Un Abrumador Viaje Intergaláctico...

El cosmos es un lugar de magnitudes que escapan a nuestra imaginación. Solo el viaje de la Tierra a Marte puede tardar varios meses. La distancia hasta los lindes del Sistema Solar garantiza un viaje de varios años... Y nuestro sistema es solo una sección pequeña en el Brazo de Orión de la galaxia de la Vía Láctea. La distancia hasta la estrella más cercana después del Sol, Próxima Centauri, es de 4,22 Años Luz. Y a pesar de saber todo esto, los seres humanos no podemos dejar de soñar con abandonar nuestro planeta originario en búsqueda de nuevos mundos dónde vivir. Esta verdad no es solo la base de mucha de nuestra ciencia moderna, sino también de la más hermosa ciencia ficción que hayamos concebido como especie. Y este año un nuevo título cinematográfico ha logrado ganarse un espacio entre las joyas del género. Se trata de "Interstellar", la más reciente película de Christopher Nolan que vuelve a colocar nuestra mirada en las estrellas, con una historia intensa que refleja las grandes fuerzas del universo de una manera tan bella, que le ha valido los halagos ni más ni menos que de algunos de los más notorios astrofísicos de nuestra era, como es el caso de Neil deGrasse Tyson, el hombre detrás de la nueva versión de la legendaria "Cosmos".


La historia de "Interstellar" se desarrolla en un futuro poco alentador donde la humanidad afronta la posibilidad de la extinción ante una crisis alimentaria sin precedentes. El agotamiento de los suelos, la sobrepoblación a mediados del siglo XXI y la aparición de plagas que han azotado las grandes cosechas del mundo, han llevado a nuestra especie a una situación precaria. Trigo, arroz y otros granos vitales para alimentar a miles de millones se han extinguido, lo que ha llevado a conflictos y hambrunas. Uno de los diálogos entre personajes nos hace ver que la población al momento de la historia es mucho menor de 6 mil millones de personas. Algo bastante preocupante si tomamos en cuenta que hoy en día somos más de 7 mil millones. La extinción de los granos también ha generado que los suelos se agoten, provocando enormes tormentas de polvo que envuelven a las ciudades y pueblos de los Estados Unidos, generando enfermedades respiratorias que afectan a las personas. Muchas comodidades se han perdido. Los recursos que se dedicaban a ejércitos o alta tecnología ahora se utilizan exclusivamente al desarrollo de cultivos. La sociedad ha dejado las ciudades para volver a los campos en un intento desesperado por producir suficiente alimento. En este panorama, la especie humana ha dejado de ver a las estrellas en su desesperación por evitar el hambre. Instituciones como la NASA son cosa del pasado... O al menos eso es lo que parece.


Es aquí cuando conocemos a Cooper (Matthew McConaughey), un antiguo ingeniero y piloto de pruebas de la NASA transformado en granjero, quien lucha por mantener productiva su tierra para así darle un futuro a sus dos hijos, Tom (Timothée Chalamet) y Murphy (Mackenzie Foy). Una serie de anomalías gravitacionales que tienen su centro en la habitación de Murphy llevan a la niña y a su padre a descubrir lo que parecen ser unas coordenadas. Al seguirlas, descubren una instalación secreta de la NASA dirigida por el profesor John Brand (Michael Cain) y su hija Amelia Brand (Anne Hathaway). El Profesor Brand, un viejo mentor de Cooper, le explica que la agencia ha estado trabajando en secreto desde hace décadas tras darse cuenta que el maíz también ha de desaparecer pronto y que cualquier posibilidad de supervivencia para la humanidad está en encontrar un nuevo hogar en el espacio. Y aunque tal tarea parece casi imposible, hay algo (o alguien) que parece querer ayudar a los seres humanos, pues cerca de Saturno ha aparecido un "Agujero de Gusano" que lleva hacia una nueva galaxia. La NASA ha lanzado desde hace 10 años las Misiones Lazarus para explorar y encontrar un planeta habitable en esa otra galaxia. Los informes de 3 de estas misiones han arrojado datos prometedores. Ahora, la nave "Endurance" se prepara para partir siguiendo los pasos de esos pioneros, como última esperanza para toda la especie. Es aquí cuando Brand le pide a Cooper que sea el piloto de esta nueva misión. Pero el precio será alto, pues Cooper sabe muy bien que un viaje interestelar lo llevará tan lejos en el espacio y en el tiempo que es poco probable que vuelva a ver a Tom o a Murphy.


El resto del elenco de la película lo componen David Gyasi como el astronauta Romilly, Wes Bentley como el astronauta Doyle, Jessica Chastain como Murphy adulta, Casey Affleck como Tom adulto, John Lithgow como Donald (el suegro de Cooper), Leah Cairns como Lois (la esposa de Tom), Matt Damon como el Dr. Mann, Bill Irwin como la voz del robot TARS, y Josh Stewart como la voz del robot CASE.

"Interstellar" se puede clasificar dentro de la llamada Ciencia Ficción Dura, un subgénero que se caracteriza por su búsqueda de rigurosidad en el manejo de las ideas científicas. La Ciencia Ficción Dura surgió en contraposición con la llamada Ciencia Ficción Blanda, la cual se permite licencias artísticas y narrativas a la hora de expresar conceptos científicos, dándole mayor prioridad a los objetivos narrativos. Dicho esto, hay que aclarar que no significa que por ser más científicamente rigurosa la Ciencia Ficción Dura tenga que ser aburrida. A este subgénero pertenecen clásicos cinematográficas como "2001: A Space Odyssey" (1968) o "Contact" (1997).


Para "Interstellar", Christoper y Jonathan Nolan contaron con la ayuda del físico teórico Kip Thorne, quien sirvió de consultor en temas que eran esenciales para el funcionamiento del guión, como el manejo adecuado de la Teoría de la Relatividad General de Einstein o los conceptos sobre gravedad y la influencia de agujeros negros supermasivos en la percepción del tiempo... Mucho de este trabajo se refleja a nivel visual en la manera en que se muestran por ejemplo el Agujero de Gusano o el agujero negro Gargantua. Pero la concepción visual de la película llega a su punto clímax cuando se trata de representar la Quinta Dimensión. Un ejercicio de conceptualización abstracta tan elaborado que hace que "Interstellar" llegue a un nivel casi metafísico (Y acaso también parece querer establecer esa conexión tan elusiva para los físicos teóricos que pondría en concordancia la Relatividad General con la Teoría de Cuerdas).


Pero aunque las ciencias duras son un elemento esencial para la cinta, esta no solo se circunscribe a estas. La forma en que se plantea una humanidad al borde del hambre y la extinción, y la negación de los logros espaciales pasados como parte de los mecanismos del sistema para concentrar la atención y los esfuerzos en la producción del alimento, son un gran discurso desde las ciencias sociales que se sustenta en el estudio de las experiencias anteriores. Varios de los testimoniales con los que abre la película y que hacen referencia al mundo que trata de salvar Cooper, son en realidad testimoniales de supervivientes del Gran Tazón del Polvo, uno de los peores desastres ecológicos del siglo XX que afectó las principales zonas de producción agrícola del Medio Oeste estadounidense durante los años 30´s, agravando la situación de pobreza y hambre en ese país, golpeado ya de por sí por la Gran Depresión.


Como toda buena película de ciencia ficción (y como toda cinta de Christopher Nolan), "Interstellar" ostenta un gran manejo tanto de los efectos visuales como sonoros. Desde la visión de los impresionantes fenómenos cósmicos hasta los diversos entornos extraordinarios de los planetas a donde llega la "Endurance", los efectos digitales se unen a una banda sonora que nos hace sentir pequeños e incluso un tanto desamparados como espectadores y como seres humanos. Poco es de extrañar cuando descubrimos que los efectos digitales creados por Double Negative (la misma empresa detrás de "Inception") son acompañados por la música compuesta por el maestro Hans Zimmer.

Por último, no podemos reseñar "Interstellar" sin mencionar sus semejanzas con el clásico de Stanley Kubrick, "2001: A Space Odyssey". El propio Nolan ha afirmado sobre esto que no se puede pretender que "2001" no existe cuando se crea una película como "Interstellar". Las similitudes visuales las pueden percibir los espectadores en muchos elementos, siendo los principales el hecho que la "Endurance", al igual que la "Discovery 1", utiliza la rotación para generar su gravedad; o el que los robots TARS y CASE recuerdan los icónicos monolitos negros de la película de Kubrick. Incluso TARS se permite hacer bromas que hacen referencia a la computadora homicida HAL 9000. El final de ambas películas también guardan sus similitudes.


En resumen, "Interstellar" bien se puede ya considerar un nuevo clásico de la ciencia ficción. Una película que nos habla emocionalmente como humanidad, planteando nuestros temores, pero también nuestras esperanzas. Una excelente obra de Nolan que nos pone nuevamente a ver hacia las estrellas. Pues como afirman los afiches promocionales, los seres humanos nacimos en este planeta, pero no estamos destinados a morir en él.

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