Agents of S.H.I.E.L.D: Reseña Episodio 24
"Heavy is the Head" es el título del segundo capítulo de "Agents of S.H.I.E.L.D." de esta segunda temporada, el cual continuó los sucesos del episodio anterior. Un capítulo lleno de acción que exploró aún más la nueva dinámica de un S.H.I.E.L.D. clandestino luchando con pocos recursos contra HYDRA, al mismo tiempo que debe escapar de la persecución del ejército de Estados Unidos encabezada por el General Glenn Talbot. Y por si fuera poco, hay viejos enemigos que vuelven a resurgir.
Tras el ataque de Carl Creel (conocido también como Absorbing Man), el cual le costó la vida a Izzy Hartley y Idaho, la Agente May llega hasta el auto accidentado en medio de la autopista donde Lance Hunter aún está atrapado. Por insistencia de este, May sale en persecución de Creel dejando a Hunter con un pequeño soplete para liberarse. Pero el mercenario no logra hacerlo antes de verse rodeado por el ejército y ser puesto bajo custodia. Melinda May pronto alcanza en su moto al auto en el cual está huyendo Creel, pero el Director Coulson le da la orden de no atacarlo y tan solo seguirlo, pues desea saber quién es su contacto con HYDRA y para qué desea el Obelisco.
Mientras tanto, Skye y Triplett regresan al Campo de Juegos donde descubren que ningún otro miembro del equipo ha regresado, lo que incomoda a la hacker. Ella le informa a Coulson que cuando Hartley tomó el Obelisco, aparecieron varios símbolos en el artefacto similares a los que Coulson le ordenó investigar a partir de los extraños dibujos que John Garrett hizo sobre las puertas de vidrio del "Bus". Pero la frialdad con la cual el director recibe la noticia la irrita un poco. Coulson le dice entonces que toda la base está comprometida debido a que Hunter está en poder de los militares, lo que posiblemente los obligue a abandonarla.
El mercenario es llevado esposado hasta un campo abierto donde los soldados lo dejan con el General Talbot. El militar lo lleva de viaje en helicóptero mientras le ofrece un negocio conveniente para ambos: a cambio de que Hunter entregue a Coulson, Talbot limpiará el registro de Hartley para que pueda tener un funeral de honor. Además, le pagará dos millones de dólares al mercenario. Tras meditarlo un poco, Hunter acepta.
En la base de S.H.I.E.L.D., Skye y Triplett le muestran el dispositivo de ocultamiento del quinjet a Mac para que lo adapte al "Bus". Pero Fitz también se da cuenta que han traído el dispositivo, lo que le lleva a sentirse hecho a un lado al comprender que sus amigos tenían pocas esperanzas de que él pudiese recrear dicha tecnología. Skye visita la oficina de Coulson y le pide ir de nuevo al campo para ayudar a May a atrapar a Creel. Pero este se niega y le dice que si desea ayudar, que vaya a la habitación de Hartley y ayude a recoger sus cosas. Antes de irse, la hacker le insiste a Coulson que aunque él sea el director ahora y deba tener secretos, eso no significa que todo lo deba manejar solo.
Coulson recibe la llamada de May, quien le informa que Creel está en un café, posiblemente esperando a su contacto de HYDRA. Adentro del local, Absorbing Man revisa nervioso su brazo, el cual tiene una parte petrificada por la acción del Obelisco y a pesar de las medidas que había tomado él para no verse afectado. De pronto, la mesera lo toca por accidente, sufriendo lo que describe como un extraño choque eléctrico. Mientras May aún habla con Coulson, se oye un terrible grito desde dentro del lugar y la agente decide entrar. Allí descubre que Creel ha escapado con el Obelisco dejando a la mesera petrificada y a las demás personas aterrorizadas. Tras informarle al director de lo sucedido, Coulson deduce que Creel se ha visto afectado por el Obelisco y que ahora es inestable y peligroso.
El sistema de alerta de la base se acciona poniendo sobre aviso a Coulson de una violación en el perímetro de seguridad. Quien accionó la alarma es Lance Hunter, quien regresa al Campo de Juegos y pide ver a Coulson. Este sabe muy bien que la única razón por la que el mercenario está allí es porque hizo un trato con Talbot. Hunter no lo oculta y le dice los términos del mismo, aunque sin mencionar los 2 millones de dólares. Pero Lance también le dice que entre Coulson y Talbot, él sabe muy bien quién tiene mayor oportunidad de atrapar a Creel y vengar a Hartley, por lo que eludió a los soldados que lo seguían. Coulson se compromete a lograr que Hartley tenga el funeral que se merece, así como a pagarle a la familia de ella el dinero que S.H.I.E.L.D. le debía. Algo que también promete para la familia de Idaho.
Sintiéndose a un lado por sus amigos y otros científicos de S.H.I.E.L.D., Fitz decide ayudar en lo que pueda tratando de encontrar una manera de neutralizar los poderes de Creel. Mac se da cuenta de lo que Leo Fitz trata de hacer y decide ayudarlo. Mientras, Hunter y Skye tienen una charla sobre cómo era Hartley, cómo su madre había muerto de cáncer y cómo ahora su hermana sufre la misma enfermedad. Al final de la charla, Hunter le dice a la hacker que ella se parece mucho a Izzy y que debería considerar trabajar en el sector privado cuando se canse de S.H.I.E.L.D.
Carl Creel regresa a su camión buscando usar sus poderes para contrarrestar los efectos del Obelisco. Al no conseguirlo, trata de entrar en contacto con HYDRA, pero no recibe respuesta... por lo menos no a través del canal regular. Un celular escondido bajo el camión suena y Creel lo responde. Al otro lado de la línea se encuentra el agente de HYDRA Sunil Bakshi (Simon Kassianides), mano derecha de Daniel Whitehall. Bakshi ha matado a los enfermeros de la ambulancia que trasladaba el cuerpo de la mesera petrificada. Durante la conversación, le dice a Creel que debe mantener la calma, recordar el entrenamiento y encontrarlo en el segundo lugar asignado. Al colgar, Creel se encuentra con Raina, quien le ofrece un raro mineral de extrañas propiedades a cambio de que él se alíe a ella y le entregue el Obelisco. Pero Creel se niega y le ordena que se largue, quedándose con el mineral como pago por no matarla.
Mientras Coulson, May y Triplett consideran sus opciones para atrapar a Creel, Skye encuentra un mensaje para ellos con un número de teléfono en las antiguas frecuencias de HYDRA. Cuando el director llama, se da una sorpresa al escuchar la voz de Raina. Ella le dice que ya no trabaja para HYDRA y que no desea que ellos obtengan el Obelisco. Por eso está dispuesta a hacerle un favor a S.H.I.E.L.D. transmitiéndole una señal de un dispositivo de rastreo que está en el mineral que Creel le robó.
Pronto el equipo está de nuevo en acción siguiendo la señal de Raina hasta un parque. Allí Creel se encuentra con Bakshi, mientras que Triplett lo vigila con un rifle de grueso calibre desde un edificio cercano. Skye, May y Hunter se preparan para atrapar a Creel con vida, pero en el último momento el mercenario les dispara dejándolas inconscientes. Luego hace lo mismo con Triplett para quitarle el rifle. Pero el plan de Hunter falla cuando Creel se hace de metal y la bala rebota en su cabeza. En medio del tumulto que se forma, Raina logra robarse el Obelisco y huir. Mientras, Absorbing Man le da una buena paliza al mercenario, quien se salva cuando Coulson interviene atacando a Creel con un artefacto creado por Fitz y Mac que lo convierte en piedra.
Más adelante, Lance Hunter asiste al funeral con honores de Izzy Hartley, el cual se realiza gracias a contactos de Coulson. El director le dice que está dispuesto a olvidar lo sucedido con Creel si el mercenario decide seguir trabajando para S.H.I.E.L.D. A pesar del temor a las represalias de Melinda May por haberle disparado, Hunter acepta. La primera orden que el director le da es que lo entregue a Talbot.
En la base, Skye le comenta a May lo feliz que la hace ver que Fitz esté aceptando la ayuda de Mac. Pero también le expresa sus temores por el comportamiento de Coulson. May regaña al director pues sabe muy bien que dicho comportamiento se debe a que él está a punto de sufrir un "episodio". Melinda le insiste que no debe luchar contra ello, pues si lo hace no podrán descubrir qué le sucede. Tras cerrar la oficina y alistar una cámara, Coulson comienza a dibujar en la pared los mismos extraños patrones de símbolos que comenzó a hacer al final de la temporada pasada. Al mismo tiempo, May registra todo cuidadosamente con la cámara.
En un lugar no identificado, Raina le lleva el Obelisco al misterioso personaje que conocimos al final de la temporada pasada como el papá de Skye (interpretado por Kyle MacLachlan y acreditado bajo el nombre de El Doctor). Este le dice a Raina que tome el artefacto en sus manos. Ella, bastante nerviosa pues sabe lo que el Obelisco le ha hecho a otras personas, no tiene más remedio que obedecer. Pero en lugar de ser petrificada, los símbolos en el Obelisco se activan. Ella emocionada dice que ha funcionado. Pero él le explica que no: simplemente el artefacto le ha permitido vivir. Raina se muestra confundida, por lo que El Doctor le dice que si le trae a su hija, les explicará a las dos.
En una escena después de créditos, Coulson se encuentra con Talbot en una zona rural. El general llega con varios de sus hombres, admitiendo las agallas que tiene Coulson de presentarse solo ante él. Coulson le explica que quiere hacer un trato. En la camioneta que está a su lado está Carl Creel, vivo aunque aún petrificado. S.H.I.E.L.D. está dispuesto a entregárselo así como a otros villanos que capturen, para que así Talbot pueda seguir ascendiendo en su carrera militar. A cambio, le pide al general que suavice un poco su persecución contra S.H.I.E.L.D. El general se burla de Coulson y le dice que la inteligencia ha dejado en claro que su grupo no tiene capacidad alguna para ser de utilidad. Pero Coulson no está de acuerdo. De pronto, el "Bus" desactiva su sistema de ocultamiento apareciendo bien armado sobre el lugar. También el quinjet aparece, listo para llevarse a Coulson y dejando al General Talbot con la boca abierta.
Un doble capítulo que ha servido como gran apertura para esta segunda temporada, mostrándonos personajes nuevos, personajes viejos cuyas historias aún son un enigma, continuando arcos argumentales que nos tienen llenos de dudas, y dándonos la esperanza de que Joss Whedon esta vez sí nos ofrezca una serie que se mantenga en un nivel excelente de manera constante.
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