Un Gran Dilema Evolutivo

Hace 22 años. el afamado director Steven Spielberg llevó a la gran pantalla la novela de ciencia ficción de Michael Crichton, "Jurassic Park", creando una verdadera fiebre por los dinosaurios. Aquella historia narraba el proyecto del multimillonario John Hammond (Richard Attenborough), fundador de la empresa de biotecnología InGen, por clonar de vuelta a los dinosaurios mediante ingeniería genética y manipulación de ADN encontrado en mosquitos encerrados en ámbar. El plan de Hammond era crear un parque temático ubicado en la Isla Nublar, en el Pacífico de Costa Rica. Pero todo el proyecto terminó en desastre cuando se produjo una falla en la seguridad debido al sabotaje, y varios de los principales depredadores de la isla se dan un festín con las personas. El éxito de taquilla de "Jurassic Park" llevó a la creación de dos secuelas: "The Lost World: Jurassic Park" en 1997 y "Jurassic Park III" en 2001, protagonizadas respectivamente por dos de los personajes principales de la primera entrega, el Dr. Ian Malcolm (Jeff Goldblum) y el Dr. Alan Grant (Sam Neill). Estas secuelas no fueron tan exitosas como la original e incluso recibieron críticas negativas, especialmente la última. Esto llevó a que la idea de continuar la franquicia tuviese dificultades que alargaron la pre-producción de una cuarta entrega durante años, mientras diversos guiones eran desechados y varios proyectos quedaban en nada.

Es por ello que el anuncio de la realización de "Jurassic World" resultó una gran sorpresa para los fanáticos, los cuales tenían grandes expectativas en la producción. Dirigida por Colin Trevorrow, la cinta busca seguir la continuidad de sus predecesoras, aunque en la práctica se dan muchas referencias a "Jurassic Park" pero no a sus secuelas. Por ejemplo, llama la atención que no se menciona la Isla Sorna, la otra gran isla del archipiélago al que pertenece Nublar y donde también hay dinosaurios sueltos.


"Jurassic World" ocurre veinte años después de la película original. Durante ese lapso, InGen fue absorbida por la Corporación Masrani, dirigida por Simon Masrani (Irrfan Khan), un excéntrico industrial multimillonario que ve al difunto John Hammond como su maestro. Decidido a continuar el sueño de su mentor, Masrani utiliza la más avanzada tecnología para retomar la Isla Nublar y construir allí un nuevo parque mucho más grande y seguro. Para cuando comienza la historia, el parque Jurassic World ya tiene diez años de estar operando de manera segura, recibiendo a miles de visitantes al año. Entre ellos están los hermanos Zach y Grey Mitchell (Nick Robinson y Ty Simpkins), quienes son enviados de vacaciones por sus padres para que no se den cuenta que se están divorciando. Los chicos son sobrinos de Claire Dearing (Bryce Dallas Howard), directora de operaciones del parque, quien está más preocupada en cómo lograr atraer nuevos visitantes en una era donde la "desextinción" ya no maravilla a los más jóvenes. La respuesta de Masrani e InGen es la creación de un dinosaurio totalmente nuevo: un híbrido que nunca ha existido, diseñado en los laboratorios por el genetista en jefe, el Doctor Henry Wu (BD Wong), quien fue la mano derecha del propio Hammond en el parque original. Este nuevo dinosaurio recibe el nombre de Indominus Rex y resulta ser un depredador formidable e inteligente. Claro que no todos creen que aquello sea buena idea. Entre quienes alzan su voz de descontento destaca Owen Grady (Chris Pratt), un antiguo marine que trabaja en el parque entrenando y dirigiendo un programa de investigación sobre velocirraptores. Cuando Claire lleva a Owen a revisar la seguridad del área de contención del Indominus, descubren que este es más inteligente y feroz de lo que creían, lo que pondrá en grave peligro al parque y a las miles de personas en él.


El elenco lo completan Vincent D´Onofrio como el belicoso jefe de seguridad de InGen, Vic Hoskins; Omar Sy como Barry, un domador de velocirraptores amigo de Owen; Jake Johnson como Lowery Cruthers, un operador de los sistemas del parque; Lauren Lapkus como Vivian, una de las empleadas en el cuarto de control; y Katie McGrath como Zara Young, la despistada asistente personal de Claire.

Como era de esperarse (y en realidad muchos lo esperábamos con ansias), los dinosaurios son los grandes protagonistas en "Jurassic World". Colin Trevorrow tomó la atinada decisión de volver al uso de animatrónicos para muchas de las escenas con los actores, no abusando así de los efectos digitales. La película tiene un par de escenas de verdadera emoción para el espectador, como la aparición del mesosaurus, la cual sería la equivalente a aquella legendaria escena del Dr. Grant mirando a los braquiosaurios por primera vez. Sin embargo, más allá del ya mencionado mesosaurus o del propio Indominus, son muy pocos los nuevos dinosaurios que vemos en pantalla. Culpa quizás de la poca aceptación que tuvo el spinosaurus en la tercera película. Es por ello que gran parte de la acción queda en manos de viejos conocidos como los velocirraptores, el T-Rex, los pterosaurios o los triceratops. Y cuando digo "viejos conocidos" es en todo el sentido de la expresión, pues de hecho el T-Rex de esta película es el mismo que el de la cinta original. Algo que uno descubre por las cicatrices que le dejaron los velocirraptores y por su tendencia a asociar las bengalas con comida (sobretodo si la bengala la lleva un humano a toda carrera).


Como película, "Jurassic World" cumple lo suficiente para satisfacer a quienes buscan una historia llena de emociones y acción. Secuencias como el ataque de los pterosaurios contra el centro de visitantes, la cacería del Indominus con el uso de velocirraptores o el combate entre el T-Rex y el Indominus Rex están planteadas para satisfacer la necesidad de adrenalina del público, aunque posiblemente los más quisquillosos las encontrarán exageradas e incluso poco verosímiles. Para los amantes de las cintas originales, hay muchos guiños nostálgicos, como el encontrar las ruinas del primer parque entre la jungla de la Isla Nublar o el uso de uno de los jeep originales por parte de Zack y Grey para escapar de la selva. Incluso los pequeños detalles como la aparición de Mr. DNA en las pantallas del centro de visitantes o el hecho que Lowery use una camiseta con el logo del parque original ayudan a establecer ese vínculo nostálgico con "Jurassic Park".

En cuanto a las actuaciones, Chris Pratt es el gran protagonista de esta película, siendo su personaje de Owen una especie de joven interpretación del Dr. Grant con algo de Indiana Jones. Ciertamente el hecho de que sea un marine y no simplemente un paleontólogo desconcierta un poco y se siente un tanto forzado. Ya las películas previas de la franquicia habían trabajado suficiente la imagen de los "paleontólogos de acción" como para tener que justificar las habilidades de supervivencia de Owen por otro lado. Después de todo, ¿por qué un marine se retiraría de la milicia para convertirse en domador de dinosaurios?


El personaje de Claire por otra parte tiene muchos problemas en su construcción. Al inicio de la película uno siente que está allí para representar a la ejecutiva corporativa que no mide las consecuencias reales de sus decisiones y quien ha sacrificado la oportunidad de tener una familia a cambio de su éxito profesional. Algo que le estalla en la cara cuando los hijos de su hermana quedan en primera línea del buffet que el Indominus Rex se da en el parque. Pero es aquí cuando empieza a fallar el personaje. En medio de la crisis provocada por su empresa (y por sus propias decisiones), la directora operativa del parque abandona sus responsabilidades para ir en busca de sus sobrinos junto a Owen, en lugar de confiarle a él la tarea mientras ella asume la dirección de la operación de contención, lo cual sería lo más lógico. Todo esto sucede porque de pronto Claire descubre la importancia de la familia. Una transformación elogiable si no fuese porque está dejando a su suerte e miles de personas. Y por supuesto, el vacío de poder que ella deja en el centro de control da pie para que Vic Hoskins tome el mando junto a su grupo de locos tiradores de InGen. Ante tales acciones uno esperaría que al final de la película Claire fuera arrestada por negligencia y por haber puesto en peligro la vida de los visitantes a su parque (sin contar toda la gente que murió). ¡Y eso que no he hablado de su capacidad extraordinaria de dejar atrás a un T-Rex corriendo con tacones!


Esta es solo la punta del iceberg cuando uno se pone a meditar sobre los problemas de la trama. ¿Un parque que es miles de dólares más caro y los dinosaurios parecen poder escaparse con más facilidad? ¿Un parque que lidia con los depredadores más letales que han existido sobre la tierra y sus equipos de seguridad deciden actuar sin el uso de armas letales, convirtiéndose así en la cena? ¿Masrani y todo su equipo se la pasan recordando lo que sucedió en el primer parque y aún así crean a un dinosaurio más salvaje que un T-Rex y creen que pueden contenerlo? Ciertamente hay una especie que parece condenada a la extinción en esta película y esa es la especie humana, víctima de su propia estupidez.


Otro gran fallo es la mayoría del resto de personajes, los cuales uno realmente no logra darse cuenta para qué están allí. Incluso los sobrinos de Claire carecen de profundidad argumental y uno siente que simplemente fueron incluidos en la historia porque en todas las demás películas de Jurassic Park han habido niños en problemas.

Ahora bien, hay una crítica más encarnizada en el mundo científico contra "Jurassic World" y esta se debe a un simple detalle que ha molestado a los expertos en dinosaurios de todo el mundo: ¿Dónde están las plumas? Algo en lo que las tres primeras películas de Jurassic Park destacaron fue en la asesoría que tuvo la producción por parte de algunos de los expertos en dinosaurios más renombrados del mundo. Dicha asesoría se tradujo en la adaptación de las especies mostradas en pantalla de acuerdo a los hallazgos más recientes que se producían en el mundo de la paleontología. Así por ejemplo, cuando los velocirraptores hicieron su debut en la primera película de 1993, se les mostró con un cuerpo completamente de reptil, tal y como se pensaba en los dinosaurios en aquella época. Pero para el 2001, los velocirraptores ya aparecían con algunas plumas, pues ya para entonces la evidencia fósil confirmaba el plumaje en varias especies de dinosaurios. Pero cuando la producción de "Jurassic World" anunció que sus dinosaurios no tendrían plumas y que se parecerían más a la imagen existente en el imaginario popular, los científicos vieron aquello como un retroceso: retratar a los dinosaurios sin plumas, por más popular que esta imagen fuese, ignoraba todas las investigaciones y descubrimientos realizados por la paleontología en las últimas dos décadas. Y a la falta de plumas también hay que sumarle varios elementos del comportamiento de los dinosaurios que son conceptos ya superados por la ciencia.


Tales decisiones se le achacan a la falta de un asesoramiento científico tan involucrado en la producción como sucedió en las tres primeras películas. Las críticas van aún más allá, pues se cuestiona que tal asesoramiento haya quedado de lado para "asegurar" el éxito de la cinta en la taquilla al no poner al público a cuestionarse lo que saben sobre los dinosaurios. En lo personal, creo que este es el mayor de los errores que pudo cometer Universal Pictures. ¿Acaso "Interestellar" no cuestionó los conceptos que muchos de los espectadores tenían sobre "agujeros de gusano" y "hoyos negros"? ¿Y no fue acaso ese apego a la ciencia lo que garantizó el éxito de esa película? Creo que ver velocirraptores emplumados e incluso también al T-Rex con algunas plumas hubiese acrecentado el interés del público por los últimos descubrimientos con respecto a los dinosaurios. Es una lástima que los productores tomaran decisiones que los estancó en el pasado e impidió que su historia evolucionara siguiendo el gran camino de sus predecesoras.


En conclusión, "Jurassic World" es un gran producto de entretenimiento hecho para el éxito de taquilla durante el verano. Su historia tiene puntos flojos, pero en el momento, dentro de la sala de cine, estos no impiden que uno pueda pasar un buen rato. Ciertamente al terminar la película y al darle vueltas a la trama dentro la cabeza, uno comienza a dilucidar sus fallos. Y claro, si uno es para colmos amante de los dinosaurios, su falta de precisión científica le hará arrugar la cara. Pero "Jurassic World" ha traído a los dinosaurios de regreso y ya eso es un logro. Esperemos que la siguiente entrega sea mucho mejor planteada y no condene a la franquicia a la extinción.

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