Reseña Doctor Who: Time Heist

¿A quién no le gusta una buena historia de asaltos a bancos? Todo el suspenso, la intriga y los puntos de giro que se requieren para hacer funcionar una historia de estas, aseguran un rato bastante entretenido si se maneja bien la trama. Y si además se le suma un Señor del Tiempo, una mutante, un cyborg y un monstruo con poderes psíquicos que puede convertir el cerebro de cualquiera en sopa, es difícil no ser atrapado por la acción. Esto es lo que nos ofreció el quinto episodio de la octava temporada de "Doctor Who", titulado "Time Heist".


La acción comienza con el Doctor tratando de convencer a Clara de irse en busca de aventuras en la TARDIS. Pero ella ya tiene planes con Danny Pink. Cuando ella se prepara para salir del departamento, el teléfono de la TARDIS comienza a sonar. Muy pocas personas en el universo tienen ese número, por lo que Clara y el Doctor se preguntan quién puede ser. Cuando él se dispone a contestar, la Chica Imposible le pide que no lo haga, pues cualquier cosa puede pasar. El Señor del Tiempo insiste en que es solo una llamada. ¿Qué puede suceder? Al tomar el auricular, la acción se corta de golpe y de pronto el Doctor se encuentra en una habitación extraña con un gusano de la memoria en la mano. Clara está a su lado preguntándose qué está pasando, al igual que otros dos personajes, hasta ese momento desconocidos: la humana mutante Saibra y el humano mejorado Psi. Mientras todos se preguntan dónde están y quiénes son los otros, se activa una grabación de sí mismos asegurando que han accedido a borrar sus memorias de manera voluntaria.

Un maletín se abre en medio de la mesa y se activa una grabación de un personaje que se hace llamar el Arquitecto. Este les informa que están en el Banco de Karabraxos, la institución financiera más exclusiva e inexpugnable de la galaxia. Solo poner un pie en la superficie sin autorización es motivo para ser incinerados. En ese momento un equipo de seguridad llega fuera de la habitación y trata de derribar la puerta. La grabación del Arquitecto les suministra todos los planos del banco, los cuales Psi descarga directamente en su mente mientras los demás buscan una salida. Las últimas palabras del Arquitecto les revela por qué están allí: todos han accedido a robar el Banco de Karabraxos.


En el centro de seguridad del banco, la Señorita Delphox recibe la llamada del equipo enviado a encargarse de los intrusos. Los oficiales han tocado los gusanos de la memoria, olvidando qué es lo que estaban haciendo, lo que le ha permitido escapar al Doctor y el resto de la banda. Decidida a remediar la falla de seguridad sin que la Directora Karabraxos se entere, Delphox ordena que se libere a la extraña y temible criatura que ella llama el Delator.

Tras escapar de la patrulla de seguridad, el Doctor le pregunta a Psi quién es. Este inicialmente trata de engañarlos diciendo que es un humano que ha mejorado cibernéticamente sus capacidades mentales para los videojuegos. Pero el Doctor señala el código que tiene tatuado en el cuello que lo identifica como un ex presidiario. Psi lo acepta y confiesa que es un hacker y ladrón de bancos profesional. En cuanto a Saibra, ella es una mutante que puede cambiar su apariencia por la de cualquier otro ser vivo que toque. El Doctor le pasa una muestra de tejido que estaba en el maletín del Arquitecto y que conjetura que debe pertenecer a un cliente del banco. Clara pregunta si realmente van a robar el banco, a lo que el Doctor le responde que no tienen alternativa: por alguna razón que deben averiguar ya todos accedieron a hacerlo voluntariamente.

Con la nueva imagen de Saibra, el equipo entra en una de las secciones del Banco de Karabraxos, mientras Clara pregunta dónde está la TARDIS. Pero en ese momento se activa la seguridad, aislando el salón. La Señorita Delphox entra seguida por dos guardias con armaduras que contienen al Delator. La apariencia temible de la criatura logra intimidar al equipo. Pero Delphox no se dirige hacia ellos, sino a otro cliente del banco que la seguridad ha detectado que no debería estar allí. Este se defiende insistiendo en que no ha hecho nada malo. Pero justamente para eso está allí el Delator: una criatura con capacidad psíquica para detectar la culpa. Tras un primer y doloroso escaneo, queda claro que aquel sujeto ha entrado al banco con intenciones criminales, por lo que Delphox le ordena al Delator que se encargue de él. Usando todo su poder psíquico, la criatura le drena la mente a su victima, dejando su cráneo exprimido. Los guardias se llevan el cuerpo del desdichado mientras Delphox se disculpa con los demás clientes por el desagradable incidente.


El equipo entra en una sala privada de transacción donde Saibra utiliza su nueva identidad para acceder al contenido de la bóveda. Lo que encuentran es otro maletín del Arquitecto, el cual contiene una bomba. El Doctor le pide a Psi mostrar los planos del banco, con lo que descubre que bajo ellos se abren varios niveles de corredores de servicio. El plan claramente es volar en pedazos el piso de la sala para acceder a los corredores, algo que provoca las dudas de Psi y Clara. El Doctor les recuerda que si están allí es porque en ese banco se guardan los objetos más valiosos de la galaxia, incluyendo aquellos que probablemente desean por sobre todas las cosas. Tras colocar la bomba, todos se cubren para la explosión. Pero resulta que el artefacto es una bomba dimensional que envía los restos a otro plano sin lastimarlos. El equipo baja a los corredores y el Doctor "restaura" el piso al tiempo que un equipo de seguridad fuerza la sala privada tras identificar intrusos en dicha sección del banco.

En los pasadizos de servicio el equipo encuentra un nuevo maletín del Arquitecto. Clara cuestiona por qué el Arquitecto necesita de ellos si le es tan fácil irrumpir en el banco para dejar esos maletines. Pero el Doctor le dice que es otro el problema en el que deben enfocarse: la culpa que hace que sean detectados por el Delator. Entre más saben del plan de robo, más culpa pueden sentir, atrayendo la atención de la criatura. Esta es la razón por la que borraron sus memorias antes de entrar al banco. Lo mejor es que solo uno de ellos mire dentro del maletín. El designado es Psi, pues su capacidad cibernética le permite borrar su memoria de manera manual. El hacker mira en el maletín pero no logra identificar su contenido, por lo que se lo enseña a los demás. Dentro hay seis artefactos con forma de tubo. El Doctor afirma no saber qué son, pero Saibra lo acusa de estar mintiendo. En ese momento Psi tiene una falla de sistema y debe recargar. El Doctor les muestra una entrada de energía que puede servir, pero en ese momento se activa la alarma de intrusos. Clara se queda con Psi mientras el Doctor y la mutante investigan. Mientras el hacker recarga, Clara le menciona que su habilidad de borrar recuerdos es bastante útil. Pero él le cuenta que estando en prisión fue interrogado. Temiendo delatar a sus amigos y familiares, los borró por completo de su memoria. El recuperar el recuerdo de las personas que quiere es lo que más desea en la vida.


Por su parte, el Doctor le pregunta a Saibra cómo supo que estaba mintiendo. Ella le explica que al usar tantas caras ha aprendido a reconocer la mentira en el rostro de las personas. El Señor del Tiempo elogia su "don", pero ella lo ve más como una maldición, pues no puede tocar a alguien sin transformarse y eso la hace sentirse sola: nadie confía en otra persona con su mismo rostro. El Doctor le revela que los dispositivos son una especie de "plan de escape de último recurso". Mientras avanzan por el corredor se encuentran con varias celdas donde las víctimas del Delator permanecen encadenadas y en estado vegetal. Cuando Clara y Psi los alcanzan, el hacker le pide al Doctor que pase lo que pase en el futuro, no lo deje terminar como esos pobres miserables. De pronto las alarmas se disparan y el equipo debe ocultarse en otro conducto de ventilación.

Este los lleva directo a una habitación donde se encuentra la celda de hibernación del Delator. Al darse cuenta del peligro que corren de ser detectados por la criatura, el Doctor les ordena a todos poner sus mentes en blanco y dejar de pensar. Pero Clara no lo logra. Psi y el Doctor corren para encontrar una ruta de escape, pero Saibra queda atrás y es atrapada por el poder psíquico del monstruo. Al darse cuenta que no pueden ayudarla, ella le pide al Doctor el "plan de escape": un triturador atómico que la matará de manera rápida e instantánea. Antes de accionarlo, la mutante le pide al Señor del Tiempo que haga una última cosa por ella: matar al Arquitecto. Pero el Doctor le dice que aunque también lo odia, no puede hacerle esa promesa. Ella se da cuenta que ha conocido a un hombre bueno, algo de lo que ya había perdido las esperanzas. Tras la desintegración de Saibra, el Doctor se reúne con los otros para continuar la misión. Psi le recrimina su frialdad, lo que desata el enojo del Señor del Tiempo, quien le dice que ya tendrán tiempo de llorar cuando salgan de allí, pero en ese momento lo que necesitan es mantenerse vivos.


Tras descubrir la entrada de los intrusos en la habitación del Delator, la Señorita Delphox ordena que suelten a la criatura en los pasadizos de servicio para atraparlos antes que la Directora Karabraxos se entere y los despida. La jefa de seguridad recuerda que en ese banco los despidos se realizan con mucho dolor.

El equipo llega hasta el módulo de control de una bóveda donde encuentran un nuevo maletín del Arquitecto con los códigos electrónicos para abrir los múltiples cierres. Psi se pone a trabajar de inmediato. Ante la amenaza del Delator, el Doctor decide que lo mejor es separarse. Antes de irse, el cyborg le pide que le deje uno de los trituradores atómicos. En los pasillos, Clara se ve arrinconada por la criatura. Ella sigue el consejo del Doctor y trata de poner su mente en blanco, pero no lo consigue. Al escuchar su grito, Psi decide salvarla atrayendo al monstruo contra sí mismo, al descargar en su memoria la identidad cibernética de los más grandes criminales de la historia. El hacker le dice a Clara que si sirve de consuelo, en sus últimos momentos él no puede ver el rostro de sus seres amados porque no los recuerda. Cuando recibe el ataque psíquico del Delator, el hacker acciona el triturador y se desintegra.


Clara y el Doctor regresan a la bóveda donde descubren que esta no se ha abierto: el último sello atómico no ha cedido. El Doctor utiliza el destornillador sónico pero es inútil. En ese momento el Banco de Karabraxos es alcanzado por una gigantesca tormenta solar proveniente de la estrella cercana. La Señorita Delphox ordena la evacuación de los clientes mientras la tormenta comienza a dañar los sistemas del banco. El Doctor se da cuenta que la tormenta va a anular el último sello. Clara no comprende cómo el Arquitecto sabía lo de la tormenta, pero el Doctor se lo explica: quien los mandó a asaltar el banco está en el futuro. Este no fue solo un robo a un banco, sino un robo a través del tiempo. Por eso no disponen de la TARDIS: la tormenta solar le impediría aterrizar. El único momento en que el Banco de Karabraxos es vulnerable, es también el único momento en que está fuera del alcance de una máquina del tiempo.

Cuando se abre la bóveda, Clara y el Doctor buscan en los casilleros marcados con los códigos que ella tomó del último maletín. Así descubren que estos corresponden a un circuito neófito que puede restaurar cualquier información borrada y a un supresor de genes. Identificando estos artículos como las recompensas por las que vinieron Psi y Saibra, el Doctor revisa el último código que posiblemente es la respuesta de por qué accedieron a robar el banco. Este está marcado como la Bóveda Privada. Pero antes que ambos puedan dirigirse hacia ella, son atrapados por el Delator.


Bajo la custodia de la Señorita Delphox, el Doctor le pregunta por el Delator. Ella le dice que es el último de su especie. Pero para el Señor del Tiempo está claro que la criatura está allí contra su voluntad. Delphox explica que todos, incluyendo aquel monstruo, tienen un precio. El Doctor también percibe el miedo y odio que la directora de seguridad tiene contra la misteriosa Directora Karabraxos. Mientras Delphox lleva al Delator de regreso a su hibernación, da la orden para que los dos guardias con armadura eliminen al Doctor y a Clara. Pero cuando quedan a solas se revela que estos son en realidad Saibra y Psi. Los trituradores atómicos son teletransportadores que los enviaron a una nave de escape en órbita. En esta nave se encuentra también la TARDIS. El Doctor le entrega el supresor de genes a la mutante y el circuito neófito al hacker, como pago por sus servicios. Luego, todo el equipo se dirige hacia la Bóveda Privada.


Al entrar en la bóveda, descubren que hay alguien viviendo entre las riquezas: la propia Directora Karabraxos, quien tiene el mismo rostro que la Señorita Delphox. Ella se da cuenta que los intrusos están desarmados y llama a Delphox para que le envíe al Delator. Luego la despide, lo que significa que será lanzada al incinerador. Karabraxos les explica que Delphox es su clon y que tiene uno en cada edificio pues no puede confiar en nadie más para su seguridad. Esto a pesar de que evidentemente los odia y no le importa matarlos cuando cometen un error. Esto hace que el Doctor recuerde las palabras de Saibra sobre desconfiar de quien lo mira a uno con el mismo rostro, las cuales le hacen descubrir algo muy importante: él odia al Arquitecto. Para sorpresa de Karabraxos, el Señor del Tiempo le escribe en un papel su número telefónico al tiempo que le revela que es un viajero del tiempo y le pide que lo llame algún día. Ella insiste en que todos están a punto de morir, pero él le responde que algún día ella será una anciana llena de remordimiento en su lecho de muerte. Ante el incremento de la tormenta solar que amenaza con destruir el banco, Karabraxos se marcha con parte de su riqueza dejando al Doctor y su equipo a merced del Delator.


Cuando la criatura llega, el Doctor la enfrenta, dejando que escanee su mente para poder eliminar el bloqueo provocado por la amnesia. Es así como sus recuerdos nos regresan al momento en que contestó la llamada a la TARDIS, la cual fue hecha por la propia Madame Karabraxos desde su lecho de muerte donde, anciana y llena de remordimiento, le pide al Señor del Tiempo que la ayude a rectificar lo que ella considera el peor acto de su vida. Las imágenes se aceleran y descubrimos que el Arquitecto no es otro más que el propio Doctor, quien planeó el robo, contactó a Psi y Saibra e hizo todos los preparativos necesarios para el golpe, dejando los maletines en su lugar con ayuda de la TARDIS. Luego todos se borraron la memoria para que el Delator no les pudiera escanear la mente, pues la criatura tenía un vínculo psíquico con Karabraxos y esto le hubiese revelado a ella el verdadero objetivo del robo al banco.

El Doctor le explica al Delator que ahora es libre, pues Madame Karabraxos se ha marchado. La criatura usa su poder psíquico para abrir la última bóveda, donde todos descubren que hay una segunda criatura prisionera. Este no era un plan para robar un banco, sino para rescatar a los últimos miembros de una especie. Por eso habían seis teletransportadores en lugar de cuatro: para poder llevarse también a las criaturas. Tras regresarlas a su planeta de origen, Psi y Saibra también se despiden mientras el Doctor les pide que lo llamen cuando quieran nuevas aventuras. Luego se encarga de dejar a Clara a tiempo para su cita con Danny.


"Time Heist" es un episodio entretenido y con un buen ritmo. Sus puntos de giro le dan ese toque de sorpresa necesario en toda narración de un buen golpe. Aunque para los espectadores más avispados estas sorpresas pueden ser un tanto predecibles. Los personajes de Psi y Saibra son lo bastante interesantes como para querer volver a verlos en un futuro episodio de "Doctor Who". Su presencia como parte de un "equipo" del Doctor recuerda mucho la primera aparición de Madame Vastra, Jenny y Strax en "A Good Man Goes To War", o a John Riddell y Nefertiti en "Dinosaurs on a Spaceship".

En el próximo episodio Clara descubre lo difícil de llevar una doble vida como viajera del tiempo y maestra de colegio, mientras que un nuevo conserje llega a Coal Hill. Este es el adelanto de "The Caretaker":

https://www.youtube.com/watch?v=s3mO79TCRCM

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