Larga Historia entre Garras y Colmillos
Las salas de cine de nuestro país pronto estrenarán la tercera entrega en la saga fantástica de terror Underworld (Inframundo), la cual fue lanzada en otras latitudes el mes anterior. En lo personal, esta es una saga que me ha parecido entretenida y bien lograda, sabiendo explotar los elementos clásicos de las historias de vampiros y hombres lobo (conocidos también como licántropos). Aprovechemos para darle un breve repaso a esta historia.
La primer película titulada simplemente Underworld se estrenó en el 2003, protagonizada por Kate Beckinsale, Scott Speedman, Michael Sheen, Shane Brolly y Bill Nighy. Esta primera entrega de la historia se concentra en la vampireza Selene, discípula del señor vampiro Viktor quien la transformó en vampiro tras la muerte de su familia atacados por lycans (el término utilizado en la saga para referirse a los hombres lobo). Selene es una de las mejores guerreras de los vampiros durante la larga guerra que ha enfrentado a vampiros y licántropos. Sin embargo, al rescatar a Michael Corvin, un humano descendiente del inmortal Alexander Corvinus, Selene descubre un siniestro complot entre el líder lycan Lucian y el vampiro Kraven, lugarteniente de Viktor, quien planea tomar el control de los vampiros eliminando a todos los Ancianos. Para el final de la película Selene y Michael revelan la verdad detrás de la guerra: la muerte de Sonja, hija de Viktor, a manos de su propio padre por culpa del amor que ella y Lucian se profesaban. Además, Kraven le revela a Selene que no fueron los lycans quienes mataron a su familia, sino el propio Viktor. Esto lleva a Selene a acabar con la vida de su señor y convertirse en fugitiva de los vampiros. Por su parte, Michael se transforma en un ser poderoso tras ser mordido tanto por Lucian como por Selene, teniendo en su sangre la herencia de Corvinus y el virus de los vampiros y los hombres lobo.
Underworld: Evolution fue estrenada en el 2006 continuando el relato de los eventos de la primera entrega, e incluyendo entre su elenco a Tony Curran, Derek Jacobi, Steven Mackintosh y Brian Steele. En su escape de la venganza de los vampiros tras la muerte de Viktor, Selene y Michael descubren la verdad detrás de las razas inmortales: Markus Corvinus fue el verdadero primer vampiro, y no Viktor como se pensaba. Además, William, hermano de Markus y primer lycan, fue atrapado por los vampiros y puesto en una prisión secreta construida entre Viktor y Alexander Corvinus. El arquitecto de dicha prisión fue el padre de Selene, quien fuera asesinado junto a su familia después que la llave de la prisión fue robada por Lucian como recuerdo de su amada Sonja. Mientras estos hechos son revelados, Markus se levanta de su largo sueño contaminado por la sangre de un lycan, por lo que se transforma en un ser superior a cualquier vampiro u hombre lobo, decidido a liberar a su hermano y tomar juntos el dominio del mundo.
Underworld: Rise of the Lycans es la tercer entrega de la saga, pero más que una secuela es una "precuela". Es decir, que los eventos que se narran en esta historia son previos a las anteriores. Está protagonizada nuevamente por Michael Sheen y Bill Nighy, con la aparición de Rhona Mitra como Sonja. Como su título nos adelanta, esta vez la narración es contada desde el punto de vista de los lycans. La película se centra en la historia de amor prohibido entre Lucian y Sonja, así como en la ira de Viktor ante tal relación entre su hija y su esclavo. Se ha adelantado que algunos de los hechos que se verán en esta historia explican algunos espacios en blanco que dejaron sus predecesoras, además de que aparecerán otros personajes secundarios de las otras dos películas, como el lycan Raze (mano derecha de Lucian) y el vampiro historiador Andreas Tanis.
Mientras es estranada esta película en el país, es bueno aprovechar la programación de las dos primeras partes de Underworld en varios canales de cable, para así llevar toda la historia fresquita en la mente. Después de todo, no tenemos la capacidad de recuperar los recuerdos bebiendo sangre... ¿o sí?
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