Game of Thrones: Reseña Episodio 14
"La noche es oscura y alberga cosas aterradoras". El décimo cuarto episodio de "Game of Thrones" nos enseñó que esta frase es más que un eslogan pegajoso de Melisandre para popularizar su nueva religión. ¡Qué final más siniestro! Pero antes de llegar allí, repasemos todo lo que se vivió en el capítulo títulado "Garden of Bones", en el cual tuvimos nuevos personajes, nuevos escenarios y el regreso de algunos Lannister a los que no veíamos desde la temporada pasada.
Iniciamos con Robb Stark, al que encontramos llevando muerte y destrucción a los ejércitos Lannister al lado de Viento Gris. Por fin vemos lo que ha estado haciendo el Rey en el Norte, a lo cual Catelyn se había referido en el episodio anterior al increparle a Renly Baratheon el estar jugando a la guerra mientras su hijo estaba peleando una. Ciertamente no vemos la batalla en sí misma, pues pasamos con un corte de edición desde el momento en que los norteños descienden sobre el campamento Lannister hasta después de la batalla, con heridos y mutilados por todos lados y un Robb haciendo cuentas de su victoria junto a Lord Roose Bolton. Así es, el hombre cuyo emblema muestra a un hombre desollado y que gobierna sus tierras desde un lugar llamado Fuerte Terror entró en escena en la serie. ¿Haciendo qué? Pues recomendándole a Robb desollar algunos Lannister para sacarles información. De más está decir que para el hijo de Ned Stark tal práctica es inaceptable. Robb también se encuentra con una joven que ayuda a amputarle la pierna a un soldado herido y que le cuestiona su visión de la guerra, haciéndole notar que aquellos soldados que Robb ve como sus enemigos tampoco tuvieron muchas alternativas cuando Tywin Lannister los obligó a pelear de su lado. La misteriosa mujer se hace llamar Talisa y asegura provenir de Volantis, aunque para quienes hemos leído los libros nos entra una pequeña sospecha sobre si acaso será más bien alguien más...
Las consecuencias de las victorias de Robb se hacen sentir en Desembarco del Rey, donde el Rey Joffrey hace nuevamente gala de su "carisma" al humillar públicamente a Sansa por la traición de su hermano. Mientras le apunta con una ballesta, hace que le rasguen el vestido y la azoten hasta las lágrimas. La salvación de la pobre Sansa viene de la mano de Tyrion Lannister, quien detiene el pérfido espectáculo e increpa a su sobrino por mancillar públicamente el honor de su futura reina. Cuando todos pensabamos que Joffrey se tragaría nuevamente las palabras de su tío, más bien llega a nuevas escalas de sadismo y maldad al descargar su enojo contra las prostitutas que Tyrion le había enviado como regalo. El día que a este jovencito le pase algo realmente malo, estoy seguro que todo el público lo celebrará junto a los habitantes del Poniente. Mientras tanto, Tyrion vuelve a anotarse otro tanto en el Juego de Tronos al poner en jaque a su primo Lancel, a quien no veíamos desde la temporada pasada. El antiguo escudero de Robert Baratheon ha sido nombrado caballero por Cersei, quien además lo ha adoptado como amante de turno mientras no está su hermano Jaime. ¿Es que acaso Cersei no puede fijarse en un hombre que no sea de su propia familia? Lo cierto es que la Mano del Rey ya conoce el pequeño secretito de Lancel y, tras un par de amenazas, consigue que su primo le sirva de espía en la alcoba de la Reina Regente.
Otro Lannister al que no veíamos desde la temporada anterior era a Lord Tywin. El patriarca de Roca Casterly aparece en Harrenhal a tiempo para salvarle el pellejo a Gendry, quien iba a pasar por la "divertida" experiencia de que una rata se abriera camino entre sus entrañas para escapar de un cubo calentado con una antorcha. ¡Estos Lannister son bastante creativos en sus métodos para interrogar! Lord Tywin pone un alto a aquello y envía a Gendry a trabajar en la forja, donde puede ser más útil a su ejército. Llama la atención que también reconoce que Arya es una chica con tan solo una mirada. Por ahora los sobrevivientes de la caravana de Yoren pueden darse un respiro, aunque ahora están al cruel servicio del ejército Lannister, y en un lugar conocido por estar maldito. La primera vista que tuvimos de Harrenhal fue bastante impresionante, con sus colosales torres en ruinas y sus piedras fundidas por el poder del fuego de dragones. Habrá que ver qué le espera a Arya en un lugar tan acogedor. Aunque ella ya está maquinando sus propios planes: "Joffrey, Cersei, Ilyn Paine, el Perro, Polliver, la Montaña..."
El segundo nuevo escenario que se nos mostró en este segundo episodio fue la ciudad de Qarth. Y con esto volvemos a Essos para ver qué ha estado ocurriendo con Daenerys. Por fin uno de sus jinetes vuelve con buenas noticias y la lleva hasta las puertas de la magnífica Qarth. Allí es recibida por los Trece, los gobernantes de la ciudad. Sin embargo, estos no le dejan entrar, pues parece que lo único que quieren son los dragones de Dany. La última Targaryen intenta amedrentarlos amenazándolos con quemar su ciudad tan pronto sus dragones crezcan. Pero los Trece tienen el mortal desierto a su favor. Esta habría sido una desastroza derrota para la khaleesi si ni hubiera intervenido Xaro Xhoan Daxos, uno de los Trece originario de las Islas del Verano, quien mediante un juramento de sangre, intercedió en favor de Daenerys y los suyos. Al final, las puertas de Qarth se abrieron para la Madre de los Dragones.
Pero algunos de los mejores momentos de este episodio ocurrieron en las cercanías de Bastión de Tormentas. Meñique llegó hasta el campamento de Renly tratando de jugar todas las cartas posibles para quedar bien parado sin importar el rumbo que tome la guerra. Así, lo encontramos negociando con Renly su cooperación para acelerar la toma de Desembarco del Rey a cambio de conservar su cabeza y su puesto como miembro del Consejo. También trata de engatuzar a Margaery Tyrell, aunque ella se mantiene leal a su esposo y rey. Finalmente, le lleva a Catelyn Stark el mensaje de Tyrion: si los Stark liberan al Matarreyes, los Lannister devolverán a Sansa y a Arya. La cereza en el pastel para tentar a Cat se da cuando le devuelve los restos del difunto Ned. Aunque vemos a Cat llorar amargamente sobre los huesos de su esposo, recuperá su porte enérgico al día siguiente, cuando regaña a Renly y Stannis por comportarse como niños durante el encuentro entre ambos pretendientes al trono. No está de más decir que en dicha reunión no hubo nada de amor filial. "El Trono de Hierro es mío por derecho. Todo el que lo niegue es mi enemigo". "Todo el reino lo niega, hermano. Lo niegan en Dorne y lo niegan en el Muro. Lo niegan los viejos con su último aliento, y los niños sin nacer en el vientre de sus madres."
Y es aquí cuando llegamos a ese siniestro final. Consiente de su inferioridad numérica para derrotar a su hermano menor en el campo de batalla, Stannis le pide a Davos Seaworth que lleve a cabo una misión acorde a su pasado como contrabandista. Algo oscuro y secreto que no debe saber nadie más. Es así como Davos y Melisandre terminan en mitad de la noche en un pequeño bote, incursionando en unas cuevas en la costa. Ambos personajes tienen varios diálogos interesantes sobre la naturaleza del bien y del mal, hasta que llegan a una reja y Melisandre se quita la ropa. En una serie donde los desnudos son frecuentes, algo así no debería sorprendernos. Pero sí lo hizo, pues la sacerdotisa del Señor de la Luz mostró un avanzado estado de embarazo que no estaba allí cuando se desnudo tan sólo un par de capítulos atrás. Y lo que siguió fue más aterrador, cuando se acostó sobre el húmedo suelo de piedra de aquella oscura caverna y dio a luz a una especie de criatura monstruosa hecha de sombras. Si Davos Seaworth se orinó en los pantalones, no lo culpo. La magia negra ha irrumpido de lleno en "Game of Thrones"... "La noche es oscura y alberga cosas aterradoras"
Aquí está el resumen en video de lo más importante de este capítulo 14:
Y aquí el avance de lo que se viene en el episodio 15 de "Game of Thrones":
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