El Siniestro Regalo de Prometheus

Hay preguntas que uno simplemente no debería hacerse si no espera encontrar una terrible respuesta. La tradición nos dice que Adán y Eva fueron expulsados del Jardín del Edén por atreverse a comer del árbol de la ciencia del bien y del mal. A lo largo de los tiempos se ha interpretado que aquel pecado fue el haber comido de la fuente del conocimiento. Los mitos griegos también nos hablan de Prometeo, un titán amigo de los mortales que se atrevió a robar el fuego de los dioses (nuevamente, símbolo del conocimiento) para dárselo a los hombres. Por este acto, Prometeo fue encadenado en el Cáucaso, donde un águila gigante bajaba cada día para alimentarse de su hígado.

El castigo por llevar lejos los límites del conocimiento parece ser el eje de la última película de Ridley Scott, apropiadamente titulada “Prometheus”. Esta cinta regresa al mundo de ciencia ficción y terror iniciado por el propio Scott con el ya clásico “Alien” de 1979, y que fue extendido por otros grandes directores como James Cameron, David Fincher y Jean-Pierre Jeunet a lo largo de una saga que llevó a la legendaria Ellen Ripley (interpretada por Sigourney Weaver) a enfrentarse una y otra vez contra las mortales criaturas alienígenas de tres fauces, sangre ácida y diseño de pesadilla obra del genial HR Giger. Aunque los eventos de “Prometheus” ocurren en el año 2093 y por tanto son anteriores a la saga de Alien, no es exactamente una precuela de la misma, aunque sí llega a tocar elementos sobre el origen de la criatura. La trama se enfoca más en quiénes eran los "Ingenieros”, la raza de extraterrestres gigantes en cuya nave siniestrada encontró la tripulación del Nostromo al primer alien.

La trama se desarrolla en la distante luna LV-223 a donde llega un viaje financiado por la poderosa empresa Weyland Corporation con la misión de descubrir los posibles orígenes de la humanidad como obra de una inteligencia extraterrestre. Teoría sustentada por los arqueólogos Elizabeth Shawn (Noomi Rapace) y Charlie Holloway (Long Marshall-Green), líderes de la expedición científica, con base en el hallazgo de lo que parece ser unas coordenadas espaciales en sitios arqueológicos de diferentes culturas antiguas alrededor del mundo. Para Shawn estas coordenadas son una invitación hecha por “nuestros creadores” para buscarlos en aquel mundo distante, a donde llegan a bordo de la nave Prometheus tras una travesía planificada por el propio Peter Weyland (Guy Pearce). Pero las cosas se complican al llegar a la superficie. La fría directora ejecutiva de la misión, Meredith Vickers (Charlize Theron), parece guiarse por una agenda secreta de Weyland Corporation, mientras que el androide David (Michael Fassbender) comienza a actuar de una manera extraña que pone en peligro la vida de toda la tripulación. Al mismo tiempo, lo que los científicos encuentran entre las ruinas de una base de los Ingenieros son los restos de una masacre, producto de un experimento que parece haberse salido de control.

Junto al elenco ya mencionado, también actúan Idris Elba como el capitán Janek, Sean Harris como el inestable geólogo Fifield, Rafe Spall como el biólogo Millburn, Kate Dickie como la médico Ford, y Emun Elliot y Benedict Wong como los pilotos Chance y Ravel, respectivamente. También aparecen Patrick Wilson como el padre de Shawn (a través de flashbacks) e Ian Whyte, el enome Ser Gregor Clegane de la popular serie “Game of Thrones”, quien aquí ayuda a dar vida a los Ingenieros.

“Prometheus” maneja una estética que conecta directamente con las cintas previas de Alien, no sólo por los aportes de diseño de Giger que están presentes en todos los elementos extraterrestres, sino también por el ritmo de edición y la dirección de fotografía, con los que Scott nos logra llevar de vuelta a aquellas sensaciones de la buena ciencia-ficción de la década de los ochentas (¿Las recuerdan? ¿Aquella sensación espantosa en el estómago cuando una criatura extraterrestre sale de las entrañas de alguien?).

Como se mencionó antes, el castigo por el conocimiento parece ser el elemento fundamental de esta película. No sólo por lo que sucede con la tripulación de la Prometheus en su búsqueda de los orígenes de la humanidad, sino también por las propias acciones del robot David, desbordado por lo que parece una curiosidad obsesiva que se vuelve mortal. O por el terrible destino que sufrieron los Ingenieros, víctimas de sus propios experimentos biológicos.

Scott logra unas excelentes actuaciones de su elenco, empezando por una genial Noomi Rapace, quien logra poner a su personaje a la altura de seguir los pasos de la Teniente Ripley. Llamativo sobre todo su compleja contradicción interna, aferrándose a su fe (representada por el crucifijo de su padre) mientras busca establecer el origen del ser humano como una creación de una raza inteligente y no de Dios. Otro gran papel es el de Fassbender, inspirado en las actuaciones previas de Ian Holm (Ash), Lance Herriksen (Bishop) y Winona Ryder (Annalee Call), gracias a las cuales estableció cómo debía hablar y moverse para crear una secuencia lógica en el desarrollo tecnológico de los androides de este universo fílmico. Charlize Theron también hace lo suyo con una interpretación tan convincentemente fría que nos lleva a preguntarnos en algún momento si ella no es también un robot. Sólo los momentos de duda y pánico posteriores nos permiten aceptar que ella es un ser humano.

Lo que quizás puede ser un punto débil de la película es también algo que contribuye a hacerla memorable como historia de ciencia ficción: al final de la película, cuando llegan los créditos y la gente comienza a levantarse de sus butacas, uno se da cuenta que está más lleno de preguntas que al inicio. ¿Fueron los Ingenieros los verdaderos creadores de la raza humana como parece sugerir la secuencia inicial de la película? Si es así, ¿por qué buscaron después destruirnos? ¿Qué fue exactamente lo que les ocurrió a los Ingenieros de LV-223? ¿Qué salió mal? ¿Qué motivó a David a comenzar a experimentar con los tripulantes de la Prometheus? ¿Qué pretendía comprender? ¿Acaso el androide generó emociones propias?

Todas estas interrogantes abiertas nos sugieren que esta historia apenas está comenzando, y que “Prometheus” es apenas el inicio de un viaje con el cual Ridley Scott nos llevará hacia nuevos, oscuros y terribles secretos guardados en la profundidad del universo. Estén preparados: recuerden que en el espacio nadie te escucha gritar…

Para finalizar (y para quienes no los conocían), he aquí un par de excelentes videos virales que formaron parte de la campaña de promoción de “Prometheus”: la conferencia de Peter Weyland en la TED Talk 2023 y el video promocional de Weyland Corporation para la nueva línea de androides David.




http://www.youtube.com/watch?v=DOOJl5lWNfM&list=FLvFnHe7eW7SEKYuooe8-7Pw&index=7&feature=plpp_video

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