Un Primero de Abril en Arkham
Para los estadounidenses y muchos europeos, el 1 de Abril es conocido como April Fool, un equivalente a nuestro Día de los Inocentes, en el cual se le hacen bromas a los amigos y se deja salir el mejor sentido del humor. Pero en lugares como Ciudad Gótica, dicho día es un día para estar aterrado, pues es el día preferido del Joker para saludar a la ciudad. No es de extrañar entonces que una de las mejores novelas gráficas que se han hecho sobre Batman tenga como escenario el 1 de Abril. Me refiero claro está al clásico "Arkham Asylum: A Serious House on Serious Earth", un himno a la esquizofrenia y al terror que imperan en el manicomio más siniestro y tenebroso del mundo de los cómics. 
"Arkham Asylum" se concentra en dos líneas narrativas en dos momentos históricos diferentes.
La primera es la historia del doctor Amadeus Arkham, fundador del asilo. Tras la trágica muerte de su madre esquizofrénica a inicios de la década de los años 20, el doctor Arkham decide transformar su viejo hogar materno en un hospital para atender a los criminales mentalmente enfermos. Sin 
embargo, el propio doctor Arkham esconde una locura que lo ata de manera enfermiza al espíritu de la casa, la cual adquiere un papel protagónico siniestro, digno de los relatos de Lovecraft, en los cuales Morrison encontró gran inspiración. La "Casa Arkham" se convierte en un ente siniestro, una metáfora de los tenebrosos laberintos de una mente transtornada. La relación casa-cabeza adquiere gran relevancia hasta mostrarse en su más tétrica representación cuando el doctor Arkham encuentra la cabeza de su pequeña hija mutilada dentro de su casa de muñecas: "Y entonces miro la casa de muñecas. Y la casa de muñecas... me... mira... a mí".
Pero la Casa Arkham es también un templo a la locura, cuya arquitectura busca imitar el diseño de la Abadía de Glastonbury o la Catedral de Chartres. El carácter místico sobrenatural del edificio está presente en el aparente traspaso de elementos del futuro hacia el pasado: la sombra del murciélago que atormenta a la madre de Arkham, un naipe de Guasón que encuentra el doctor durante la reconstrucción de la casa, una risa histérica que proviene de una celda vacía...
La segunda línea narrativa acompaña a Batman, quien se enfrenta a una revuelta dentro del manicomio liderada por el Joker un 1 de abril. Los criminales dentro de la institución amenazan con matar a todos los funcionarios que mantienen como rehenes, a menos que Batman entre y pase una noche junto a ellos. Este es el inicio de un viaje hacia la locura y el espanto, un descenso al Infierno, en donde el Caballero de la Noche deberá enfrentarse al horror que impera dentro de Arkham, luchando contra sus propios fantasmas.
El extraordinario manejo visual de McKean destruye la realidad y la razón de las viñetas, entregándonos visiones, alusinaciones y pesadillas. Es el mundo visto a través de los ojos de los peores maniáticos de Ciudad Gótica. Y entre todos ellos, erguido como un rey, el Joker dirige el espectáculo. "¡Dejemos que el festín de los locos inicie!", grita encantado al entrar Batman al manicomio.
Cada encuentro de Batman es un enfrentamiento consigo mismo que lo va debilitando, iniciando con el examen de Rorschach que la aplica la doctora Adams. Luego un juego de escondidas contra los trastornados habitantes de la Casa Arkham: ClayFace, la corrupción; Doctor Destiny, las pesadillas; Scarecrow, el miedo; Mad Hatter, la irrealidad; Maxie Zeus, el poder; Killer Croc, el caos primordial... Pero el héroe sólo cae para levantarse más fuerte. Batman resurgirá de la locura para dejar su destino en manos de Two-Face, quien decidirá si el justiciero vive o muere.
La profundidad que adquiere esta historia es abrumadora: no son sólo los cuentos de Lovecraft, también está el loco País de las Maravillas de Lewis Carroll, las consideraciones psicológicas de Freud y Jung, el trabajo esotérico y ocultista de Aleister Crowley, la omniprecencia del simbolismo de los Arcanos Mayores del Tarot (en especial La Torre y La Luna), las alusiones al mito mesiánico... Morrison describe la narrativa como una combinación constante de unos pocos símbolos: la Luna, la Sombra, el Espejo, la Torre, el Hijo de Mamá.
Batman como la Criatura de la Noche llega a su clímax en esta novela. Para Morrison era una respuesta directa a las transformaciones sufridas por el concepto de los héroes tras una década que arrojó grandes títulos como "Watchmen" y "The Dark Knight Returns". Pero aquellas visiones eran lógicas, realistas. Morrison busca una aproximación onírica, emocional e irracional, como él mismo explica.
En un inicio Batman no iba a tener un papel protagónico. La historia era sólo sobre los locos. Pero claro, ¿quién más loco que Batman? Antes de entrar a Arkham el Caballero de la Noche le expresa sus temores al Comisionado Gordon: "Tengo miedo que cuando camine a través de las puertas del asilo... Cuando camine dentro de Arkham y esas rejas se cierren tras de mí... Yo sentiré que estoy llegando a casa".
En definitiva, "Arkham Asylum: A Serious House on Serious Earth" es uno de esos grandes títulos de Batman que hay que tener, junto a "The Killing Joke", "The Dark Knight Returns" y "Year One". Si aún no lo tienen y están pensando en conseguirlo, les recomiendo la edición del 15 aniversario, la cual incluye el guión completo de Morrison con anotaciones y comentarios del autor, así como también varias secuencias de viñetas boceteadas por Morrison como guía para Dave McKean.
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