El Principio Evolutivo del Éxito

Para nadie es un secreto que el cine de Marvel tiene un antes y un después desde que la comiquera creó su propio estudio para encargarse de sus proyectos fílmicos. Si en el pasado los fanáticos sufrieron con películas de regular calidad como "Fantastic Four: Rise of the Silver Surfer", "Daredevil", "Spider Man III" o "Ghost Rider", el panorama ha cambiado desde el lanzamiento de "Iron Man". Tras 4 grandes éxitos de taquilla seguidos, el apetito de los fans está dirigido principalmente hacia la línea de películas que están sirviendo de preámbulo para "Avengers". Es quizás por esto que la noticia de una nueva película en la saga mutante de Marvel no tuvo la publicidad que uno hubiese esperado. Para muchos, los X-Men ya habían sido gastados en la gran pantalla, debido a la desfavorable crítica de la última película de la trilogía original, "X-Men: The Last Stand", dirigida por Brett Ratner, quien fue contratado como tercera opción tras la salida de Bryan Singer para dirigir "Superman Returns", y el abandono del proyecto por parte de Matthew Vaughn inconforme con el apretado calendario de filmación producto de los retrazos anteriores.

Aunque con "X-Men Origins: Wolverine" se intentó rescatar el interés por las películas de los mutantes marvelianos, lo cierto es que el anuncio de la realización de "X-Men: First Class" se vio diluído entre anuncios de estrenos más novedosos como "Thor", "Captain America: The Fisrt Avenger" y "Green Lantern". Es por todo este contexto que el gran éxito y la magnífica calidad de "X-Men: First Class" ha resultado toda una sorpresa para muchos.


Matthew Vaughn por fin logra dirigir una película de los X-Men, llevando sobre sus hombros la responsabilidad de colocar a estos personajes nuevamente entre los favoritos de la audiencia y a su vez lograr hacer las pases con los resentidos seguidores del cómic. Para ello Vaughn optó por un movimiento sumamente arriesgado: a pesar del nombre de la película (que hace referencia al primer equipo mutante de los cómics integrado por Cyclops, Jean Grey, Beast, Angel y Iceman), la historia narra la creación de un equipo previo diferente, el primero organizado por el Professor X (James McAvoy), Magneto (Michael Fassbender) y Moira MacTaggert (Rose Byrne) e integrado por los jóvenes Mystique (Jennifer Lawrence), Havok (Lucas Till), Beast (Nicholas Hoult), Banshee (Caleb Landry Jones), Angel (Zoë Kravitz) y Darwin (Edi Gathegi).


El nivel que alcanza la trama es bastante intenso, atrapando al espectador en una historia que logra que "First Class" supere por mucho las demás cintas de los X-Men, incluyendo la del origen del popular Wolverine. Pero el director no desea desvincularse de la saga anterior. Todo lo contrario. Incluso la película inicia con la misma secuencia de apertura de "X-Men", con un joven Erik Lensherr en un campo de concentración nazi en Polonia en 1944, doblando una reja metálica con sus poderes magnéticos al ser separado de sus padres. Al mismo tiempo, en una mansión de Nueva York, un joven Charles Xavier se encuentra con Raven, una niña cuya mutación le permite adoptar la imagen de cualquier persona. La niña está robando comida en la cocina de la mansión, pero Charles le tiende la mano y la invita a quedarse, revelándole sus propios poderes psíquicos. Es en torno a estos tres personajes que se desarrolla la historia.


A inicios de los años 60s, mientras las tensiones de la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética llegan a un punto peligroso, la agente de la CIA Moira MacTaggert busca la ayuda de Charles (quien se ha convertido en un gran experto en genética y mutaciones), pues sospecha que los soviéticos están reclutando a mutantes entre sus filas. Por otro lado, Erik ha dedicado su vida a darle cacería a los nazis culpables de la muerte de sus padres, principalmente al misterioso doctor Schmidt, responsable de los experimentos de los que fue objeto durante su estancia en el campo de concentración y del asesinato de su madre.


Los caminos de Charles y Erik se unen cuando se descubre que Schmitd es en realidad el poderoso mutante Sebastian Shaw (Kevin Bacon), líder de una hermandad secreta de mutantes integrada por Emma Frost (January Jones), Azazel (Jason Flemyng) y Riptide (Álex González), decididos a dar el primer gran golpe contra la humanidad antes de que se descubra públicamente la existencia de los mutantes.

La historia logra desarrollar muy bien la fuerte amistad entre un idealista Xavier y un vengativo Magneto, a través de una relación donde uno trata de salvar al otro de su propia ira, al tiempo que este busca que su amigo abra los ojos ante la cruda verdad de la inevitable y violenta reacción que tendrá la humanidad al darse a conocer la existencia de los mutantes. Un debate presente a lo largo de toda las historias de los X-Men, como los juegos de ajedrez entre ambos personajes y que tienen sus primeras movidas en esta película. Una escena memorable es cuando Xavier logra rescatar un recuerdo feliz en la mente de Erik acerca de su madre, lo que hace derramar una lágrima a Magneto.


Los fanáticos del cómic disfrutarán reconociendo el papel que tuvo Xavier en que Magneto alcanzara el desarrollo máximo de sus poderes; descubriendo el origen de las ideas de la Hermandad; observando la creación del Blackbird, Cerebro y el yelmo de Magneto; presenciando la transformación de Beast y el momento en que Xavier queda inválido... Y además está esa escena totalmente inesperada que nos responde quién es el mutante que puede mandar al diablo a Xavier y Magneto al mismo tiempo con tan sólo unas palabras. ¡Simplemente genial!


Es en este punto de esta reseña donde tengo que admitir que "X-Men: First Class" es hasta el momento la mejor película comiquera del año, sobrepasando la excelente "Thor", lo cual ya son palabras mayores. Nada mal para una película que muchos habíamos descuidado pensando que le iba a ser difícil llamar la atención en un año tan movido en la gran pantalla comiquera. Después de "Last Stand" no me imaginé que diría esto, pero ojalá tengamos pronto otra película de los mutantes marvelianos. Eso sí, siempre y cuando estén al mando directores como Matthew Vaughn.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La Frabullosa Muchosidad de Alicia

La S Significa Esperanza

La Enfermedad del Dragón