Watchmen: la Pérdida de la Inocencia Superheróica
"Diario de Rorschach. 12 de octubre, 1985: Cadáver de perro en el callejón esta mañana, huellas de neumático en estómago reventado. Esta ciudad me tiene miedo. He visto su verdadera cara."
En 1985 Ronald Reagan iniciaba su segundo periodo presidencial en Estados Unidos, mientras Mikhail Gorvachev era electo Secretario General del Partido Comunista en la Unión Soviética. Ambos se reunían en Ginebra para evitar que la Guerra Fría se convirtiera en una Guerra Nuclear, en medio de tal aumento en las acusaciones recíprocas de espionaje que los medios llamaron a aquel año "el Año del Espía". "We are the World" sonaba en las radios alrededor del mundo recordando la grave hambruna en África que afectaba con más fuerza a la población infantil. Coca-Cola lanzaba al mercado la New Coke, el fracaso comercial más grande de su historia, mientras que la película "Amadeus" ganaba el Oscar como mejor película y "Back to the Future" lograba el éxito en la taquilla. La Ciudad de México era arrasada por un terremoto de 8.1 en la Escala Richter. Nintendo lanzaba al mercado su consola de videojuegos más exitosa, la Nintendo Entertainment System, la cual incluía su nuevo juego Super Mario Bros. Al mismo tiempo Microsoft lanzaba la primera versión de su sistema operativo Windows. El mundo celebraba el 40 aniversario del ataque nuclear sobre Hiroshima y el temor a una Guerra Nuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética era tema de todos los días.
En medio de tantos sucesos noticiosos la adquisición por parte de la comiquera estadounidense DC de los personajes de Charlton Comics podría parecer un evento menor. Mas fue esta adquisición la que llevó al escritor inglés Alan Moore a crear una historia que cambiaría para siempre el papel de los superhéroes en los cómics. "El cómic que transformó a los cómics". Tal es el epíteto con que "Watchmen" es reconocida en la industria estadounidense.
La historia es bien conocida por los fanáticos comiqueros. Moore estaba jugando con la idea de escribir una narración que transformara para siempre la forma en que el público percibía a los superhéroes. Se trataba de poner en duda la moral misma de quienes hasta entonces habían operado en mundos donde el bien y el mal se establecían desde posiciones claras. Nadie se cuestionaba si los héroes enmascarados eran realmente los buenos, o si acaso eran necesarios en las sociedades a las que servían. Moore se planteaba cambiar esta visión. "¿Quién vigila a los vigilantes?" (Who watches the watchmen?), es la cita de Juvenal de donde la obra final tomó su título. Su primer bosquejo se centraba en la utilizanción de los conocidos personajes de Charlton como protagonistas de su historia: Blue Beetle, Captain Atom, Peacemaker, Thunderbolt, The Question y Phantom Lady. Aquella primera propuesta titulada "Who Killed the Peacemaker?" llamó la atención del editor Dick Giordano, pero tenía un problema: implicaba la muerte o inutilización permanente de varios de los personajes que acababa de comprar la editorial y tal idea no era del agrado de DC. Aunque Moore insistía en la necesidad de que los protagonistas fueran héroes reconocidos por el público para lograr un mayor efecto en los lectores, Giordano supo convencerlo de lo contrario. Dave Gibbons se interesó en la historia y, ya que había trabajado en proyectos previos con Moore, se le asignó el arte. Gibbons se encargó de involucrar a John Higgins como colorista. Entre Moore y Gibbons dieron forma al conjunto de nuevos personajes: Nite Owl, Dr. Manhattan, The Comedian, Ozymandias, Rorschach y Silk Spectre. "Watchmen" se vendió como una mini-serie de 12 números entre 1986 y 1987, convirtiéndose en un éxito editorial de inmediato, y permitiéndole a DC sobrepasar en ventas a su archirival Marvel, que por entonces mantenía el liderazgo del mercado.
La historia de "Watchmen" se desarrolla en 1985, en una Nueva York de un mundo alterno al nuestro donde los vigilantes enmascarados y los superhéroes se hicieron reales a finales de los años 30s, inspirados en los primeros cómics de superhéroes como Superman y Batman. Gracias a estos poderosos vigilantes, Estados Unidos pudo ganar la Guerra de Vietnam, permitiendo la reelección de Richard Nixon durante varios períodos consecutivos e inclinando la balanza de la Guerra Fría en favor de los americanos. Sin embargo, esto ha llevado a que la Unión Soviética mantenga una posición más beligerante, empujando al mundo al borde del conflicto nuclear. Pero también dentro de los Estados Unidos la presencia de los superhéroes generó una atmósfera negativa en la sociedad que culminó en una serie de protestas y fuertes disturbios en 1977, lo que obligó a la prohibición del vigilantismo mediante el Acta Keene. Para cuando da inicio la historia, la mayoría de los héroes están retirados, y quienes aún operan lo hacen al servicio del gobierno o de manera ilegal.
Es justamente la noche del 12 de octubre de 1985 cuando Rorschach investiga el asesinato de un hombre llamado Edward Blake, a quien atacaron y lanzaron desde la ventana de su penthouse. Durante su investigación, Rorschach descubre que Blake era realmente The Comedian, un vigilante que perteneció al primer grupo de superhéroes conocidos como los Minutemen y que desde la prohibición del 77 operaba exclusivamente como un agente del gobierno en territorio extranjero. El asesinato de The Comedian y la investigación de Rorschach provocan que poco a poco los antiguos héroes vayan saliendo de su retiro, mientras se va descubriendo una compleja conspiración que podría tener como objetivo final iniciar la Tercera Guerra Mundial.
Es justamente la noche del 12 de octubre de 1985 cuando Rorschach investiga el asesinato de un hombre llamado Edward Blake, a quien atacaron y lanzaron desde la ventana de su penthouse. Durante su investigación, Rorschach descubre que Blake era realmente The Comedian, un vigilante que perteneció al primer grupo de superhéroes conocidos como los Minutemen y que desde la prohibición del 77 operaba exclusivamente como un agente del gobierno en territorio extranjero. El asesinato de The Comedian y la investigación de Rorschach provocan que poco a poco los antiguos héroes vayan saliendo de su retiro, mientras se va descubriendo una compleja conspiración que podría tener como objetivo final iniciar la Tercera Guerra Mundial.
Alan Moore construye a sus héroes sin idealizaciones. Los enmascarados de "Watchmen" no son seres acartonados, modelo del ciudadano ideal. Muchos han optado por una carrera como vigilantes por razones que no siempre son las mejores y que, en algunos casos, son hasta condenables. Placer por la violencia casi patológico, pensamiento racista y xenofóbico, conductas sexuales reprobadas por una sociedad conservadora, infancias trágicas y llenas de abuso, alcoholismo e inestabilidad emocional, incapacidad para conectarse con el resto de las personas en ambientes sociales cotidianos, pérdida de la humanidad... La lista de defectos que vemos reflejados en estos superhéroes es extensa. Y sin embargo, tales defectos son los que humanizan a las personas detrás de las máscaras, pues son defectos compartidos por una sociedad apática, violenta, consumista, que acude a un gobierno conservador de derecha ante el miedo al inminente final nuclear. De esta manera Moore nos retrata los miedos y pecados de la sociedad estadounidense de mediados de los 80s. "Watchmen" es también un discurso político y cultural.
Aunque la mayoría de los acontecimientos de la historia transcurren en un breve período de tiempo entre el 12 de octubre al 3 de noviembre de 1985, la trama se vale de numerosos flashbacks para narrar acontecimientos desde los años 40s y que conducirán a los eventos de 1985. Números completos de la miniserie se establecieron como grandes flashbacks para entender la trayectoria de los personajes principales. Así, capítulos como "Watchmaker" nos narra la transformación de Jon Osterman en el poderoso Dr. Manhattan y la transformación del mundo a raíz de la aparición del primer verdadero superhéroe; "The Abyss Gazes Also" nos sumerge en el traumático pasado de Walter Kovacs para comprender el origen del violento Rorschach; o "Absent Friends" aprovecha el funeral de Edward Blake para visitar varios momentos importantes en la trayectoria de The Comedian a través del recuerdo de sus compañeros vigilantes. Otro elemento interesante es la narración "Tales of the Black Freighter", un cómic de piratas leído por uno de los personajes secundarios cuya historia se entrelaza con la línea argumental principal, sirviendo como comentario intertextual emocional a los hechos que van ocurriendo en la trama. De los 12 números originales de "Watchmen", los 11 primeros incluyen al final material extra que nos familiariza con el contexto histórico y social de "Watchmen". Desde fragmentos de "Under the Hood", la autobiografía de Hollis Mason (el primer Nite Owl), hasta editoriales de periódicos como New Frontiersman o reportajes de la revista Nova Express.
Dave Gibbons refiere que mientras hacía el arte para "Watchmen" se dio cuenta que era más importante el cómo narrar la historia que la historia en sí misma. Se podría decir que desde el punto de vista gráfico la obra tiene un lenguaje más cinematográfico, eliminando elementos típicos del cómic como lo es el uso de onomatopeyas y manejando una plantilla de 9 viñetas como base para cada página. Gibbons aprovechó los detallados guiones de Moore para dibujar viñetas con una gran riqueza visual. Higgins les dio a estas una identidad propia con el uso de una paleta cromática basada en colores secundarios, apartándose de lo común en la industria del cómic del momento (que era el uso de colores primarios). Por ello las páginas están llenas de naranjas, amarillos, verdes y morados. Cabe resaltar el trabajo artístico del capítulo 5, "Fearful Symmetry", donde el diagramado de las viñetas y la estructuración de la historia crean una sensación de simetría, siendo el diseño de la segunda mitad de la historia un reflejo inverso de la primera mitad.
Elemento simbólico recurrente en la historia es la carita feliz o smiley, la cual se volvió icono de la serie, principalmente la del botón de The Comedian manchada con la gota de sangre. Gibbons se encargó de convertir la carita feliz en una presencia permanente, encontrándola el lector en un hidrante eléctrico, en el reflejo de una pantalla de radar o en el cráter Galle en Marte. La carita feliz se funde también con otro símbolo importante: el reloj del juicio final, creado en 1947 por científicos de Chicago para alertar al mundo del riesgo de la amenaza nuclear. Entre más cerca están las agujas de marcar las 12:00, más cerca está la humanidad del holocausto nuclear. Este reloj aparece al final de cada número, partiendo de las 11:49 hasta llegar a las doce en punto, al mismo tiempo que la página va cubriéndose poco a poco de sangre.
Alan Moore y Dave Gibbons habían planteado la posibilidad de crear una precuela para "Watchmen" titulada "Minutemen", la cual narraría la historia de los vigilantes enmascarados de los años 40s: The Comedian, el primer Nite Owl, la primera Silk Spectre, Captain Metropolis, Hooded Justice, The Silhouette, Mothman y Dollar Bill. Sin embargo, las discrepancias entre DC y Moore por la propiedad artística tras la publicación de "V for Vendetta" terminaron con el distanciamiento permanente entre el escritor y la editorial. Moore ha dicho desde entonces en múltiples ocaciones que no piensa volver a publicar nunca más con DC. Por su parte, los editores Dan DiDio y Jim Lee han sido claros en que ninguna secuela de "Watchmen" será publicada a menos que sea creada por sus autores originales.
"Watchmen" llegó a las salas de cine en 2009, con una impecable adaptación cinematográfica a cargo del director Zack Snyder. Posteriormente se lanzó al mercado una versión extendida de la película titulada "Watchmen: The Ultimate Cut", la cual incluye una hora más de película (escenas nuevas y la animación "Tales of the Black Freighter"), el cómic animado y varios documentales entre los que se encuentra "Under the Hood", una recreación a modo de entrevista periodística a Hollis Mason del material extra de los cómics.
Como dato curioso es de destacar que aunque ningún personaje de "Watchmen" ha aparecido como protagonista en algún otro cómic de DC, existe una pequeña excepción. En 1988 en el número 17 de "The Question", el escritor Denny O`Neil desarrolló una historia en que Vic Sage (alterego de The Question) compra un número de "Watchmen" mientras espera en un aeropuerto. Durante su vuelo a Seattle en persecución de dos criminales, Sage lee la novela gráfica y se ve fascinado por el personaje de Rorschach, llegando a soñar que él mismo es el vigilante creado por Moore. A partir de ese momento The Question opera bajo la filosofía de "¿qué haría Rorschach en mi lugar?". Pero dicho punto de vista falla cuando el vigilante se ve atrapado en medio de una tormenta de nieve, a punto de ser asesinado de un balazo. Es aquí cuando Sage recuerda que justamente Rorschach murió asesinado en la nieve, lo que lleva a The Question a decir: "Rorschach sucks".
A 25 años de su publicación, "Watchmen" es un hito en la historia del cómic, un clásico que todo amante del noveno arte debe tener en su biblioteca. La historia que transformó nuestra manera de ver a los superhéroes y cuyas repercusiones ideológicas han afectado a toda una industria, haciendo que recordemos a 1985 como el año en que nuestros héroes dejaron de ser inocentes.
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