Todo Queda Entre Piratas

Un viejo dicho establece que segundas partes nunca son buenas. Pero, ¿y qué pasa cuando son cuartas partes? El temor después de una película exitosa es que sus secuelas lleguen a echar a perder lo alcanzado por la original. Todos recordamos bien el temido Efecto Matrix. Y cuando la secuela se realiza después del aparente cierre de la trama principal de la saga, los niveles de riesgo de echarlo todo a perder aumentan. Si consideramos estas ideas, es fácil ver la enorme apuesta que hizo Disney de la mano del director Rob Marshall al lanzar una cuarta entrega de "Pirates of the Caribbean", la saga pirata más popular de las últimas décadas. Mucho se cuestionó en Internet sobre la calidad que podría tener esta producción, títulada "On Stranger Tides", alegando lo "gastado" de la historia, lo difícil de presentarle situaciones nuevas al público, e incluso cuestionando la capacidad de Johnny Depp de seguir encantando a sus fans con su interpretación del singular capitán Jack Sparrow.

Pero contra viento y marea Marshall no sólo logra evitar que zozobre la nave, sino que además la lleva a buen puerto, entregándonos una historia que en lo personal llegué a disfrutar más que las tres películas anteriores. La premisa ya la conocíamos desde el final de "On World`s End", donde tras llegar a su fin el arco narrativo de Davy Jones y la historia de Will Turner y Elizabeth Swann, vimos cómo el capitán Hector Barbossa (Geoffrey Rush) se robaba nuevamente el Perla Negra, dejando abandonado en un muelle a Sparrow y a su oficial Joshamee Gibbs (Kevin McNally). Tanto Barbossa como Sparrow mencionan su intención de encontrar la legendaria Fuente de la Juventud. Pero mientras que Barbossa se queda con el barco, Sparrow logra quedarse con el mapa para llegar al secreto sitio.


"On Stranger Tides" inicia en el puerto español de Cádiz, a donde unos pescadores llevan a un viejo marinero que encontraron enredado entre sus redes. Ante el rey español Fernando VI, el marinero alcanza a decir un único nombre: "Ponce de León". La película nos lleva entonces a Londres, en donde Jack Sparrow intenta averiguar quién está reclutando una tripulación haciéndose pasar por él, además de buscar rescatar a Gibbs, quien está siendo juzgado por piratería. Pero el rescate no sale como Jack lo planea, y termina prisionero de los ingleses, quienes lo llevan ante el rey Jorge II. Este le informa sobre la expedición que los españoles han comenzado para encontrar la localización de la Fuente de la Juventud, de la cual saben que Sparrow tiene un mapa. Las intenciones inglesas es llegar antes que los españoles, enviando un buque corsario capitaneado por Barbossa, quien ahora trabaja en nombre de la corona y usa una pata de palo tras perder la pierna en un enfrentamiento contra el temido pirata Barbanegra (Ian McShane). A través de Barbossa, Jack se entera que en dicho enfrentamiento también se perdió su amado Perla Negra.


Sin deseos reales de participar de la búsqueda de la Fuente, Sparrow logra escapar y llega a la taberna donde su impostor está reclutando tripulantes. Allí descubre que se trata de Angelica (Penélope Cruz), un viejo amor quien resulta ser la hija de Barbanegra. Durante su escape de los soldados ingleses, Jack es alcanzado por un dardo que lo hace caer inconsciente. Al despertar, descubre que se encuentra en el Venganza de la Reina Ana, el sobrenatural barco de Barbanegra, donde Angelica funge como la primer oficial.


Por su parte, Barbossa también se hace a la mar con sus corsarios ingleses llevando entre su tripulación a Gibbs, quien memorizó y quemó el mapa hacia la Fuente para asegurarse de que los ingleses no lo mataran.

De esta manera la trama se concentra en esta carrera entre tres grupos diferentes por llegar primeros a la Fuente: los piratas de Barbanegra y Angelica, los corsarios ingleses de Barbossa, y la armada española. Y en medio de todo y a regañadientes, el buen Jack trata de salir vivo de su predicamento.


"On Stranger Tides" mantiene la línea primordial de las películas de "Pirates of the Caribbean", aprovechando al máximo el imaginario fantástico de las clásicas historias de piratas. Si en la trilogía anterior se exploró la idea de los barcos malditos a través del Perla Negra y el Holandés Errante de Davy Jones, en esta película le toca el turno al Venganza de la Reina Ana, el cual no sólo es controlado a voluntad por Barbanegra a través de su espada, sino que además puede disparar llamaradas de fuego desde su proa contra los enemigos. El propio personaje de Barbanegra se construye mezclando elementos tanto históricos y como legendarios: a la costumbre del capitán Edward Teach de decorar su negra barba con mechas de cañón encendidas, en la película se le añade una afición por el voodoo y la magia negra, lo que le ha permitido gestar un grupo de leales oficiales zombies, así como el poder para reducir los barcos que ha atacado para encerrarlos dentro de botellas. Todos estos detalles del personaje se unen a la actuación de Ian McShane, entregándonos a un pirata cuya villanía y maldad opacan a otros personajes que hayamos visto antes en esta saga. Su perversión puramente humana hace del "pirata que temen los piratas" una figura memorable.

En contraposición, la actuación de la actriz española Penélope Cruz refleja una bondad escondida detrás de la imagen dura que proyecta Angelica, caracterizada en la esperanza de lograr salvar tanto la vida como el alma de su padre, esto último aún en contra de la voluntad de Barbanegra. Es una lástima que la química con Depp sólo se logra en unas cuantas escenas, por lo que la relación entre ambos personajes no llega a reflejar la intencidad que la historia sugiere.

Otro elemento novedoso en la trama es la aparición de las sirenas, a las cuales se les retrata como seres sensuales y hermosos, pero igual de peligrosos. La secuencia del ataque de las sirenas en Whitecap Bay es una de las partes mejor trabajadas de la película.

La principal crítica que le hago a "On Stranger Tides" es la necedad de crear una subtrama romanticona entre la sirena prisionera Syrena (Astrid Berges-Frisbey) y el también prisionero misionero Philip Swift (Sam Claflin). Mientras que la presencia de ella en la trama puede justificarse, la de él no, y queda la sensación que la intención de tener a un personaje de noble corazón fue un absurdo movimiento para llenar el vacío dejado por Will Turner y así agradar a las fans más melosas y enamoradizas del público. Desperdicio de recursos y tiempo, desde mi punto de vista. Por suerte, Rob Marshall tuvo la consideración de dejar esta historia en un plano suficientemente secundario como para no echar a perder la trama principal.


Con un ritmo apto para una película de aventuras y una buena banda sonora a cargo del reconocido Hans Zimmer, "On Stranger Tides" resulta una película bastante entretenida, llena de emoción y humor que encantará a los fanáticos de las historias de piratas. Me atrevo a decir incluso que esta cinta tiene un espíritu mucho más pirata que las anteriores. Y tomando en cuenta la escena que está después de los créditos, es muy probable que este viaje sea sólo el primero de Marshall capitaneando este buque, en rumbo quizás a una nueva y exitosa trilogía. En lo personal espero que así sea. ¡¡¡Arrrgghhh!!!

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