultamiento para el "Bus", sin el cual el avión debe permanecer en tierra para evitar ser derribado por los cazas de Talbot. May le pregunta por el metal que le llevó Skye. Pero mientras Fitz le da algunos de los resultados, el trozo de metal se convierte en un pedazo de carne humana sangrante frente a sus ojos. El análisis de ADN da una correspondencia con un individuo del Índice de S.H.I.E.L.D.: Carl Creel (Brian Patrick Wade), un criminal con el poder de transformar su piel en cualquier material que toca y con una peligrosidad tan alta que S.H.I.E.L.D. prefirió eliminarlo. Pero cuando Coulson revisa que el oficial encargado de hacerlo fue John Garrett, queda claro que Creel fue en realidad reclutado por HYDRA.

Necesitados de información, Coulson le pide a Skye que baje a las celdas para que interrogue a Grant Ward, pues sabe bien que el traidor solo hablara con ella. En su celda, Ward se muestra feliz de poder hablar con la hacker, aunque ella se mantiene fría y distante. Ella nota que Ward tiene cicatrices en las muñecas y él le confiesa que intentó suicidarse en varias ocasiones. El ex-agente por su parte nota que Skye se ve en mejor condición física, lo que demuestra que ha seguido su entrenamiento bajo la tutela de May. La hacker no desea hablar de temas personales y amenaza con irse cuando Ward no le logra dar mayor información sobre Creel. Pero Ward le revela que HYDRA se comunicaba con sus agentes a través de la estática en las frecuencias de S.H.I.E.L.D. Aunque S.H.I.E.L.D. cayó, las frecuencias siguen activas. Koenig confirma que Ward dice la verdad al encontrar un mensaje en la estática. Cuando lanza un señuelo para encontrar qué otras células de HYDRA responden, el equipo descubre que son cientos alrededor del mundo.


El mensaje enviado a Creel menciona un ataque contra el General Talbot, por lo que Coulson envía a Triplett a colocarle un teléfono en el bolsillo mientras camina con su esposa en un parque. El director llama a Talbot para advertirle, pero este se muestra prepotente y llama a sus propios refuerzos. En ese momento es atacado por Creel, lo que obliga a Melinda May y Skye a intervenir. Mientras los soldados de Talbot llegan a la escena y arrestan a Creel, Talbot es llevado a un vehículo de seguridad donde se ve secuestrado por May. Prisionero en la celda del "Bus", Talbot se encuentra con Coulson, quien insiste en que deben trabajar juntos en lugar de estar enfrentados. Pero el militar le responde que lo único que le promete al director es no matarlo si se entrega con toda su gente. Coulson sabe muy bien que Talbot no va a dar el brazo a torcer, pero su verdadera finalidad es obtener las huellas digitales y el registro de voz del general para poder infiltrarse en su base secreta, ya que teme que Creel se dejara atrapar para ser llevado a las mismas instalaciones donde están los objetos incautados a S.H.I.E.L.D. y que HYDRA conoce porque el confiado de Talbot lo menciona en todas las entrevistas que da por televisión.


Tras dormir a Talbot y dejarlo libre dentro de un auto, el equipo de Coulson rastrea la llamada que el general hace a su base ordenando que se refuerce la seguridad. De esta manera logran descubrir la localización del complejo militar secreto. Haciéndose pasar por la escolta de otro general que está de visita, el equipo entra a la instalación. Pero tal como temía Coulson, Creel se libera y va en busca del 084, que es el Obelisco que vimos al inicio del episodio. La primera en encontrar el artefacto es Hartley, quien es atacada por Creel antes que lleguen los demás. La agente toma el Obelisco con su mano para usarlo contra el villano. Pero el objeto tiene un terrible efecto en ella, pues su brazo se petrifica sin que pueda soltarlo. Creel escapa al tiempo que todos los demás acuden en auxilio de Hartley. Con las alarmas de la base accionadas, Hunter exige que deben abortar la misión para darle a Hartley la atención médica adecuada. Pero Coulson le ordena a May seguir adelante con el resto de la operación. Furioso, el mercenario se lleva a Hartley, quien aún tiene el Obelisco aferrado en su mano, y escapa junto a Idaho. May, Skye y Triplett siguen adelante con la misión: robar uno de los quinjet con tecnología de ocultamiento invisible que Talbot incautó de S.H.I.E.L.D.


Mientras Triplett y Skye roban el avión y May escapa en moto, Coulson le explica a Koenig que aquello fue una decisión de gran riesgo pero que debía tomar para asegurar el futuro de S.H.I.E.L.D. Es en este punto donde el director confiesa que no cree que Fitz pueda construir un dispositivo de ocultamiento. No después de las lesiones cerebrales que sufrió y el colapso emocional que tuvo cuando Simmons dejó al grupo. En una escena muy emotiva descubrimos que el dúo Fitz-Simmons ya no existe. Ella se fue al no poder soportar verlo en ese estado, y la Simmons que hemos visto durante todo el episodio al lado de él es en realidad una alucinación del pobre Leo Fitz. Un trágico giro para dos personajes muy queridos de la serie.

Durante el escape en auto de la base militar, Hartley le pide a Hunter que le corte el brazo, pues siente cómo el Obelisco la está matando lentamente. Él la obedece y se lo amputa con su cuchillo. Pero en ese momento los mercenarios son atacados por Creel, quien convierte su cuerpo en el concreto de la calle para volcar el vehículo. Solo Hunter logra sobrevivir al accidente. Creel toca el neumático del auto para transformar su brazo en un material aislante que le permita llevarse el Obelisco sin sufrir los efectos negativos. Luego se marcha dejando a Hunter atrapado entre los cuerpos de sus amigos muertos.


En una escena después de créditos, conocemos al líder de HYDRA detrás de las órdenes de Creel: ni más ni menos que Reinhardt, quien ahora usa el nombre de Daniel Whitehall y que ha envejecido muy poco en más de 50 años. Whitehall le dice a su interlocutor que ha esperado mucho tiempo para recuperar el Obelisco.

"Shadows" fue un muy buen episodio para iniciar esta nueva temporada de "Agents of S.H.I.E.L.D." La nueva dinámica del grupo como el eje central de la reorganización de S.H.I.E.L.D. en un ente clandestino que debe esconderse no solo de HYDRA sino también de los gobiernos del mundo, hace que la acción sea más intensa, gracias a que ahora deben operar con recursos y personal limitado. Algo que queda en evidencia ante la necesidad de utilizar a mercenarios como los del grupo de Hartley. Es una lástima que el personaje de Lucy Lawless haya durado tan poco, pues siempre es grandioso verla en una serie de acción. En cuanto al elenco original, Coulson se nos muestra en su papel del director de la agencia asumiendo facetas que nos recuerdan a su mentor, Nick Fury. Skye también ha tenido una muy buena transformación, siendo ahora más dura, fría y menos inocente que cuando la conocimos al inicio de la serie. Pero claro, es bastante por lo que ha pasado para llegar a este punto. Y aún está pendiente el misterio de su verdadera naturaleza. Algo en lo que Ward parece tener algún conocimiento...


Otra duda que nos queda es qué pasará ahora con Fitz. ¿Regresará en algún momento Simmons? De todos los miembros del grupo, al ingeniero parece haberle tocado la peor parte.

Un punto que me gustó bastante de este episodio fue la incorporación de lleno de personajes del cómic. No solo Talbot, que espero que se convierta en un personaje recurrente tal como sucedió al final de la temporada anterior. Sino también los dos villanos principales. Carl Creel es un personaje nacido en las páginas de "Journey Into Mistery" #114 de 1965, mejor conocido por su nombre de supervillano: Absorbing Man. Curiosamente, este nombre sólo es utilizado en una ocasión durante el episodio. El otro villano de los cómics es el propio Daniel Whitehall, quien es Kraken, uno de los mejores asesinos de HYDRA.


En resumen, iniciamos la segunda temporada de "Agents of S.H.I.E.L.D." con el pie derecho. Y espero realmente que se mantenga así durante toda la temporada, siguiendo ese muy buen ritmo que alcanzó en la segunda mitad de la temporada anterior y que nos ha permitido ignorar un poco los problemas que sufrió la serie en su arranque. Mucho queda por narrar y hay que recordar que "Avengers: Age of Ultron" colindará con el final de esta segunda temporada. Y por lo que hemos visto en el adelanto de la película, será un sacudón igual de fuerte para el universo cinemático de Marvel que el que se dio con "Captain America: The Winter Soldier". Las repercusiones para Coulson y su gente son de esperarse.

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