Reseña Doctor Who: Kill the Moon
Es el año 2049 y una llamada de auxilio se transmite desde la Luna hacia toda la Tierra. La responsable de la llamada es Clara, quien junto con su alumna Courtney Woods se enfrenta a una decisión terrible: una vida inocente o el futuro de toda la humanidad. ¿Dónde está el Doctor? Se ha ido. Y Clara no está segura que vaya a regresar. La humanidad tiene 45 minutos para decidir.
Así comenzó el séptimo episodio de esta octava temporada de "Doctor Who", titulado "Kill the Moon", y que marca otro punto de quiebre importante en la relación entre el Señor del Tiempo y la Chica Imposible. Lo que Danny Pink se temía en el capítulo anterior por fin sucede y las consecuencias aún están por verse en la serie. Pero no nos adelantemos y repasemos los sucesos de este intenso episodio.
La acción inició en la escuela Coal Hill donde Clara habla con el Doctor acerca de Courtney Woods, quien ha tenido un comportamiento errático desde que conoció al Señor del Tiempo. La propia adolescente le ha dicho a su maestra que este comportamiento se debe a que el Doctor le dijo que ella no era especial. Aparentemente al Doctor no le hizo nada de gracia que la chica se vomitara dentro de la TARDIS. Y aunque el Doctor insiste en que aquello fue una tontería sin importancia, la propia Courtney le hace ver su error cuando se la encuentran dentro de la TARDIS, deseosa de volver a viajar y preparada con desinfectante y pastillas para el mareo, por si acaso. El Señor del Tiempo acepta que quizás fue muy severo con ella y decide compensarla. Pero para frustración de Clara, la idea del Doctor de cómo compensar a Courtney es llevarla a la Luna para que sea la primera mujer en poner un pie en ella.
Pero el viaje toma un giro inesperado cuando la TARDIS llega a un transbordador espacial cargado con bombas atómicas que está a punto de estrellarse contra la superficie lunar. Tras el alunizaje forzoso, el grupo es confrontado por la tripulación del transbordador, liderada por la Capitán Lundvik. Tras presentarse como un alienígena que viaja por el tiempo y el espacio, el Doctor le hace a la capitán una pregunta que lo ha estado intrigando desde que llegaron: si están en la Luna, ¿por qué hay gravedad? Ella le responde que el satélite natural ha ganado peso por razones que se desconocen, provocando gigantescas marejadas que han destruido ciudades enteras en la Tierra. La suya es una misión de emergencia para descubrir qué está afectando a la Luna y, si es necesario, volarlo en pedazos usando las bombas nucleares.
Tras salir del transbordador, Lundvik les habla de una misión mexicana privada de exploración minera que estaba trabajando en la Luna cuando comenzó todo. No se sabe qué pasó con ellos y por eso parece ser el lugar indicado para comenzar la investigación. Pero cuando llegan a la estación, la encuentran en abandono y cubierta de enormes telarañas... incluso en el exterior. La capitán envía a Henry, uno de sus astronautas, a activar las bombas en el transbordador. Cuando el Doctor comenta la avanzada edad de su tripulación, Lundvik explica que hace mucho se perdió en la Tierra el interés por el espacio. Su transbordador es un reciclado de segunda mano y su tripulación son los últimos astronautas que quedan vivos.
Dentro de la base, Lundvik les dice que la misión estaba integrada por cuatro mineros. Debido a los cambios en la Luna, los satélites de comunicación en la órbita de la Tierra se perdieron, pero se lograron captar algunos gritos. Eso fue 10 años atrás, tiempo que les tomó reacondicionar el transbordador que había estado hasta entonces en un museo. En ese momento una asustada Courtney encuentra el cuerpo de uno de los mineros envuelto completamente en telarañas. Mientras el Doctor lo inspecciona, Duke, el otro astronauta, se interna en la base para intentar reestablecer la energía. Con la luz nuevamente funcionando, el Doctor revisa los datos de la misión minera y descubre que no lograron encontrar ningún tipo de mineral en la Luna. Aún más raro, las imágenes de diferentes zonas lunares evidencian fracturas tectónicas importantes: la Luna se está resquebrajando. Un sismo sacude en ese momento la superficie, apagando nuevamente las luces de la base. Afuera, Henry escucha un extraño sonido que proviene de una grieta. Pero cuando se acerca a explorar, es atacado.
Nuevamente en la base, un extraño chillido pone en alerta al grupo. Mientras Duke trata otra vez de reestablecer la energía, el sonido de unas patas rápidas se acerca al salón donde están los demás. Se trata de la pesadilla espacial de cualquier aracnofóbico: una especie de araña gigante en busca de presas. El Doctor se da cuenta que la criatura detecta los movimientos rápidos, por lo que les advierte a todos que traten de acercarse a la puerta lentamente. En ese momento el desafortunado Duke entra y es atacado. Los demás corren hacia la escotilla que se cierra antes de tiempo en medio de una fluctuación en la gravedad, dejando a Courtney atrapada en el salón con la araña. El Doctor y Lundvik logran desmontar la ventana de la puerta, pero la araña se lanza contra la adolescente. Ella, por puro instinto, rocía a la criatura con su desinfectante matándola. Tras escanear el cuerpo, el Doctor descubre que no se trata de una araña, sino de un germen gigante. El Señor del Tiempo desea seguir investigando la naturaleza de aquella criatura, pero la adolescente insiste en que desea volver a casa.
De regreso en el transbordador, el Doctor deja a Courtney en la TARDIS con la advertencia de no tocar nada. Clara le pregunta entonces por qué no se van, después de todo, la Luna no se va a destruir: ellos han estado en el futuro y la han visto. Pero el Doctor no está tan seguro. Bien podría ser un holograma, un efecto especial o una nueva luna. Además, confiesa que hay momentos en la historia donde él no puede ver bien claro, momentos decisivos que pueden variar toda la línea temporal. El Doctor no sabe lo que pasará con la Luna porque eso se definirá hasta ese momento en el tiempo. Lundvik interrumpe y les dice que no pueden irse: su tripulación eran los últimos astronautas, aquel es el último transbordador y esas son las últimas bombas nucleares. Ellos son la última oportunidad para salvar a la humanidad.
En una especie de hondanada cercana, el grupo encuentra los cuerpos de los otros tres mineros mexicanos. Mientras el Doctor explora las grietas circundantes, es atacado por otra araña. Tras hacerla retroceder, descubren que bajo su superficie la Luna está infestada por estos seres. Pero el Doctor no cree que sean los responsables directos del cambio de peso del satélite. Usando su yo-yo en una de las grietas descubre que también hay líquido amniótico. Antes de poder explicar qué está pasando, el Señor del Tiempo salta dentro de la grieta llevando consigo el desinfectante de Courtney y prometiendo que regresará.
Mientras Lundvik y Clara vuelven al transbordador, se encuentran el cuerpo de Henry. En ese momento un nuevo sismo hace que la nave caiga dentro de una grieta. El Doctor reaparece con la respuesta de lo que está sucediendo y les dice que hay que volver a la base minera. Allí, el Señor del Tiempo calma a Clara recordándole que mientras Courtney permanezca dentro de la TARDIS estará bien. Para tranquilizarla (y evitar que la adolescente siga subiendo fotos de él a Internet), el Doctor se comunica con ella. Lundvik interrumpe pues insiste en saber qué descubrió el Doctor. La respuesta es impresionante: la Luna es un huevo y está a punto de eclosionar. El ser que está a punto de nacer es una de las formas de vida más grandes del universo y quizás además es único. Cuando la capitán pregunta cómo matarlo, todos los demás quedan sorprendidos. Lundvik les recuerda que si esa criatura nace, podría ser el final de la humanidad. Por eso deben destruirla. Clara y Courtney se oponen, pero Lundvik no escucha razones: el futuro de la humanidad está en juego y ese ser, por más inocente que parezca, amenaza con destruir la Tierra. Courtney le pide al Doctor que le diga cómo volver, pues desea ayudar. Pero cuando Clara busca al Doctor por una solución, el Señor del Tiempo le dice que no va a ayudarla: hay momentos en la historia donde cada civilización debe tomar sus propias decisiones. Este no es su mundo y tampoco es su luna. La decisión de lo que ocurra ahora debe estar en manos solo de la humanidad. Es decir, de Clara, Lundvik y Courtney. La Chica Imposible le suplica, pero él no cambia de postura. Cuando la TARDIS regresa, el Doctor deja a la adolescente con ellas y se marcha, dejando también atrás a una Clara incrédula y sin saber qué hacer.
En ese momento reciben una transmisión desde la Tierra, la cual aprovecha Clara para solicitar enviar el mensaje con el cual inició el capítulo: la vida de una criatura inocente que aún no nace, o la humanidad. Es una decisión que sencillamente las tres mujeres no pueden tomar solas. Desde la estación minera logra verse la Tierra. Si la humanidad cree que deben arriesgarse y permitir a la criatura nacer, dejarán las luces de las ciudades encendidas. Si prefieren liquidar a la criatura y garantizar así el futuro, apagarán las luces. Tienen 45 minutos para decidir. Poco a poco la Tierra se va quedando completamente a oscuras. Clara no logra aceptar lo que para ella es un cruel error. En el último momento y antes que Lundvik active las bombas, la Chica Imposible se precipita sobre el interruptor y cancela la explosión. En ese momento el Doctor regresa en la TARDIS y se lleva a las tres mujeres para que contemplen el destino de la humanidad.
En una playa en la Tierra, el Doctor, Clara, Courtney y Lundvik miran eclosionar la Luna, de la cual sale una magnífica criatura. Los fragmentos se desintegran y el ser comienza su vuelo hacia el espacio abierto de manera pacífica. Para el Doctor la humanidad ha tomado la opción correcta. Pero como Lundvik le confiesa con amargura, ellas más bien han ignorado a la humanidad. Cuando la astronauta le pide al Señor del Tiempo que le diga que va a suceder ahora, este le habla de cómo a mediados del siglo XXI los seres humanos se lanzaron al espacio con energías renovadas y se extendieron por todas las galaxias hasta el final del universo. Y todo comenzó porque algo maravilloso y extraordinario los hizo ver nuevamente hacia las estrellas y desear viajar por ellas. En un último momento grandioso, la criatura deja un nuevo huevo: una Luna Nueva. Lundvik le agradece a Clara haber evitado que cometiera un terrible error. Pero en el rostro de Clara no se percibe alegría.
De regreso en Coal Hill, Clara apresura a Courtney para que no pierda sus clases. Pero cuando la Chica Imposible y el Doctor quedan solos en la TARDIS, ella furiosa le exige saber qué tanto sabía él de lo que iba a ocurrir. El Doctor insiste en que estaba seguro que ella tomaría la decisión correcta, pero esta respuesta solo irrita aún más a Clara, quien estalla en ira. Ella estuvo a punto de permitir que Lundvik accionara el botón, apunto de cometer un terrible error. El Doctor, sorprendido por la explosiva reacción de Clara, trata de explicarle que él solo trataba de hacer lo correcto al permitir que la humanidad decidiera su propio futuro. Pero Clara lo ve todo muy diferente: él, su gran amigo en quien siempre ha confiado, la abandonó cuando más lo necesitaba. Para ella el Doctor no puede alegar que la Tierra no es su hogar y la Luna no es su luna. Muchos años ha vivido entre los humanos, ha respirado su mismo aire, los ha llamado amigos. Y uno no abandona a los amigos cuando están confundidos y desesperados. En un momento impactante, Clara le grita al Doctor que ya no desea verlo, que se largue y nunca vuelva. Luego sale de la TARDIS tirando la puerta tras de sí. El Señor del Tiempo queda abrumado sin saber cómo reaccionar.
La TARDIS se marcha mientras Clara regresa a su salón de clases. Allí la encuentra Danny Pink, quien solo necesita una mirada para darse cuenta de lo que ha ocurrido. Tras escuchar su relato, el exsoldado le cuenta a Clara que él pasó por algo similar cuando decidió abandonar el ejército. Por eso sabe que ninguna despedida es verdadera cuando hay enojo de por medio. Clara lo abraza y le pregunta cuándo se hizo tan sabio. Él solo responde que una vez tuvo un muy mal día. Esa noche Clara regresa a su apartamento, se sirve una copa de vino y mira la Luna con una expresión de gran tristeza.
De esta dramática manera terminó "Kill the Moon". ¿Qué sucederá ahora entre el Doctor y Clara? ¿Es este realmente el adiós entre ambos? Hace mucho que en la serie no se veía una ruptura así entre el Señor del Tiempo y un acompañante, donde las últimas palabras dichas fueran tan duras y llenas de recriminación. ¿Cuál será la consecuencia de esto en el carácter del Doctor? Para descubrir algunas respuestas habrá que esperar hasta el siguiente episodio, titulado "Mummy on the Orient Express". Aquí está el avance:
https://www.youtube.com/watch?v=BndH-iC-3eo
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