Who Watches the Watchmen?... I did!

Lo prometido es deuda y aquí estoy apenas una hora después de haber regresado de ver la película de Watchmen.

¿Y qué les puedo decir? Haciendo eco del comentario del editor del blog argentino MOndOCOmic, yo también quedé caminando en el aire. ¡Simplemente extraordinaria!
Esta es una película para verdaderos amantes del cómic (y conste que digo "verdaderos", excluyendo a esos puristas que ya se están llenando la boca de tonterías mientras pretenden saber algo de la materia). Evidentemente hay diferencias entre la novela gráfica y la cinta cinematográfica, pero eso es inevitable en toda adaptación. En esto me remito a toda la paja que hablaron algunos cuando se estrenó Las Dos Torres (segunda parte de El Señor de los Anillos) y que se tuvieron que tragar ante la aceptación general por parte del público tolkiendili. Porque al final, los seguidores son los mejores críticos, pues juzgan desde sus sentimientos y afectos, no desde nociones intelectualoides puristas y gastadas.

Pero basta de hacer editorial y hablemos un poco de la película. No voy a hablar por ahora de las grandes diferencias que Zack Snyder implementó (no quiero matarle las sorpresas a nadie), basta con confirmar la ausencia del calamar extraterrestre mutante gigante del final. Sin embargo, la solución que encontró el director para concluir la película sin dicho monstruo es demasiado fina y, desde mi punto de vista, respeta muy bien la escencia del final original.
Por otro lado, ciertamente la película está llena de escenas fuertísimas de violencia (seamos francos, es una cinta para mayores de 18 años definitivamente), pero estas escenas no son gratuitas, además de que le dan un ritmo intenso a las secuencias. Lo mismo debo decir de la escena entre Silk Spectre y Nite-Owl dentro de "Archie" (los que leyeron el cómic saben de cuál escena estoy hablando), la cual aunque bastante erótica no llegó a ser vulgar ni nada por el estilo. Y al fin y al cabo creo que es más escandaloso ver a Rorschach macheteando la jupa de un asesino de niños con un cuchillo de carnicero, que ver a Dan y Laurie haciendo el amor fogosamente sobre los cielos de Nueva York. ¿Ven que el cómic no es cosa exclusiva de niños?

El soundtrack es lindísimo y, como bien apuntó mi amigo Sergio, ayuda a darle una cierta sensación de nostalgia que envuelve toda la película. No sólo estamos viendo una historia de superhéroes: estamos presenciando todo un comentario sobre los últimos 50 años de la historia del mundo occidental, con Estados Unidos a la cabeza económica y militarmente. Si no la han visto o la van a volver a ver, préstenle atención a lo que escuchan. Si son modelo previo a 1985 como su servidor, van a percibir como la nostalgia los invade en varios momentos.
Y los créditos iniciales... ¡¡¡Qué extraordinarios créditos iniciales!!! 47 años de vigilantismo y sucesos políticos y culturales desicivos en la historia resumidos en una serie de encuadres perfectos acompañados de la música perfecta. Si han existido alguna vez unos créditos tan perfectos al inicio de alguna película que merecen ser recordados como los mejores, definitivamente son estos.

Fotografía, edición, mezcla de sonido... ¿Acaso hay algo que no merezca ser comentado?
Y sin embargo, hasta aquí escribo el día de hoy. Son muchas las sensaciones que debo digerir, el placer que aún debo disfrutar. Prometo escribir un poco más sobre esta película en los próximos días.

Un último detalle. A la tanda de hoy, fui acompañado por otros 5 amigos. Así que eramos 6 en total: Laura, Rafa, Ale, Sergio, Michael y yo. Curiosamente los Watchmen también son 6: Silk Spectre, Ozymandias, Dr. Manhattan, Rorschach, The Comedian y Nite-Owl. Si existe algún paralelismo, prefiero que sean ustedes quienes lo hagan. Sólo les pido una única cosa: ¡Yo quiero ser Nite-Owl!

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